Dos bodas y un parque m¨®vil sin seguro
La gestora que gobierna Marbella se topa con una n¨®mina para 3.000 empleados, casi como el Ayuntamiento de M¨¢laga
Diego Reyes, presidente de la gestora que regir¨¢ el pol¨¦mico Ayuntamiento de Marbella durante un a?o, acept¨® que su primera actuaci¨®n fuera la de saludar a los componentes de lo que quedaba de corporaci¨®n, antes de procederse a la toma de posesi¨®n. Fue un acto amable, que tuvo su lado simp¨¢tico. Llegados a una sala contigua al despacho de la alcald¨ªa, Diego Reyes hizo adem¨¢n de sentarse en la silla presidencial cuando fue advertido por quien en ese momento era todav¨ªa alcalde en funciones, el ex futbolista Tom¨¢s Re?ones. "No se siente ah¨ª", le dijo, "los que lo han hecho hasta ahora han acabado mal. Ese sill¨®n est¨¢ maldito". Diego Mart¨ªn Reyes se qued¨® parado, se lo pens¨®, y se sent¨® al otro lado de la mesa.
Los primeros mil euros de gasto fueron para cambiar las llaves de algunos despachos
Una semana es poco tiempo para hacer balance de una gesti¨®n municipal, pero sobre los 16 hombres y mujeres que forman la gestora del Ayuntamiento de Marbella se centran, por razones que a nadie se le escapa, todas las miradas. La gestora es ahora mismo un inestable gobierno de concentraci¨®n nacional, con representantes de todos los partidos pol¨ªticos representados en Andaluc¨ªa (PSOE, PP, IU y PA). Su objetivo es poner orden en Marbella en el plazo de un a?o. La tarea no es sencilla.
Los primeros pasos han sido incipientes, porque se mezclan la toma de decisiones urgentes con la propia gesti¨®n de la rutina municipal. La gestora dispone de un reglamento de funcionamiento que debe dar respuesta a numerosas cuestiones que se puedan ir planteando. Por ejemplo, una muy simple: ?puede una gestora celebrar matrimonios? La respuesta fue afirmativa y el martes pasado, a la una de la tarde, el presidente, Mart¨ªn Reyes, celebr¨® su primera boda. "Hemos decidido que no sea yo el ¨²nico que lo haga y que nos vayamos rotando. Ya hemos celebrado una segunda boda. Lo que s¨ª hice fue pedirle a los novios que me enviaran una foto como recuerdo".
La boda fue la an¨¦cdota m¨¢s agradable de la primera semana de la gestora, porque todo lo dem¨¢s no ha sido m¨¢s que un c¨²mulo de problemas que retratan de alguna manera la dificultad de la tarea y el caos que atravesaba el consistorio. En pocas horas, los asuntos pendientes se agolparon sobre los diferentes delegados, pero uno de esos asuntos adquiri¨® el car¨¢cter de urgente: una buena parte de los veh¨ªculos municipales circulaban sin seguro por las calles de Marbella. La p¨®liza hab¨ªa caducado y el anterior consistorio no la hab¨ªa abonado. Entre los veh¨ªculos hab¨ªa autobuses escolares y coches de bomberos. As¨ª que la primera decisi¨®n de la gestora fue negociar una nueva p¨®liza con la compa?¨ªa de seguros.
Otras carencias resultaron menos dram¨¢ticas: escaseaba el papel en el gabinete de prensa y la tinta en las impresoras de los departamentos. El presidente solicit¨® un ordenador en su despacho y la gesti¨®n dur¨® un tiempo. Conseguidos los aparatos, apareci¨® un nuevo problema: el ordenador no ten¨ªa procesador de textos y la impresora no funcionaba. Tambi¨¦n le faltaba tinta. Hicieron falta varios d¨ªas para que el equipo funcionase correctamente.
Los primeros 1.000 euros de gasto municipal fueron a parar al cerrajero. La decisi¨®n parec¨ªa l¨®gica a la vista de algunos antecedentes, as¨ª que se cambiaron las cerraduras de algunos despachos. Porque justo unos d¨ªas despu¨¦s de la operaci¨®n policial, el Ayuntamiento sufri¨® un robo muy particular: unos individuos entraron en una dependencia y se llevaron documentaci¨®n escondida en una habitaci¨®n. El robo se hizo a la luz del d¨ªa, con todo descaro, con una furgoneta aparcada a la salida, aprovechando que la gente pens¨® que se trataba de polic¨ªas en busca de m¨¢s documentos. No fueron polic¨ªas y tampoco hay constancia de qu¨¦ documentos se llevaron.
