"La ¨²nica soluci¨®n es que el Estatuto de Catalu?a no se aplique"

"Estoy trabajando para ganar y puedo ganar", afirma Mariano Rajoy, de 51 a?os, Santiago de Compostela (A Coru?a), en la sede de su partido en Madrid cuando se le pregunta c¨®mo encara las pr¨®ximas elecciones generales. El l¨ªder del PP descarta que la cita electoral de dentro de dos a?os sea la ¨²ltima oportunidad de su carrera pol¨ªtica y confiesa su voluntad de seguir al frente de su partido aun en caso de derrota. "Si mi partido me apoyara, por supuesto", asegura.

Pregunta. Esta semana ha presentado cuatro millones de firmas en el Congreso para promover un refer¨¦ndum sobre las competencias del Estado. ?Y ahora, qu¨¦?

Respuesta. Defender¨¦ la proposici¨®n de ley en las Cortes. La proposici¨®n tiene todo el sentido del mundo: igual que se llam¨® a los espa?oles a opinar sobre la Constituci¨®n europea, me parece que debe llam¨¢rseles a pronunciarse sobre si estamos de acuerdo con lo que acordamos en el a?o 1978: que Espa?a sea una naci¨®n y los espa?oles sean iguales en derechos y deberes. Y al mismo tiempo plantear¨¦ la necesidad de que el Tribunal Constitucional se pronuncie antes de la celebraci¨®n del refer¨¦ndum catal¨¢n. Ya nos han anunciado que no nos van a votar, pero a m¨ª cuatro millones de personas me han dado su apoyo y voy a ir a las Cortes a defender algo en lo que creo. Es el mayor error del partido socialista en estos dos a?os de legislatura.

"Voy a apoyar al Gobierno para acabar con ETA, y a partir de ah¨ª, ninguna contrapartida pol¨ªtica"

"Con el Estatuto se trata de liquidar por la puerta de atr¨¢s el modelo constitucional aprobado en 1978"

"El presidente ha intentado excluir al Partido Popular de los grandes acuerdos nacionales y yo tengo la obligaci¨®n de reproch¨¢rselo"

"Se est¨¢n haciendo leyes que son ininteligibles, anticonstitucionales, incumplibles. Se est¨¢ enga?ando a la gente"

"Ya es la cuarta tregua. Hasta que no tengamos claro que ETA deja definitivamente las armas, no soy partidario de tomar ninguna medida"

"Tengo un equipo mucho mejor que el Gobierno desde el punto de vista de su capacidad profesional y para ejercer una actividad de gobierno"

"Los actuales dirigentes pol¨ªticos catalanes son lo peor que ha habido desde 1977. La irresponsabilidad con la que han actuado pasar¨¢ a la historia"

"Nunca he puesto en tela de juicio la legitimidad del triunfo de nadie, ni lo har¨¦. En mi partido, tampoco. Yo soy el presidente de mi partido"

P. ?Qu¨¦ tiene que decir a lo que declar¨® la vicepresidenta de que en el camino de las firmas se han dejado seis millones de votos?

R. Pues que revela una curiosa forma de entender la democracia. Eso es democracia a tope.

P. El Gobierno ha dicho que esta iniciativa es inconstitucional.

R. No lo es y el Gobierno lo sabe.

P. Pero la convocatoria de refer¨¦ndum exige que el Gobierno haga suya la iniciativa.

R. Es una decisi¨®n que corresponde al presidente del Gobierno y puede negarse a convocarlo, pero nosotros no hemos pedido que se someta a votaci¨®n el Estatuto catal¨¢n. Eso s¨ª que no se podr¨ªa someter a votaci¨®n en toda Espa?a, pero s¨ª la opini¨®n sobre un tema concreto. Es algo absolutamente democr¨¢tico que s¨®lo debe usarse en circunstancias muy especiales, y ¨¦sta lo es, porque se est¨¢ tratando de liquidar por la puerta de atr¨¢s el modelo constitucional que nos dimos en 1978.

P. Ha anunciado que en septiembre plantear¨¢ una reforma constitucional para delimitar las competencias del Estado que sean intransferibles. ?No es aventurado proponer reformas constitucionales desde la oposici¨®n, cuando se est¨¢ en minor¨ªa y sin aliados en el Parlamento?

