El PSE avisa al Gobierno que aceptar los cambios del PNV invalida la ley de Suelo
El PP apoya la idea peneuvista de que los municipios elijan libremente el tipo de vivienda
El PSE advirti¨® ayer al tripartito de que aceptar los cambios que pretende introducir el PNV en el proyecto de ley de Suelo supone la invalidaci¨®n del acuerdo suscrito previamente con los socialistas. Ese pacto entre PSE y y el Gobierno a trav¨¦s del Departamento de Vivienda garantiza que el proyecto salga adelante en el Parlamento. Sin embargo, la tard¨ªa entrada en escena del PNV con su iniciativa ha trastocado esos planes y ha puesto en peligro el tr¨¢mite. "Es un ataque frontal a uno de los n¨²cleos centrales del acuerdo", avisaron los socialistas.
Con la pol¨¦mica suscitada por el grupo parlamentario del PNV a¨²n coleando, los socialistas han dejado claro su rechazo frontal a las modificaciones de ¨²ltima hora planteadas por los peneuvistas a un proyecto elaborado por uno de sus socios en el Ejecutivo. El representante del PSE en la ponencia que debate el proyecto de ley, Jes¨²s Loza, indic¨® que su partido no se cierra a introducir alg¨²n cambio, "siempre que sea para mejorar". Pero puntualiz¨® que la propuesta del PNV no incluye modificaciones puntuales, sino que se trata de una "enmienda de totalidad encubierta" que desnaturaliza el texto. "As¨ª es imposible cerrar un acuerdo", zanj¨®.
Despu¨¦s de aprobar en Consejo de Gobierno el proyecto de ley de Suelo original redactado por el Departamento de Vivienda, que dirige Ezker Batua, y de dar por bueno el posterior acuerdo con el PSE, ahora el PNV trata de mediatizar su contenido. En todos los pasos anteriores hab¨ªa dejado hacer a su socio, a pesar de sus radicales diferencias con muchos de los aspectos recogidos en el proyecto. Y ha sido cuando la iniciativa, pactada ya con los socialistas, ha iniciado su debate en ponencia cuando el PNV se ha movido para intentar cambiarla. Ese movimiento ha obligado al propio Gobierno a salir en defensa del proyecto de ley y del posterior acuerdo entre Vivienda y los socialistas.
Los cambios que plantean los nacionalistas hacen referencia a las reservas de viviendas de protecci¨®n oficial y a la aprobaci¨®n de los planes generales de ordenaci¨®n urbana de cada municipio por parte de las diputaciones. Por un lado, plantea reservar el 80% del suelo urbano y urbanizable para los pisos protegidos. El 20% de esa reserva ir¨ªa al alquiler social y el resto a viviendas de precio tasado, que se pacta entre la administraci¨®n y el constructor. De esta forma, cada alcalde se encontrar¨ªa con la posibilidad de decidir qu¨¦ porcentaje reserva a VPO y a tasada. Adem¨¢s, no se establece l¨ªmite de ingresos para acceder a estos pisos. El riesgo que tiene esta f¨®rmula de reserva de vivienda, seg¨²n los socialistas, es que se configuren municipios dedicados s¨®lo a la vivienda tasada (m¨¢s cara y destinada a ciudadanos con m¨¢s recursos) y ayuntamientos de VPO (pisos a los que acceden las personas con menos recursos). "Queremos", dijo Loza, "autonom¨ªa municipal, no independencia municipal". Frente a esta propuesta, el acuerdo entre el Gobierno y el PSE fija para el suelo urbanizable una reserva del 55% para VPO, del 20% para tasada y 25% para libre. En suelo urbano, los porcentajes son del 20% para VPO, 10% para tasada y 70% para libre.
El otro cambio sustancial se refiere a la aprobaci¨®n de los planes generales de los ayuntamientos, que es el documento que ordena el crecimiento de la ciudad. El proyecto de ley marca que los ayuntamientos de m¨¢s de 20.000 habitantes puedan aprobar los planes generales sin esperar a que las diputaciones les den el visto bueno. El PNV considera que las diputaciones deben seguir manteniendo la atribuci¨®n de aprobar esos documentos; y en el caso de que no sea as¨ª, que se extienda a todos los municipios mayores de 3.000 habitantes la posibilidad de aprobar sus planes.
EA, el otro socio del Gobierno junto a PNV y Ezker Batua, no quiso posicionarse p¨²blicamente sobre la pol¨¦mica y espera que todo se reconduzca en el seno del Ejecutivo. En eso conf¨ªa tambi¨¦n EB. Fuentes de este partido recordaron que la postura del Gobierno "est¨¢ clara" en apoyo del proyecto de ley. Aralar tambi¨¦n se distanci¨® de la pol¨¦mica. "Lo que toca ahora es seguir trabajando en la ponencia", apunt¨®.
Por ahora, la ¨²nica receptividad a la propuesta del PNV ha partido del PP. Su portavoz en la ponencia, Ant¨®n Damborenea, es partidario de que los ayuntamientos tengan la m¨¢xima autonom¨ªa para poder fijar el tipo de vivienda que precisan. "Nadie mejor que los alcaldes para saber lo que necesita su pueblo", destac¨®. El apoyo del PP a la propuesta del PNV a trav¨¦s de una enmienda de transacci¨®n no servir¨ªa para sacarla adelante, al no sumar la mayor¨ªa necesaria, pero complicar¨ªa el panorama de alianzas, al dificultar que los dem¨¢s grupos la alcancen.
Sin l¨ªmite de ingresos
El Parlamento debatir¨¢ hoy una proposici¨®n no de ley presentada por Aralar en la que solicita que se suprima el requisito de disponer de un m¨ªnimo de ingresos para poder acceder a una vivienda protegida en r¨¦gimen de alquiler. En la actualidad, la normativa establece que los ingresos anuales de los solicitantes de este tipo de pisos no pueden ser inferiores a 9.000 euros brutos en el caso de que las viviendas se cedan en propiedad, derecho de superficie o arrendamiento con opci¨®n de compra.
Para el alquiler, los ingresos m¨ªnimos requeridos en la actualidad ascienden a 3.000 euros brutos anuales. La justificaci¨®n que esgrime el grupo de Aralar para que se lleve a cabo la supresi¨®n en el caso de los pisos en alquiler es que el derecho a la vivienda es un derecho fundamental y las pesonas que se encuentran por debajo de los ingresos exigidos "tambi¨¦n tienen derecho a acceder a una vivienda".
Se da la circunstancia de que el PSE ya present¨® una propuesta similar en la legislatura pasada, pero en aquella ocasi¨®n fue rechazada por el tripartito.
El mercado del alquiler de viviendas en el mercado libre se encuentra bajo m¨ªnimos en Euskadi. Tan s¨®lo el 5,7% de los ciudadanos vascos que buscan piso, bien sea por necesidad de cambiar de vivienda, bien por acceder por primera vez a una casa, se inclina por el alquiler, frente al resto, que prefiere una casa en propiedad.
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