Villepin dice que no dimitir¨¢ y denuncia su "linchamiento" por el esc¨¢ndalo del espionaje

Tras un largo puente en el que meditar su estrategia, el primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, ha desplegado hoy su respuesta a las informaciones que le vinculan a un sucio esc¨¢ndalo de espionaje pol¨ªtico. Villepin ha dicho que no dimitir¨¢, puesto que no ha tenido nada que ver con ese supuesto montaje conocido como caso Clearstream, se ha puesto a disposici¨®n de la justicia para "responder a sus preguntas", y ha denunciado a la oposici¨®n por someterle a un "linchamiento p¨²blico".

El diario Le Monde desvel¨® el pasado viernes que el general Philippe Rondot, ex coordinador de los servicios de inteligencia franceses, declar¨® ante los jueces que investigan el caso que en junio de 2004 recibi¨® el encargo de Villepin, por entonces ministro de Asuntos Exteriores, de involucrar falsamente a varios pol¨ªticos en su investigaci¨®n sobre las posibles comisiones ilegales de la venta de unas fragatas de la empresa Thompson a Taiwan. Seg¨²n este testimonio, el primer ministro dijo haber recibido instrucciones al respecto del presidente franc¨¦s, Jacques Chirac. Entre los pol¨ªticos a los que implicar en esta trama figuraba el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy.

Chirac y sus delfines

El esc¨¢ndalo amenaza con destruir al partido gubernamental, la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), puesto que implica a sus tres hombres fuertes: Chirac, que a un a?o de las elecciones presidenciales a¨²n no ha desvelado sus intenciones con respecto a su futuro pol¨ªtico, y sus dos delfines, Villepin y Sarkozy, enemistados y enfrentados desde hace tiempo en una batalla subterr¨¢nea por la sucesi¨®n.

Tras el puente del D¨ªa del Trabajo, Villepin se ha convertido hoy en el protagonista indudable de la ma?ana. El Parlamento, que dedicara la ¨²ltima jornada antes del receso a desmantelar su reforma laboral (v¨ªctima de la presi¨®n popular en las calles), examina hoy la ley sobre inmigraci¨®n, la gran baza electoral de Sakozy. El primer ministro se re¨²ne esta ma?ana con los diputados de la UMP para luego someterse a la sesi¨®n de control al Gobierno en la Asamblea Nacional.

"Una campa?a de rumores"

"Nada justifica hoy mi salida del Gobierno", ha explicado el primer ministro en una entrevista concedida a la radio Europe 1. En su opini¨®n, ha sido v¨ªctima de "una campa?a de rumores" que trata de "desprestigiar su nombre" y el de la democracia francesa a partir de "declaraciones trucadas y hoy desmentidas". "Nuestra democracia se ha embalado con un petardo mojado" y debe "recuperar la sangre fr¨ªa", ha resumido Villepin, que no ha querido dejar de ligar el esc¨¢ndalo a la proximidad de las elecciones: "Desde hace d¨¦cadas se repite el mismo escenario. Un a?o antes de los comicios llegan los esc¨¢ndalos".

Pero Villepin no ha sido el ¨²nico en hablar para los medios de comunicaci¨®n. El general Rondot ha explicado al diario Le Figaro que el primer ministro nunca le orden¨® que espiara al responsable de Interior, aunque s¨ª reconoce que "el nombre de Sarkozy fue pronunciado en aquella conversaci¨®n". Seg¨²n Rondot, el 9 de junio de 2004 se reuni¨® en el Ministerio de Exteriores con Villepin y con el vicepresidente de EADS, Jean Louis Gergorin, que le entreg¨® un listado de personalidades y n¨²meros de cuentas secretas en la sociedad luxemburguesa Clearstream, que result¨® ser falso.

Popularidad por los suelos

"El nombre de Nicolas Sarkozy no fue evocado nunca en aquella reuni¨®n", responde Villepin en su entrevista en la radio, para explicar a continuaci¨®n: "Nunca tuve conocimiento ni vi ninguna lista. S¨®lo hice mi deber, nada m¨¢s que mi deber, y todo mi deber". Pero parece que los franceses no coinciden con ¨¦l: una encuesta publicada hoy por el diario Liberation indica que su popularidad ha ca¨ªdo al 20%, casi cerca del r¨¦cord absoluto que marc¨® en su d¨ªa la socialista Edith Cresson (18%). Preguntado al respecto, Villepin asegura que se debe al "malestar profundo del pa¨ªs en el plano social y su inquietud sobre el futuro".