Pontus Hulten interpreta a los artistas del siglo XX
El historiador muestra obras de Warhol, Brancusi, Malevich y Duchamp, entre otros
El Retrato de Mao, de Andy Warhol, de 1973, es la imagen de la exposici¨®n Pontus Hulten. Artistas de una colecci¨®n, que lleva por los canales de Venecia hasta el Palazzo Franchetti del Istituto V¨¦neto di Scienze, Lettere ed Arti. La obra forma parte, junto a otras de Brancusi, Malevich, Duchamp, Rauschenberg, Tinguely, Ruscha y Francis, de la colecci¨®n de Pontus Hulten (Estocolmo, 1924), historiador y comisario de exposiciones que propone atravesar los movimientos art¨ªsticos del siglo XX, sobre todo durante su trabajo en el Centro Pompidou de Par¨ªs y en el Palazzo Grassi, de Venecia.
Venecia es la tercera ciudad en la trayectoria personal y profesional de Pontus Hulten, tras Estocolmo, donde fue director del Museo Moderno (1959-1973), y Par¨ªs, donde dirigi¨® el Museo Nacional de Arte Moderno del Centro Pompidou, de Par¨ªs, hasta 1981. De 1985 a 1993 fue el director del Palazzo Grassi, centro cultural de la Fiat, que inaugur¨® con la exposici¨®n sobre el futurismo, a la que sigui¨® una trayectoria de muestras sobre artistas y movimientos del arte con una mirada personal y transversal, como las que relacionan Par¨ªs-Nueva York, Par¨ªs-Berl¨ªn y Par¨ªs-Mosc¨² y las dedicadas a Duchamp, Malevich, Dal¨ª y Tinguely.
La exposici¨®n del Instituto V¨¦neto (hasta el 9 de julio), con una selecci¨®n de un centenar de obras de los artistas de la colecci¨®n personal de Pontus Hulten (www.pontushulten.it), ha sido organizada por Artemisia, con el historiador del arte Stefano Cecchetto como comisario y la colaboraci¨®n del Museo Moderno de Estocolmo, que en 2005 recibi¨® en donaci¨®n la colecci¨®n completa. Se presenta en el restaurado Palazzo Franchetti, en una zona llena de referencias del arte, con el Palazzo Loredan, que pondr¨¢ en marcha en 2008 el mismo Instituto V¨¦neto, la Galer¨ªa de la Academia, la Fundaci¨®n Guggenheim y el Palazzo Grassi, que vuelve a sus grandes muestras tras ser comprado por el empresario franc¨¦s y coleccionista de arte Fran?ois Pinault, y la reforma del arquitecto japon¨¦s Tadao Ando.
Pontus Hulten se?ala que su colecci¨®n no responde a ning¨²n proyecto o m¨¦todo, s¨®lo ha sido "un conjunto de circunstancias fortuitas", a lo largo de varios a?os y en diversas partes del mundo. Su vida est¨¢ marcada por ciudades de agua, como Estocolmo, Los ?ngeles y Venecia, donde su colecci¨®n se form¨® en contacto con los artistas, que tambi¨¦n realizaron con sus obras homenajes al amigo y al cr¨ªtico. El comisario, Stefano Cecchetto, explica en el cat¨¢logo que la caracter¨ªstica m¨¢s significativa de Hulten es "estar siempre presente en los lugares donde se est¨¢ haciendo la historia". Pone como ejemplos el Par¨ªs del Pompidou de los a?os setenta, en el que conoce a Brancusi, Tinguely, Ernst, Duchamp, Francis, Nik¨¦ de Saint Phalle, Ruscha y Horn, y los Estados Unidos de finales de los cincuenta, con el dominio del expresionismo abstracto pero con el empuj¨®n de una nueva generaci¨®n de artistas, los del pop, con las nuevas amistades de Warhol, Rauschenberg, Oldenburg y Jasper Johns.
Este hombre que dedic¨® su tesis doctoral a Vermeer y Spinoza, publicada en 2002, interpreta las grandes corrientes art¨ªsticas del siglo de la modernidad. Ahora descubre su colecci¨®n de arte como una visi¨®n del mundo. Una primera parte est¨¢ dedicada a los amigos de Hulten, relaciones entre artistas y cr¨ªtico que se expresan en cuadros, instalaciones o fotograf¨ªas de Francis, Oldenburg y Van Bruggen, Warhol, Rauschenberg, Tinguely, Ruscha o Horn. Una segunda secci¨®n est¨¢ dedicada a una galer¨ªa de retratos del propio Hulten como visi¨®n art¨ªstica, realizados por Matta, Jones, Kowalski, De Maria y otros, para terminar con el espacio m¨¢s ¨ªntimo y secreto, con dise?os y objetos de Malevich, Duchamp, Picabia, Ernst, Brancusi, Vedova y Buren.
El montaje incluye v¨ªdeos de pel¨ªculas realizadas por Hulten en los a?os cincuenta con una intenci¨®n de experimentar en la animaci¨®n y la narraci¨®n f¨ªlmica. El cat¨¢logo (publicado por Skira) recoge testimonios de Jean Clair, que cuenta la energ¨ªa que dedic¨® a varios proyectos, como la exposici¨®n Par¨ªs-Mosc¨²; Carlo Montanaro, sobre sus pel¨ªculas, y del comisario. En las tres secciones de la muestra hay un recorrido visual a trav¨¦s de fotograf¨ªas de los montajes de exposiciones, performances de Claes Oldenburg, encuentros con los artistas y personajes del arte que marcan la historia del arte del siglo XX.
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