Los directivos crecieron un 10% la pasada legislatura

El otro elemento en el control parlamentario sobre el crecimiento del gasto p¨²blico en representaci¨®n y viajes est¨¢ ¨ªntimamente ligado con el n¨²mero creciente de altos cargos y asimilados que tienen los departamentos y sociedades p¨²blicas paralelas que existen el entramado institucional.

De nuevo, la opacidad informativa preside la evoluci¨®n de los cargos de designaci¨®n en los diferentes departamentos del Ejecutivo, datos que van saliendo a cuentagotas de las consejer¨ªas gubernamentales y que finalmente s¨®lo se hacen p¨²blicos gracias a la labor preguntona de la oposici¨®n parlamentaria. O al trabajo de investigaci¨®n en la Universidad, en donde habr¨ªa que destacar la obra de referencia de la doctora en Ciencia Pol¨ªtica y de la Administraci¨®n, Adela Mesa, Administraci¨®n y altos cargos de la Comunidad Aut¨®noma Vasca, publicada por el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas en septiembre de 2000.

En este libro se revela, bas¨¢ndose en datos oficiales obtenidos del Bolet¨ªn Oficial del Pa¨ªs Vasco que el n¨²mero de viceconsejeros y directores en el Ejecutivo auton¨®mico no par¨® de crecer entre 1980 y 1988, pasando de 62 a 164. El pico en los 90 se alcanz¨® en 1992, con 174 cargos.

Subida del 10%

Si consideramos las dos ¨²ltimas legislaturas, ¨²nicas sobre las que hay datos, dado que por el momento se desconocen los que ya trabajan para el Ejecutivo en la octava legislatura, el crecimiento de los altos cargos -sin contar consejeros- se ha vuelto a confirmar, al pasar de 141 a 156 entre 1999-2001 (sexta legislatura) y 2001-2004 (s¨¦ptima legislatura). En t¨¦rminos porcentuales, una subida del 10,4%, con diez directores y cinco viceconsejeros m¨¢s que en 1999-2001.

En total, el Gobierno vasco ten¨ªa 252 altos cargos y otro tipo de personal de confianza, frente a los 234 de la legislatura anterior. La entrada de Ezker Batua y la remodelaci¨®n de las distintas ¨¢reas fueron las dos explicaciones b¨¢sicas de esos aumentos, aunque no las ¨²nicas.

Pero el adelgazamiento o incluso lo que se ha venido en llamar el aplanamiento de la estructura directiva -algo que ya se pon¨ªa como objetivo en las 47 medidas aprobadas en la primera racionalizaci¨®n y mejora de la Administraci¨®n P¨²blica vasca, aprobada en junio de 1994- sigue siendo una asignatura pendiente.

Muchas veces son los intereses partidistas o la complejidad de las negociaciones para formar gobierno, lo que dificulta acabar con una "estructura sobredimensionada y excesivamente burocratizada" de la Administraci¨®n vasca de la que ya se hablaba cuando se propon¨ªa racionalizarla.