ETA moviliza a sus simpatizantes para que aporten dinero y eviten su asfixia econ¨®mica
La banda recurre a la venta de bonos por la ca¨ªda de ingresos por extorsi¨®n tras el alto el fuego
ETA ha movilizado a sus militantes legales y a sus simpatizantes m¨¢s fieles para que recauden dinero o lo pongan de su propio bolsillo a fin de evitar una posible asfixia econ¨®mica de la banda. La organizaci¨®n es consciente de que en el actual proceso de fin del terrorismo, en ausencia de atentados y de kale borroka, el miedo se ir¨¢ diluyendo y cada vez ser¨¢n menos los extorsionados que paguen el llamado impuesto revolucionario. ETA, de momento, prefiere no recurrir a su caja de reserva, por lo que ha optado por extender el sistema de venta de bonos, como los 90 de una partida de 400 reci¨¦n intervenidos.
ETA tiene unas necesidades econ¨®micas que las fuerzas de seguridad calculan en unos 120.000 euros mensuales. Adem¨¢s del cobro de rescate por secuestros, que en el pasado le report¨® las mayores sumas de dinero, la mayor v¨ªa de financiaci¨®n era la extorsi¨®n del llamado impuesto revolucionario. Para el cobro y gesti¨®n de este ¨²ltimo, la organizaci¨®n mont¨® "un sistema financiero propio desvinculado, aparentemente, del llamado aparato militar", seg¨²n fuentes antiterroristas. Esta separaci¨®n se hizo total tras el hallazgo en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, en septiembre de 2000, de "cuadros contables en los que se controlan los gastos".
En esta estructura se combinan formas legales e ilegales de gesti¨®n y recaudaci¨®n, que van desde los juegos ilegales de loter¨ªa, los negocios inmobiliarios y hosteleros, pasando por sociedades de gesti¨®n de capitales, seg¨²n un informe policial sobre las finanzas etarras. Sin embargo, en 2004 ETA tuvo que recurrir a sus fondos de reserva, al caer sus v¨ªas financieras, y entre 2005 y principios de 2006 perpetr¨® 21 atentados con bomba contra otras tantas empresas que se hab¨ªan negado a pagar el impuesto revolucionario o hab¨ªan dejado de abonarlo.
La exigencia del Gobierno de que no haya violencia ni extorsi¨®n durante el proceso de fin del terrorismo abierto ahora con el alto el fuego permanente de ETA ha llevado a la organizaci¨®n a ampliar sus medios de allegamiento de fondos. ETA tiene engrasado el sistema de venta de bonos, pero no exactamente entre sus simpatizantes. Miles de peque?os comercios de Euskadi y Navarra pagan o han pagado de forma mensual una contribuci¨®n a la banda, para evitar problemas en sus establecimientos, tal y como reconocen todos los servicios antiterroristas.
Este m¨¦todo de extorsi¨®n es directo: un conocido miembro de la izquierda radical abertzale deja un sobre en el local, con un recibo y la cantidad a pagar. D¨ªas despu¨¦s, se pasa a recoger los sobres. De esta manera recauda ingentes cantidades de dinero en cada localidad, que acaba en la estructura local af¨ªn a la banda y, el grueso de lo cobrado, en la direcci¨®n de la banda terrorista. ETA consegu¨ªa, al menos hasta antes del alto el fuego, unos 150.000 euros mensuales.
Dado que la banda no quiere volver a meter mano en su caja de reserva, al menos de momento, ha movilizado a los suyos a fin de que colaboren econ¨®micamente en el sostenimiento de la organizaci¨®n. A esto responde la venta de bonos de ETA. La Guardia Civil detuvo el 18 de abril a Ibon Me?ica Orue-Etxevarria, en cuyo coche fueron hallados 90 bonos de colaboraci¨®n con ETA, de 60 euros cada uno.
Los bonos, impresos en color y con marcas al agua, llevan el sello de ETA y la frase "bono de ayuda econ¨®mica para ETA". Curiosamente, en el coche hab¨ªa tambi¨¦n algo que algunas fuentes consideran productos de mercadotecnia terrorista: colgantes con el anagrama etarra de la serpiente enroscada en un hacha.
La venta de los bonos iba a efectuarse entre afines a la banda, entre quienes comparten la visi¨®n etarra. Papeles similares han sido hallados con anterioridad en txoznas (casetas), herriko tabernas (bares vinculados a Batasuna o entidades afines) y otros establecimientos promovidos por organizaciones del llamado entorno de ETA.
Los bonos son, efectivamente, uno de los m¨¦todos tradicionales de financiaci¨®n de la organizaci¨®n terrorista, pero las fuentes de la polic¨ªa y la Guardia Civil consultadas aseguran que se va a convertir en una de las claves financieras de la banda. De hecho, las fuentes consultadas subrayan que ETA pretende movilizar a los suyos para que se colaboren de forma peri¨®dica y sostenida con dinero de su bolsillo al actual periodo de fin del terror. "Vamos a encontrarnos con nuevos episodios de bonos, porque se han repartido decenas, quiz¨¢s m¨¢s de mil, pero tambi¨¦n de huchas petitorias en bares y otros sitios", aseguran mandos antiterroristas.
Me?ica, que llevaba el talonario de bonos desde una herriko taberna de Bilbao a otra de Zamudio, habr¨ªa recaudado con la venta de los boletos un total de 5.400 euros. Uno de los hechos que m¨¢s ha sorprendido a los investigadores es la colaboraci¨®n con Me?ica de Sandra Barrenetxea, cuyo historial est¨¢ limpio y cuyo nombre jam¨¢s ha salido a relucir en el curso de ninguna investigaci¨®n.
El detenido supuestamente habr¨ªa recogido un total de 400 de esos bonos para su reparto exclusivamente en la provincia de Vizcaya. Es decir, que cuando fue abordado por la Guardia Civil ya le quedaba s¨®lo el ¨²ltimo talonario. Fuentes del instituto armado estiman que la banda habr¨ªa repartido la misma cantidad en cada provincia del Pa¨ªs Vasco, lo que elevar¨ªa la cifra total de bonos a 1.200, por un valor de 72.000 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.