El fantasma del anexionismo resucita en Navarra
La derecha pretende debilitar al PSOE ante las auton¨®micas acus¨¢ndole de pactar con ETA la integraci¨®n del territorio foral
El viejo fantasma ha salido a pasear. Lo que de ¨¦l llama la atenci¨®n no es su manera antigua de meter miedo -?cuidado, navarros, que vienen los vascos!- sino que, tantos a?os despu¨¦s, siga provocando verdadero susto. Hace unos d¨ªas, el presidente navarro, Miguel Sanz, perteneciente a UPN, dijo saber de buena fuente que el Gobierno socialista estaba hablando con ETA de la integraci¨®n de Navarra en Euskadi. Y, a partir de ese momento, se dej¨® de hablar de otra cosa. Mariano Rajoy viaj¨® r¨¢pidamente a Pamplona para declarar que "Euskal Herria no existe" y que "Navarra es Navarra desde hace siglos" y el PSOE, por su parte, intent¨® achicar agua. Anunci¨® la visita inminente de la vicepresidenta primera del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, y el secretario de Organizaci¨®n, Alfonso Perales, procur¨® tranquilizar a los suyos garantiz¨¢ndoles que la ocurrencia de Sanz no era m¨¢s que "una mentira canalla e insidiosa".
Alfonso Perales: "La acusaci¨®n de que vamos a vender Navarra es una canallada"
Juan Cruz Alli: "UPN nos acus¨® de ser ambiguos y pasamos de 10 a 3 parlamentarios"
Pero pasan los d¨ªas y a los socialistas navarros no se les va el susto del cuerpo. La raz¨®n, mejor que ellos, la puede explicar Juan Cruz Alli, presidente del Gobierno de Navarra desde 1991 a 1995 y ahora l¨ªder de Convergencia de Dem¨®cratas de Navarra (CDN), partido que se define de centro progresista y que en la actualidad sostiene al gobierno de Miguel Sanz. "A nosotros", dice Alli, "nos hicieron desde UPN una campa?a terrible diciendo que ¨¦ramos ambiguos en el tema de Navarra cuando en nuestros estatutos ten¨ªamos claramente establecido nuestro compromiso con el proyecto de Navarra como comunidad diferenciada. Pero daba igual. Fueron a por nosotros y lo pagamos. Pasamos de 10 parlamentarios a tres. Que si lo pagamos. ?De 10 a tres!".
La hip¨®tesis de la integraci¨®n en Euskadi es un tema tab¨² en Navarra. Juan Cruz Alli se esfuerza en un ejercicio de s¨ªntesis hist¨®rica para explicar por qu¨¦: "El nacionalismo vasco nunca ha tenido peso pol¨ªtico en Navarra. De hecho, el estatuto vasco de la ¨¦poca de la Rep¨²blica se frustr¨® [en 1932 en Estella] porque la mayor¨ªa de nuestros ayuntamientos no lo secundaron. Y tambi¨¦n porque el carlismo, entonces la comuni¨®n tradicionalista, se separ¨® de ese proyecto. Y, a pesar de eso, yo, que procedo de familia carlista, puedo decir que el tema vasco y de Euskal Herria no creaba aqu¨ª ning¨²n inconveniente. No hab¨ªa problemas en considerar lo vasco como parte de lo navarro y de lo espa?ol. Sin embargo, durante la Transici¨®n todo se radicaliz¨® mucho. La Marcha de la libertad fue muy negativa".
No es el ex presidente Alli el ¨²nico que ve en aquella marcha -celebrada en el verano de 1977- el pecado original de las relaciones entre Euskadi y Navarra. Seg¨²n cuentan las cr¨®nicas de entonces, unos 100.000 vascos -entre ellos algunos miles de navarros abertzales- concluyeron en la campa de Arazuri, a seis kil¨®metros de Pamplona, la llamada Marcha de la libertad, organizada por Telesforo Monz¨®n, ex ministro del Gobierno vasco y en la que participaron 15 miembros extra?ados de ETA. "Aquel intento de presionar a Navarra desde Euskadi", explica Juan Cruz Alli, "fue un gran error estrat¨¦gico. Demostraron que no entend¨ªan Navarra. Yo despu¨¦s se lo he dicho a dirigentes nacionalistas muy significados. Parece mentira que pensarais que, presionando, Navarra se doblegar¨ªa. ?No sab¨¦is como se meten 100 navarros en un seiscientos? Pues dici¨¦ndoles dos cosas: una, que no caben; y la otra, que no tienen cojones para hacerlo. El radicalismo antivasco va por zonas -es mucho mayor de Tafalla hacia abajo- pero en general sigue latente. Y cuando se producen situaciones de cierta incertidumbre de riesgo -se ve que se va a negociar con ETA y que ETA con toda seguridad va a pedir algo que afecte a Navarra- la gente reacciona. Estos d¨ªas he tenido que ir a algunos funerales y varios me han dicho: 'Venga, Alli, no os dej¨¦is comer por estos vascos".
