El hombre que m¨¢s sab¨ªa de Francia
El general Rondot, clave en el esc¨¢ndalo, es un h¨¦roe de la Rep¨²blica
El general Philippe Rondot, cuyo testimonio en el caso Clearstream amenaza con dinamitar la actual c¨²pula del Estado franc¨¦s, es un h¨¦roe de la Rep¨²blica, pilar de los servicios de inteligencia franceses hasta su pase a la reserva, con 69 a?os, el pasado 31 de diciembre.
En su haber, operaciones tan emblem¨¢ticas como la captura en Jartum (Sud¨¢n), sin disparar ni una sola bala, del legendario terrorista Vladlimir Ilich Ram¨ªrez, Carlos, drogado y trasladado a Francia en un avi¨®n militar en 1994. Especialista en Oriente Pr¨®ximo, se le atribuye un papel determinante en la liberaci¨®n de los rehenes franceses durante la guerra de L¨ªbano o en la negociaci¨®n con el palestino Abu Nidal que evit¨® a Francia m¨¢s de un atentado.
Su ¨²ltima haza?a fue la liberaci¨®n, hace menos de un a?o, a trav¨¦s de sus contactos en Jordania, de los dos periodistas franceses Christian Chesnot y Georges Malbrunot, capturados en Irak por un grupo insurgente.
En los ¨²ltimos tiempos, como coordinador, desde el Ministerio de Defensa, de las dos grandes agencias de informaci¨®n del Estado franc¨¦s, la Direcci¨®n General de la Seguridad Exterior (DGSE) -los servicios de espionaje- y la Direcci¨®n de Vigilancia del Territorio (DST) -el contraespionaje-, era el hombre que m¨¢s sab¨ªa en Francia.
Esta privilegiada situaci¨®n de vig¨ªa constitu¨ªa tambi¨¦n una especie de venganza y reivindicaci¨®n para este hombre, a quien los militares nunca perdonaron que a principios de la d¨¦cada de 1990 abandonara la DGSE -m¨¢s conocida como La Piscina- por la DST, dependiente del Ministerio del Interior.
Hijo de militar -su padre tambi¨¦n accedi¨® al generalato-, doctorado en Sociolog¨ªa, autor de varios libros sobre el mundo ¨¢rabe musulm¨¢n, Rondot ha hecho toda su carrera completamente al margen de los vaivenes pol¨ªticos, sin buscar padrinos en el poder de turno, actuando exclusivamente como servidor del Estado.
Fue miembro de los gabinetes de los ministros de Defensa socialistas Pierre Joxe (1991-1993) y Alain Richard (1997-2002), lo que no impidi¨® que se convirtiera en el hombre de confianza de la actual titular de Defensa, Mich¨¨le Alliot-Marie, y que entablara una relaci¨®n muy estrecha con Dominique de Villepin, iniciada hace m¨¢s de una d¨¦cada y desarrollada cuando ¨¦ste ocup¨® la cartera de Exteriores. Malas lenguas aseguran que -utilizando la terminolog¨ªa del mundo de los servicios secretos- el actual primer ministro fue en alg¨²n momento su "oficial de enlace".
S¨®lo esto explicar¨ªa que el actual primer ministro, siguiendo "instrucciones" del presidente Jacques Chirac, le confiara la peligrosa tarea de involucrar a su mayor enemigo, Nicolas Sarkozy, en un caso falso de corrupci¨®n, especialmente sabiendo que el actual ministro del Interior y presidente de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) -el partido de Chirac- ya hab¨ªa pasado por la plaza Beauvea, sede del Ministerio del Interior, y no se iba a dejar sorprender f¨¢cilmente.
Tambi¨¦n explicar¨ªa que no dijera nada cuando le interrogaron por primera vez los jueces Jean-Marie d'Huy y Henri Pons. Tuvieron que ense?arle el papelito que hab¨ªan encontrado en el registro de su despacho, que dec¨ªa: "Asunto pol¨ªtico: N. Sarkozy. Fijaci¨®n sobre N. Sarkozy (ref. Conflicto J. Chirac / N. Sarkozy)".
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