R. Lo que es Espa?a, las competencias del Estado y en qu¨¦ se gasta su dinero el Estado son decisiones que corresponden al conjunto de los espa?oles. Y lo que estamos haciendo ahora es fijar las competencias del Estado desde los estatutos de autonom¨ªa. Por ejemplo, el Estatuto catal¨¢n, y lo quiere copiar el andaluz, establece sus propias competencias, las blinda, define lo que es la legislaci¨®n b¨¢sica del Estado y adem¨¢s decide que participa en las grandes decisiones que todav¨ªa le quedan al Estado. Es disparatado. Estamos haciendo una reforma constitucional encubierta desde las comunidades aut¨®nomas. El Gobierno nos plantea cuatro reformas constitucionales: sobre la sucesi¨®n a la corona, sobre el Senado y sobre otros dos temas menores. Pero la reforma constitucional necesaria de verdad es establecer que las reformas de estatutos de autonom¨ªa se hacen por mayor¨ªa de dos tercios. Segundo, la supresi¨®n de la disposici¨®n adicional de Navarra 25 a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n. Y tercero, fijar con claridad las competencias del Estado, que es lo que se est¨¢ haciendo por ejemplo en Alemania. Mi posici¨®n pol¨ªtica es que ahora o dentro de 10 a?os, cuando nos demos cuenta del disparate que estamos haciendo, tendremos que fijar con claridad lo que el Estado no puede ceder de ninguna manera.

P. ?Pero no ser¨ªa l¨®gico que la gesti¨®n de las competencias se hiciera en un Senado reformado?

R. No. Es mucho m¨¢s importante fijar las competencias del Estado. En este momento se habla mucho de reforma del Senado, el Consejo de Estado ha dado hasta siete alternativas y nadie ha dicho en qu¨¦ tiene que consistir la reforma del Senado, ni para qu¨¦ ni cu¨¢l es el objetivo, ni cu¨¢les son las funciones. Lo que hay que potenciar es la soberan¨ªa nacional, representada en las Cortes generales. Eso es lo prioritario. La ¨²nica propuesta clara de reforma del Senado la intentaron los nacionalistas. Y lo que se atribu¨ªan era un derecho de veto sobre aquellas leyes que afectasen a su territorio, que son exactamente todas. No lo consiguieron porque no lo aceptamos algunos, y ese derecho de veto lo logran ahora con el Estatuto de autonom¨ªa de Catalu?a que se va a aplicar.

P. El Gobierno de Aznar, al que usted pertenec¨ªa, cedi¨® soberan¨ªa fiscal a las autonom¨ªas, y ahora, cuando las comunidades aut¨®nomas plantean nuevas demandas, recurre a un discurso catastrofista.

R. No, no. Yo me creo el modelo auton¨®mico y lo he defendido. He sido vicepresidente de la Xunta de Galicia, he presidido la comisi¨®n de transferencias y participado en debates de financiaci¨®n como responsable en este partido durante seis a?os de estos temas y como ministro de Administraciones P¨²blicas. Ahora bien, una cosa es hacer un modelo descentralizado y otra es dejar al Estado sin competencias y sin recursos financieros, que es a lo que vamos. Nosotros cedimos, efectivamente, una parte del impuesto de la renta de las personas f¨ªsicas, pero eso no tiene nada que ver con lo que se ha aprobado para Catalu?a. Ahora, en el Estatuto de Catalu?a se establece que las inversiones del Estado se financien en funci¨®n del producto interior bruto de las comunidades, pero a la vez los mismos que aprueban ese estatuto est¨¢n aprobando en Andaluc¨ªa que las inversiones del Estado se decidir¨¢n en funci¨®n de la poblaci¨®n. Y tendremos estatutos que nos digan que las inversiones del Estado se decidir¨¢n en funci¨®n de las islas o de otras cosas. Eso nunca lo aceptar¨¦: la decisi¨®n b¨¢sica de en qu¨¦ invierte sus recursos el Estado la tienen que tomar las Cortes Generales, porque el origen de los Parlamentos est¨¢ precisamente para discutir y para decidir qu¨¦ se hace con el dinero de los contribuyentes.