El viejo fantasma que dej¨® a Alli con tres diputados tiene ahora preocupado a los socialistas. Alfonso Perales, el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, explica la situaci¨®n de una manera muy gr¨¢fica: "Es descabellado pensar -y UPN lo sabe- que al PSOE ni a nadie se le puede ocurrir integrar a una comunidad en otra, y mucho menos manu militari. En Espa?a hay 17 comunidades y en ninguna hay marcha atr¨¢s. Pero sin duda Miguel Sanz hace esa acusaci¨®n porque le es rentable. Imaginemos que un partido en Murcia acusa a otro de estar trabajando bajo cuerda para los valencianos o para los andaluces... Como es l¨®gico, ese partido desaparecer¨ªa. Aqu¨ª hay un partido muy importante, UPN, que se?ala al otro con el dedo diciendo: 'miren, esos son sospechosos de estar traicionando a Navarra para entregarla a Euskadi'. Nuestra ¨²nica posibilidad es defendernos y nuestro mejor aliado es el tiempo. ?l demostrar¨¢ que Zapatero nunca suscribir¨ªa un pacto para traicionar a Navarra".
A la espera de que el tiempo hable, una de las ocupaciones que va ganando adeptos es la pol¨ªtica ficci¨®n. "Aqu¨ª se piensa", explica Manuel Pulido, ex letrado mayor del Parlamento de Navarra y en la actualidad asesor jur¨ªdico del presidente Sanz, "que puede haber un precio pol¨ªtico. Se habla de un refer¨¦ndum aprovechando la reforma de los estatutos o de intentar reabrir la idea del ¨®rgano com¨²n permanente. De cualquier forma, todo pasar¨ªa por un cambio electoral. Si no hay cambio electoral, no hay cambio de gobierno. Y si no hay cambio de gobierno, aqu¨ª no va a pasar nada...".
Ese, y no otro, parece ser el quid de la cuesti¨®n. Miguel Sanz acaba de lanzar, a un a?o de las elecciones, el mensaje a los votantes de que s¨®lo ¨¦l mantendr¨¢ Navarra a salvo de los tent¨¢culos de Euskadi.
Pernando Barrena es navarro y uno de los portavoces de Batasuna. El viernes, cuando habl¨® con este peri¨®dico, acababa de enterarse de que el juez Grande Marlaska le acababa de prohibir viajar a Irlanda en compa?¨ªa de Arnaldo Otegi. Dice Juan Cruz Alli que a ¨¦l le gustar¨ªa que "el Gerry Adams de este proceso" fuese Barrena. "Es una persona inteligente", dice el ex presidente navarro, "con formaci¨®n y con cintura pol¨ªtica".
Barrena dice estar seguro de cu¨¢l es la estrategia que intenta el presidente Sanz al hablar de un pacto secreto entre el Gobierno y ETA. "Yo creo que no hay nada pactado. Y adem¨¢s pienso que Sanz est¨¢ invent¨¢ndose todo eso porque quiere poner en situaci¨®n de prevengan a toda su parroquia. Sanz defiende esa l¨ªnea pol¨ªtica espa?olista a ultranza y que ve el futuro de Navarra ¨²nica y exclusivamente unido a un proyecto muy rancio que es el que defiende el PP en el resto del Estado".
Sostiene Barrena que en Navarra hay un d¨¦ficit democr¨¢tico mayor que en otras comunidades: "Lo ¨²nico que decimos es que Navarra tambi¨¦n tiene que decidir su relaci¨®n con el Estado. A partir de ah¨ª -el c¨®mo se hace, con qu¨¦ modelo de futuro...- eso s¨®lo los navarros pueden decidirlo. Ni el Gobierno espa?ol, ni UPN, ni Batasuna... Nosotros tenemos nuestro proyecto estrat¨¦gico, que es un proyecto independentista en Europa, pero s¨®lo se podr¨¢ llevar a cabo si la poblaci¨®n lo apoya mayoritariamente. Pero eso es igual aqu¨ª que en Pernambuco...".
El portavoz de Batasuna a?ade: "El se?or Sanz no tiene ni repajolera idea de qu¨¦ hablan ETA y el Gobierno. Nosotros en teor¨ªa podr¨ªamos saberlo m¨¢s f¨¢cilmente que ¨¦l y no lo sabemos. Pero es que adem¨¢s tenemos la convicci¨®n de que ETA y el Gobierno no tienen que abordar ning¨²n esquema pol¨ªtico. Ellos tienen que darle salida a las consecuencias del conflicto: desmilitarizaci¨®n, presos y v¨ªctimas. A partir de ah¨ª todo lo dem¨¢s corresponde a los partidos pol¨ªticos. Pero Sanz dice lo que dice porque quiere asustar a los navarros".
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