La gestora determin¨® que todos los departamentos hagan una primera evaluaci¨®n de las necesidades m¨¢s urgentes, pero la primera gesti¨®n ten¨ªa que ser el pago de las n¨®minas del personal. "Por primera vez en 15 a?os se pagar¨¢n las n¨®minas con la correspondiente aportaci¨®n a Hacienda y a la Seguridad Social", reconoce Mart¨ªn Reyes.
Seg¨²n algunas fuentes, la cuant¨ªa de la n¨®mina mensual puede alcanzar los 11 millones de euros, pero la gestora no ha podido determinar todav¨ªa a cu¨¢ntos empleados asciende el personal municipal, entre funcionarios, contratados y asesores. ?ste ser¨¢ uno de los asuntos m¨¢s peliagudos que tendr¨¢ que afrontar la gestora, porque el Ayuntamiento suma unos 1.300 funcionarios m¨¢s una cantidad que puede superar los 2.000 trabajadores entre el personal de las sociedades municipales creadas durante la etapa del mandato de Jes¨²s Gil y Gil. El n¨²mero de estas sociedades lleg¨® a alcanzar la cifra de 47 empresas, pero todos los c¨¢lculos se?alan que s¨®lo 9 permanecen activas. A¨²n as¨ª, algunas de estas empresas, como es el caso de Gerencia de Obras, dispone de unos 960 trabajadores.
Se da la circunstancia de que Gerencia de Obras ten¨ªa empleados en todos los departamentos municipales, algunos de ellos como responsables de los mismos. "Esa empresa actuaba casi como un ayuntamiento paralelo que impregnaba todas las dependencias municipales", comentaba una fuente de la gestora. En las empresas figuraban numerosas contrataciones que se han hecho, al parecer, sin seguir los procedimientos legales. Adem¨¢s de familiares de altos cargos en la etapa de Gil y de la alcaldesa Marisol Yag¨¹e, hab¨ªa una disparidad de salarios evidente, "con gratificaciones mensuales de hasta 160.000 euros".
La gestora no ha tenido tiempo material de poder analizar las n¨®minas, ni la idoneidad de las contrataciones, pero el volumen de personal de Marbella no resiste comparaciones. Marbella tiene casi tantos empleados como el Ayuntamiento de M¨¢laga, una ciudad de casi 600.000 habitantes, cinco veces superior. La desproporci¨®n es evidente: despu¨¦s de Sevilla y casi a la par de M¨¢laga, Marbella compite en igualdad de condiciones como uno de los tres municipios con m¨¢s personal de toda Andaluc¨ªa.
Primeras bajas y moral fr¨¢gil
La primera semana de actuaci¨®n de la gestora ha sido una experiencia lo suficientemente intensa como para que la mayor¨ªa de sus miembros sean conscientes de que el lugar m¨¢s convulso de Espa?a no va a dejar de serlo de inmediato.
La primera pol¨¦mica salt¨® en la misma composici¨®n de la gestora. Se nombr¨®, a propuesta del PP, a Salvador Guerrero como delegado de Hacienda, un abogado que llevaba la defensa de uno de los imputados en la Operaci¨®n Malaya. Guerrero dimiti¨® nada m¨¢s ser tomar posesi¨®n por entenderse que se produc¨ªa una presunta incompatibilidad. Ahora, aparece otra pol¨¦mica alrededor de Rafael Duarte, por sus asesoramientos en el Ayuntamiento de Manilva (M¨¢laga), cuyo alcalde fue detenido y encarcelado por sus conexiones con la red de blanqueo que puso de manifiesto la Operaci¨®n Ballena Blanca. Lo m¨¢s probable, seg¨²n las fuentes consultadas, es que Duarte deje el cargo en breves fechas.
Estos dos incidentes han minado la moral de la gestora, seg¨²n reconocen algunos de sus componentes, porque abundan los rumores de nuevas investigaciones sobre el pasado de sus miembros. "Hay mucha gente interesada en que fracasemos y muchos intereses en nuestra contra, pero se trata de una oportunidad ¨²nica para los partidos pol¨ªticos", dice uno de sus miembros, "no debemos desaprovecharla, porque aqu¨ª puede aparecer en cualquier momento un partido independiente de dudosa procedencia que quiera sacar partido de nuestras desavenencias o de nuestros errores".
La gestora se hab¨ªa comprometido ante grupos ecologistas y asociaciones vecinales a retirar buena parte de las casi 700 impugnaciones a decisiones de la Junta y de los juzgados en materia urban¨ªstica. Adem¨¢s, hab¨ªa decidido tambi¨¦n hacer cumplir algunos decretos de la anterior alcald¨ªa que decretaban la paralizaci¨®n de una serie de obras. "Por extra?os motivos, y a pesar de que era una decisi¨®n firmada por la alcaldesa, resulta que esas obras no se paraban", comenta un miembro de la gestora.
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