P. ?Si recupera el poder va a proponer una vuelta atr¨¢s en el Estatuto de Catalu?a?

R. Muchas de las cosas que est¨¢n aprobadas en el Estatuto de autonom¨ªa no se van a poder aplicar. El drama es que hemos hecho un estatuto que no solamente es anticonstitucional, sino que es ininteligible en buena parte de sus aspectos, inaplicable, y adem¨¢s es p¨¦simo para el conjunto de los ciudadanos. ?Y quiere que le diga en qu¨¦ va a terminar toda esta historia? Pues que la ¨²nica soluci¨®n es que el estatuto no se aplique.

P. Sucedi¨® con el PSOE y despu¨¦s con el PP. Cada vez que un Gobierno acuerda traspasar ingresos a las comunidades aut¨®nomas, el partido que est¨¢ en la oposici¨®n lo considera poco menos que un riesgo para el Estado, y cuando llega al Gobierno vuelve a ahondar en esa direcci¨®n.

R. Pero aqu¨ª estamos hablando de que se crea una nueva naci¨®n y se establece un modelo de relaci¨®n bilateral que es el cl¨¢sico de un modelo confederal. Adem¨¢s, es una relaci¨®n bilateral donde no hay reciprocidad, porque las Cortes no pueden intervenir en las competencias de la Generalitat. Se blindan las competencias de la Generalitat y se le quitan competencias al Estado. Se aumenta la participaci¨®n de Catalu?a en el impuesto de la renta, en el IVA y en los impuestos especiales, pero eso se fija en un estatuto cuando esas decisiones se deben tomar en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera. La principal cr¨ªtica que hay que hacerle a este estatuto es que se nos est¨¢ organizando el Estado desde una parte del Estado. Se est¨¢n haciendo leyes ininteligibles, anticonstitucionales, incumplibles. Se est¨¢ enga?ando a la gente.

P. La estrategia que defienden les ha llevado a quedarse solos, sin enclave en otros partidos peque?os. Eso les condena a ganar por mayor¨ªa absoluta para poder gobernar. ?No le preocupa?

R. Si yo hubiera aprobado el plan Ibarretxe, se hubiera quedado solo el PSOE. Cuando se nos argument¨® que "el 90% del Parlamento catal¨¢n ha aprobado esto", podr¨ªa haber dicho "yo tambi¨¦n lo apruebo y, adem¨¢s, no admito enmiendas". ?El Partido Popular habr¨ªa hecho un servicio a nuestro pa¨ªs? Es muy f¨¢cil decir que nos hemos quedado solos.

P. En el momento m¨¢s complicado de la negociaci¨®n del Estatuto de Catalu?a, el PP igual¨® al PSOE en las encuestas y ahora la distancia vuelve a ser de ocho puntos. ?C¨®mo explica este cambio de la opini¨®n p¨²blica?

R. Hace tiempo que he decidido que no soy un comentarista ni un analista de encuestas. He visto que perd¨ªamos las elecciones europeas por 11 puntos y las perdimos por dos; gan¨¢bamos las elecciones generales por mayor¨ªa absoluta seg¨²n el CIS y vimos el resultado. Tengo que defender posiciones en las que cree mucha gente. Y en la defensa de la naci¨®n espa?ola, de la igualdad de los espa?oles y del modelo constitucional de 1978 cree una inmensa mayor¨ªa. Yo, desde luego, creo. Los actuales dirigentes pol¨ªticos catalanes son lo peor que ha habido en Espa?a desde el a?o 1977. La irresponsabilidad con la que han actuado ellos y el se?or Rodr¨ªguez Zapatero, que les ha apoyado, pasar¨¢ a la historia.

P. ?Cu¨¢l es su posici¨®n en el nuevo momento pol¨ªtico que se ha abierto tras el alto el fuego de ETA y despu¨¦s tambi¨¦n de los atentados vividos el pasado fin de semana?

