Ucrania rinde homenaje a las v¨ªctimas en el 20? aniversario de la tragedia de Chern¨®bil
Y¨²shenko pide la r¨¢pida construcci¨®n de un nuevo sarc¨®fago sobre el reactor nuclear averiado
Las campanas repicaron a lo largo y ancho de Ucrania en la madrugada de ayer -1.23 en la ¨¦poca sovi¨¦tica, una hora menos en la Ucrania independiente-, para celebrar el dram¨¢tico momento en que se produjo hace 20 a?os la explosi¨®n del reactor n¨²mero cuatro de la central nuclear de Chern¨®bil, desatando una cat¨¢strofe cuyas consecuencias sufren todav¨ªa hoy millones de personas. En Kiev se reunieron los m¨¢s altos dirigentes del pa¨ªs, encabezados por el presidente, V¨ªktor Y¨²shenko, junto al monumento de los H¨¦roes de Chern¨®bil, para rendir homenaje a las v¨ªctimas de aquella tragedia.
Durante el minuto de silencio, observado en todo el pa¨ªs, 20 campanadas recordaron los a?os transcurridos desde la tragedia. La gente que acudi¨® en la capital a esta ceremonia nocturna en memoria de los que murieron en aquel infierno nuclear, y de las miles de v¨ªctimas que fallecieron despu¨¦s a causa de la radiactividad, llevaba en sus manos un clavel rojo y una vela encendida. El acto nocturno finaliz¨® con una ceremonia religiosa en la peque?a iglesia de Chern¨®bil erigida en la capital ucrania.
Posteriormente, en un acto de gran simbolismo, el presidente Y¨²shenko decidi¨® que no bastaba con recordar en Kiev la tragedia ocurrida 20 a?os atr¨¢s, sino que hab¨ªa que estar en este aniversario en el lugar donde el 26 de abril de 1986 miles de h¨¦roes trataban de apagar el infierno nuclear y sacrificaban sus vidas. Y all¨ª, en la instalaci¨®n nuclear, junto al complejo conmemorativo dedicado a los liquidadores (personas de distintas profesiones que trabajaron para controlar los efectos del accidente nuclear) de la cat¨¢strofe, el presidente dijo que no hay que concentrarse en la tragedia, sino que hay que mirar hacia el futuro para tratar de regenerar los territorios afectados por la radiaci¨®n.
"Despu¨¦s de 20 a?os de dolor y miedo, es hora ya de que esta tierra vea progresos. El trance en el que nos dej¨® Chern¨®bil ha finalizado. Somos un pueblo fuerte y valiente que ahora tiene sus ojos puestos en el futuro", a?adi¨® el presidente Y¨²shenko.
Ante las personas que trabajan en el mantenimiento y el control de la estaci¨®n nuclear paralizada desde el a?o 2000, Y¨²shenko, se refiri¨® a los planes para levantar con urgencia un nuevo sarc¨®fago sobre el reactor n¨²mero cuatro y al proyecto de construir un moderno dep¨®sito seco para el almacenamiento del combustible nuclear. Ambas construcciones deber¨¢n neutralizar -al menos durante algunos decenios- el peligro de aver¨ªas en estas instalaciones que, de ocurrir, tendr¨ªan consecuencias incalculables.
En la misma ceremonia junto a los restos de la central hubo emotivas ofrendas florales, depositadas junto a las fotos de las primeras v¨ªctimas de la explosi¨®n y tambi¨¦n imposici¨®n de condecoraciones, algunas p¨®stumas. Por ¨²ltimo, Y¨²shenko entreg¨® a 40 liquidadores las llaves de flamantes autom¨®viles, como reconocimiento a sus arriesgados trabajos.
Mientras tanto, en Kiev, el Parlamento saliente dedicaba su ¨²ltima sesi¨®n a Chern¨®bil. Vlad¨ªmir Litv¨ªn, a partir de hoy ya ex presidente del Legislativo, record¨® que m¨¢s de dos millones de ucranios -entre ellos 643.000 ni?os- se han visto afectados por la cat¨¢strofe nuclear y lament¨® que la falta de coordinaci¨®n impidiera a los organismos estatales ser m¨¢s eficaces en la lucha contra las secuelas de la explosi¨®n de Chern¨®bil, cuya potencia radiactiva fue entre 100 y 500 veces la de la bomba at¨®mica lanzada en Hiroshima.
Las organizaciones de liquidadores se reunieron en Kiev, en la calle que lleva el nombre de Chern¨®bil, para recordar a sus compa?eros fallecidos y brindar por su memoria con los t¨ªpicos cien gramos de vodka (una costumbre guerrera rusa, equivalente a un generoso vaso de esa bebida). A pesar de las dif¨ªciles condiciones en las que viven los veteranos de Chern¨®bil, cuyas subvenciones y ayudas se han visto recortadas en los ¨²ltimos tiempos, no hubo protestas por parte de esos colectivos.
Todos, desde el presidente hasta el ciudadano de a pie, reconocen que Ucrania todav¨ªa est¨¢ muy lejos de poder solucionar los problemas dejados por la explosi¨®n de Chern¨®bil. Por eso sorprende la cantidad de partidarios de continuar desarrollando la energ¨ªa nuclear en Ucrania, entre los que se encuentran incluso los mismos liquidadores de la cat¨¢strofe. "Somos profesionales y comprendemos que no hay alternativa al desarrollo de la energ¨ªa at¨®mica, salvo que el mundo quiera renunciar al progreso", dice Yuri Andr¨¦yev, l¨ªder de la Uni¨®n Chern¨®bil. Esto es precisamente lo que asegura el Gobierno, que proyecta construir 20 nuevos reactores nucleares. La ¨²nica voz disonante en este coro es la de los verdes, que en Ucrania son muy d¨¦biles para poder influir en la pol¨ªtica estatal.
"Una red de mentiras"
V¨ªctor Briuj¨¢nov, el que era director de la central de Chern¨®bil cuando el reactor explot¨®, opina que los cient¨ªficos no han aprendido la lecci¨®n de esa cat¨¢strofe. Briuj¨¢nov, que cumpli¨® cinco a?os de c¨¢rcel de la pena de 10 a la que le conden¨® la justicia sovi¨¦tica por supuesta negligencia, denuncia que los cient¨ªficos ocultaron la verdad sobre las deficiencias de dise?o del reactor. Son precisamente esas deficiencias t¨¦cnicas las principales culpables del accidente que ha afectado a un total de siete millones de personas y contaminado cerca del 10% del territorio de Ucrania, el 23% de Bielorrusia y grandes extensiones de Rusia.
Aunque Briuj¨¢nov reconoce que el personal de la estaci¨®n cometi¨® errores, acusa a las autoridades de haberlos utilizado con el mezquino fin de proteger el uso de la energ¨ªa nuclear y justificar el que se la siga desarrollando. "Los cient¨ªficos y los dise?adores defend¨ªan sus intereses y por eso tejieron una red de mentiras con las que pretend¨ªan distraer a la gente de la b¨²squeda de las causas reales del accidente", declar¨® Briuj¨¢nov. El ex director de Chern¨®bil acus¨® tambi¨¦n a EE UU, Francia, Reino Unido y Jap¨®n de ocultar las verdaderas causas de las aver¨ªas que suceden en sus centrales nucleares.
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