"Ortega nos ense?¨® a pensar", asegura Natalio Botana
L¨²cido al se?alar la necesidad de la integraci¨®n europea a principios del siglo pasado, pol¨¦mico al disecar la petulancia de la clase dirigente argentina ("guarangos" los llam¨® en un art¨ªculo de 1929), blogger antes del blog y de Internet, Jos¨¦ Ortega y Gasset (1883-1955) sigue sorprendiendo por su capacidad de anticipaci¨®n y vigencia. Sobre estos y otros rostros del fil¨®sofo espa?ol reflexionaron en la 32? Feria del Libro de Buenos Aires, el polit¨®logo argentino Natalio R. Botana y Andr¨¦s Ortega, periodista de El PA?S y nieto del autor de La rebeli¨®n de las masas (1930). El encuentro fue auspiciado por el peri¨®dico La Naci¨®n en el que Ortega colabor¨® hasta su muerte.
No conoci¨® Internet, pero intuici¨®n no le faltaba. "Si uno lee o relee El espectador, nos encontramos con que todo es un blog. Ortega era un blogger avant la l¨¨ttre", defini¨® Andr¨¦s Ortega, aludiendo a "una forma de expresi¨®n muy personal e ¨ªntima". Frente a los "intelectuales encapsulados que s¨®lo escriben papers para sus colegas", Ortega y Gasset, prefiri¨® la condici¨®n de "intelectual p¨²blico" que hablaba para todos. El periodismo, en el que se estren¨® a los 19 a?os en la revista Vida Nueva, fue para ello un medio ideal.
Pol¨¦micas argentinas
"A Ortega hay que releerlo porque nos ense?¨® a pensar", sostuvo Botana, y destac¨® a modo de ejemplo la actualidad del concepto de "legitimidad", capital en el pensamiento orteguiano. "En Argentina hoy del 65 al 70% de los encuestados est¨¢ a favor de la legitimidad democr¨¢tica y, no obstante, el mismo porcentaje dice que desconf¨ªa de las instituciones. Ortega ya ve¨ªa esta contradicci¨®n".
La relaci¨®n con este pa¨ªs, en el que Ortega vivi¨® entre 1939 y 1942, se llev¨® gran parte de las reflexiones de la noche. Tres fueron los viajes que Ortega hizo a la Argentina; en cada una de esas estancias escribi¨® art¨ªculos que preanunciaron algunas de sus grandes obras y agit¨® la pol¨¦mica. En El hombre a la defensiva (1929), esboz¨® una controvertida tipolog¨ªa. "Ortega se?alaba un problema argentino: la tensi¨®n que existe entre ideales inalcanzables y realidades m¨¢s modestas", dijo Botana. Al hablar de los "guarangos", recapitul¨®, Ortega dec¨ªa que "el argentino siente un enorme apetito de ser algo admirable, superlativo, ¨²nico".
"?Somos as¨ª, seguimos siendo as¨ª?", pregunt¨® alguien del p¨²blico. "Creo que Ortega se refer¨ªa a la petulancia de la clase dirigente, mucho m¨¢s preocupada por definir su posici¨®n que por otra cosa", algo que, seg¨²n Botana, no ha cambiado demasiado. En cualquier caso, apunt¨® el polit¨®logo, "ante toda generalizaci¨®n siempre cabe responder lo que dijo Chesterton cuando tras un viaje le preguntaron: '?Qu¨¦ tal los franceses?'. Y contest¨®: 'Mire, no los he visto a todos".
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