R. Mi posici¨®n es la siguiente: primero, voy a apoyar al Gobierno para acabar con ETA; segundo, se han producido algunos acontecimientos en los ¨²ltimos d¨ªas que son muy negativos. Lo ocurrido en Bara?¨¢in, lo ocurrido en Getxo y las cartas a empresarios navarros y vascos son datos negativos, pero son peores algunas declaraciones de representantes del Gobierno, empezando por su presidente. He echado en falta unas palabras de cari?o y de ¨¢nimo al concejal de Bara?¨¢in o a la Uni¨®n del Pueblo Navarro. No me gusta que se diga que el se?or Otegi trabaja mucho por la paz. El se?or Otegi es un delincuente. No nos enga?emos, no est¨¢ en la c¨¢rcel porque ha habido una fianza y no est¨¢ ahora porque el fiscal no lo ha pedido. No me gusta que se hable de proceso de paz. Habr¨¢ que hablar de fin de una organizaci¨®n terrorista y de que mucha gente honrada recupere la libertad.

P. Si el alto el fuego permanente se confirma...

R. Lo m¨¢s importante es constatar la decisi¨®n irreversible de ETA de dejar las armas, porque ETA no tiene el beneficio de la duda. Los dem¨¢s, s¨ª; ETA, no. Ya es la cuarta tregua de la que hablamos y hasta que no tengamos claro que ETA deja definitivamente las armas, no soy partidario de tomar ninguna medida. No tiene por qu¨¦ moverse el Estado de derecho; el que tiene que moverse es el que mata y el que incumple la ley. Esta situaci¨®n requiere mucha prudencia, mucho realismo, y algunos miembros del Gobierno deber¨ªan hablar un poquito menos, y cuando hablen, intentar transmitir un poco de firmeza y convicci¨®n.

P. ?Se siente suficientemente informado por el presidente del Gobierno?

R. Me siento informado de lo que me quiere informar el presidente del Gobierno. Lo importante es que me informe de lo sustancial. La pregunta m¨¢s relevante que le hice en la reuni¨®n que mantuvimos fue: "?Usted tiene alg¨²n compromiso con ETA?". Me dijo que no. Pero mi posici¨®n est¨¢ muy clara. La fij¨¦ el primer d¨ªa. Me ha llamado un par de veces despu¨¦s de la ¨²ltima reuni¨®n que tuvimos y lo ¨²nico que me ha dicho es que las cosas iban bien y que no se detectaba nada raro. Tambi¨¦n me telefone¨® para explicarme lo de Bara?¨¢in.

P. En el ¨²ltimo debate del estado de la naci¨®n, su partido decidi¨® no apoyar la declaraci¨®n del Congreso sobre la eventual apertura de un proceso de negociaciones en el caso del fin de la violencia. ?Cu¨¢l ser¨¢ la posici¨®n del PP si se plantea un paso m¨¢s hacia la negociaci¨®n?

R. Hoy lo ¨²nico que hay que hacer es verificar si hay una decisi¨®n irreversible de ETA de dejar las armas. Y a partir de ah¨ª, ninguna contrapartida pol¨ªtica. Ninguna es ninguna: ni Navarra, ni autodeterminaci¨®n, ni mesas. Nada. Si no, convertir¨ªamos al terrorismo en un instrumento para hacer pol¨ªtica. El Estado de derecho no deber¨ªa estar en tregua, no deber¨ªa estarlo ni el ministerio fiscal, ni la polic¨ªa ni la guardia civil. Llevamos seis meses casi sin detenciones. Lo apunto: seis meses. ?O es que le debe algo la sociedad espa?ola a ETA? Y, por supuesto, Batasuna no puede legalizarse si ETA existe, porque Batasuna es una organizaci¨®n terrorista. Y recuerdo una cosa: el mayor golpe que se ha dado en Espa?a al terrorismo ha sido la ley de partidos y la ilegalizaci¨®n de Batasuna. Lo que tenemos enfrente es una organizaci¨®n terrorista que lleva m¨¢s de 30 a?os matando, no un se?or que en palabras del presidente del Gobierno est¨¢ haciendo mucho por el proceso de paz, como es el se?or Otegi. Eso no se puede decir.

P. ?Piensa que fue un error que en 1999 el Gobierno del PP acudiera a un encuentro con la c¨²pula de ETA sin que hubiera suspendido la extorsi¨®n a los empresarios y la lucha callejera?

R. No creo que fuera un error. ETA declar¨® una tregua en el a?o 1998 porque, seg¨²n supimos luego, hab¨ªa llegado a un acuerdo con el PNV y la rompi¨® porque el PNV no lo hab¨ªa cumplido. El Gobierno no hab¨ªa tenido ning¨²n contacto con ETA. El presidente del Gobierno habl¨® entonces con los dirigentes pol¨ªticos y le dijo a la opini¨®n p¨²blica: "Quiero tener un encuentro con ETA para constatar la voluntad de ETA de dejar de matar". No para negociar; de hecho, no se negoci¨® nada. A m¨ª me parece bien que ahora el Gobierno constate que ETA tiene la voluntad definitiva de dejar las armas. Y no debe hacer nada hasta que no lo constate. Y eso es lo que le dije yo al presidente del Gobierno: "Te apoyo para esto, hazlo como veas. Nosotros lo hicimos en su d¨ªa". Pero hasta que eso no se produzca... Es que aqu¨ª vemos a los se?ores de Batasuna diciendo que lo que hay que constatar es que el Estado espa?ol y el franc¨¦s aceptan las decisiones que tomen los vascos en la mesa de partidos. Hay que decir con meridiana claridad que eso no es posible.

P. ?Qu¨¦ espera de la reuni¨®n del Pacto Antiterrorista a celebrar antes de que el presidente informe al Congreso?

R. El Pacto Antiterrorista tiene ante todo un valor simb¨®lico y pol¨ªtico. Cuando fui ministro de Interior y vicepresidente primero del Gobierno, los dirigentes del partido socialista estaban todo el d¨ªa en Interior. El se?or Zarzalejos y el se?or Rubalcaba establecieron un procedimiento para hablar, para pactar. Es que la Ley de Partidos fueron muchas horas trabajando juntos. Es que en 2002, cuando el se?or Zapatero veraneaba en Galicia y yo tambi¨¦n, decidimos poner en marcha la Ley de Partidos para promover la ilegalizaci¨®n. Pero en estos dos a?os se nos ha excluido de la pol¨ªtica antiterrorista. Ni se nos inform¨® ni se quiso compartir objetivos ni seguimientos. Lo f¨¢cil es decir que el PP se a¨ªsla; se nos expuls¨®. Estoy diciendo lisa y llanamente la verdad. Se hizo lo contrario de lo que hizo el PP y de lo que hice yo.

P. Si Rubalcaba fue un interlocutor aceptado, ?por qu¨¦ declara que no le merece confianza como ministro de Interior?

R. Voy a decir por qu¨¦: me parece que ¨¦ste no es momento de habilidades ni de listos, sino de principios y convicciones. Creo que su nombramiento es un error, pero si tengo que hacerlo, tratar¨¦ con ¨¦l.

P. Dice que no puede haber contrapartidas pol¨ªticas, pero ?caben medidas penitenciarias? El Gobierno de Aznar lo hizo.

R. Hubo algunos acercamientos de presos; casi todos fueron decisiones judiciales, no gubernamentales. Pero en este momento, el ¨²nico mensaje que podemos mandar el Gobierno y los dirigentes que queremos colaborar en este proceso es que tienen que dejar las armas irreversiblemente, y punto.

P. Una de las herencias positivas de los Gobiernos de Aznar ha sido su firmeza en la lucha antiterrorista. ?C¨®mo se compagina esto con la insistencia en tratar de ver la huella de ETA detr¨¢s del mayor atentado que ha tenido la historia de nuestro pa¨ªs?

R. ?se es un asunto ya superado. En fin, se va a abrir el juicio... Yo nunca he hecho esa afirmaci¨®n. Lo ¨²nico que digo en relaci¨®n con el 11-M, probablemente uno de los acontecimientos m¨¢s dram¨¢ticos que se han producido en Espa?a, es que nadie sabe en este momento qui¨¦n fue el autor intelectual, por qu¨¦ se hizo esto, c¨®mo se ha organizado esto. No lo s¨¦ yo, ni nadie lo sabe, ni el propio auto judicial lo deja claro. Lo ¨²nico que digo es que en un tema de estas caracter¨ªsticas, el Estado de derecho no puede bajar la guardia, debe trabajar para saber la verdad.

P. ?Mantiene dudas sobre manipulaci¨®n de pruebas mientras el PP a¨²n estaba en el Gobierno?

R. Hay cosas que se siguen publicando estos d¨ªas en los medios de comunicaci¨®n que es bueno que se aclaren. No digo m¨¢s.

P. ?Le beneficia a su futuro pol¨ªtico tener un segundo nivel en el partido que, al menos en t¨¦rminos de imaginario popular, est¨¢ tan vinculado a los acontecimientos de los d¨ªas siguientes al 11-M?

R. Tengo un equipo mucho mejor que el Gobierno de Espa?a desde el punto de vista de su capacidad profesional y para ejercer una actividad de gobierno. Sinceramente, lo creo. Yo me he puesto a mirar hacia el futuro desde el d¨ªa siguiente a las elecciones generales. Es en lo que estoy. Yo hab¨ªa planteado un objetivo pol¨ªtico, que era seguir trabajando para mejorar el bienestar de los espa?oles, seguir acerc¨¢ndonos a la convergencia real con Europa, ver el mundo en el que estamos como uno de los gigantes econ¨®micos, mejorar la competitividad. Hab¨ªa puesto en la competitividad y la econom¨ªa el principio inspirador de nuestra acci¨®n de gobierno. ?se era mi objetivo y esto es exactamente lo que no ha hecho este Gobierno.

P. ?Acebes y Zaplana no fueron una herencia de Aznar?

R. El comit¨¦ ejecutivo de este partido lo hice yo en el congreso de octubre de 2004. He nombrado a quien me ha parecido oportuno. El partido, no hace falta que lo diga, lo dirijo yo.

P. A usted se le ve¨ªa m¨¢s en el centro pol¨ªtico antes que ahora que dirige el partido.

R. Siempre he sido una persona moderada, de centro, amigo de los pactos y los acuerdos. Presumo de haber participado en los dos grandes pactos auton¨®micos que se hicieron en Espa?a: en 1992, cuando est¨¢bamos en la oposici¨®n, y en 1996, ya en el Gobierno. Provocamos la reforma de estatutos de autonom¨ªa, desarrollamos el Estado de las autonom¨ªas, uno de los acuerdos entre el PSOE y el PP. Ofrec¨ª en el debate de investidura pactos en materia de terrorismo, de pol¨ªtica territorial, de pol¨ªtica exterior, y para los temas de pensiones y dependencia. La reflexi¨®n que tambi¨¦n es bueno hacer es qu¨¦ ha pasado estos dos ¨²ltimos a?os: lo que ha habido es un intento perfectamente dirigido de marginar al PP de las grandes decisiones nacionales. La decisi¨®n de hacer acuerdos con los nacionalistas no la discuto. Salvo en el tema de las reglas de juego. Acepto que se pacte hasta la pol¨ªtica educativa, otro de los terror¨ªficos errores de este Gobierno, que aprueba una ley y al d¨ªa siguiente cesa a la ministra. Las reglas de juego hay que pactarlas con el gran partido de la oposici¨®n. Y se ha hecho un esfuerzo para echar al PP de esos grandes acuerdos, que comenz¨® con aquel famoso Pacto del Tinell y est¨¢ por escrito. Y se ha echado al PP del Pacto Antiterrorista, aunque ahora se nos ha intentado recuperar. Y se ha expulsado al PP de los grandes acuerdos territoriales. He tenido que hacer intervenciones duras en el Congreso. ?C¨®mo no voy a hacerlo cuando se presenta el plan Ibarretxe en el cual un se?or anuncia que tiene el derecho a irse de Espa?a? ?C¨®mo no voy a hacer una intervenci¨®n dura en el caso del debate del Estatuto catal¨¢n? Lo que se ha hecho con la OPA contra Endesa...

P. ?Volver¨ªa a repetir la acusaci¨®n de que Zapatero ha traicionado a las v¨ªctimas?

R. Uno de los grandes errores del Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero ha sido provocar el mayor conflicto con las v¨ªctimas del terrorismo que nunca Gobierno alguno ha tenido. Es que el nombramiento de Peces-Barba, y lo terrible es que se lo dije, fue un enorme error. ?Por qu¨¦ no fue el se?or Rodr¨ªguez Zapatero al congreso de las v¨ªctimas?

P. El Gobierno ve detr¨¢s de eso la mano del PP.

R. Nosotros no hemos convocado las manifestaciones, las han convocado las v¨ªctimas del terrorismo. Por ejemplo, en la ¨²ltima convocatoria estaba toda la direcci¨®n del Partido Popular en Galicia, en un reconocimiento que le hac¨ªamos a Fraga, y tuvimos que alquilar un avi¨®n para poder estar en la manifestaci¨®n a las cinco de la tarde de un s¨¢bado.

P. ?Afronta las elecciones generales de dentro de dos a?os como si fuera la ¨²ltima oportunidad de su carrera pol¨ªtica?

R. No.

P. ?Y c¨®mo las encara entonces?

R. Estoy trabajando para ganar y puedo ganar. Para que alguien gane las elecciones se necesitan dos cosas: primero, que el Gobierno no lo haga bien, y segundo, que el que est¨¦ en la oposici¨®n y pueda ser la alternativa genere confianza y tenga credibilidad. Estoy trabajando, l¨®gicamente, en la segunda. Y creo que el Gobierno est¨¢ haciendo cosas absolutamente disparatadas.

P. Pese a que una vez anunci¨® que iba a moderar su discurso, su estrategia se caracteriza por la oposici¨®n dura. ?Tiene previsto un giro m¨¢s centrista seg¨²n se acerquen las elecciones?

R. Yo no tengo una posici¨®n dura. Defiendo la existencia de la Espa?a constitucional, que haya un Estado fuerte, con competencias, con recursos, le digo a la gente que vamos por un camino contrario al de la Uni¨®n Europea, los gigantes asi¨¢ticos y Estados Unidos. Vamos en direcci¨®n contraria a la de todos los pa¨ªses del mundo. Advierto, porque es mi obligaci¨®n y adem¨¢s la inmensa mayor¨ªa de la gente lo cree as¨ª, que Espa?a va hacia una confederaci¨®n y una liquidaci¨®n del modelo constitucional. Se ha querido aislar a un partido y cambiar el modelo de Espa?a porque se le ha ocurrido a un se?or.

P. Habla de exclusi¨®n, y desde su partido, dos a?os despu¨¦s, a¨²n se sigue cuestionando la legitimidad del triunfo socialista.

R. Jam¨¢s he dicho eso. El d¨ªa que perd¨ª las elecciones llam¨¦ al presidente del Gobierno y le felicit¨¦. Y la primera vez que me llam¨® a La Moncloa fui, y luego acud¨ª yo a pedirle un pacto en el tema de Espa?a. Se lo di por escrito. Me dijo que s¨ª y luego que no. Pongamos las cosas en su sitio: el presidente del Gobierno ha intentado excluir al PP de los grandes acuerdos nacionales. Tengo la obligaci¨®n de reproch¨¢rselo porque hay much¨ªsimos espa?oles que no est¨¢n de acuerdo con esto. Nunca he puesto en tela de juicio la legitimidad del triunfo de nadie, ni lo har¨¦. En mi partido, tampoco.

P. Asegura que trabaja para ganar, pero, si no lo consigue, ?se ha planteado seguir?

R. Si mi partido me apoyara, por supuesto. Estamos en un momento muy relevante de la historia de Espa?a y estamos perdiendo una gran oportunidad. Nos hab¨ªamos acercado 11 puntos a la convergencia real con Europa y los ¨²ltimos datos de 2004 indican que estamos retrocediendo. Tenemos una pol¨ªtica econ¨®mica propia de un don Tancredo y, en lugar de hacer lo que deber¨ªamos, nos estamos dedicando a preguntarnos de d¨®nde venimos y qui¨¦nes somos.