"Vivo con el dolor. Tengo 22 secuelas"
Lo peor es el invierno, dice; anochece mucho antes. Y esto quiere decir m¨¢s horas delante de la televisi¨®n y menos de suave paseo, sus dos principales actividades diarias. "Los d¨ªas de invierno se hacen largu¨ªsimos", dice al otro lado de la l¨ªnea telef¨®nica Abel Fern¨¢ndez. Cabr¨ªa pensar, por lo que cuenta, que es un anciano.
Abel tiene 45 a?os, pero las 22 secuelas y dolencias que le dej¨® el envenenamiento por tomar aceite de colza desnaturalizado hace un cuarto de siglo le impiden, entre otras muchas cosas, trabajar. "Tengo siempre dolores, problemas musculares, la glucosa alta, problemas respiratorios...", enumera. Tampoco le funcionan muy bien las manos, por eso tambi¨¦n tuvo que dejar de estudiar mecanograf¨ªa hace a?os.
Desde su casa en la peque?a localidad de San Miguel de Camino, cercana a Le¨®n, Abel Fern¨¢ndez recuerda que estaba en la mili, con 20 a?os, cuando enferm¨®. Su madre tambi¨¦n result¨® afectada. Del calvario f¨ªsico que pas¨® entonces -"Si no estaba completamente tumbado, no pod¨ªa respirar"-, le han quedado esas 22 secuelas f¨ªsicas.
Pero las huellas psicol¨®gicas duelen igual o m¨¢s. Durante este tiempo, Fern¨¢ndez ha pasado por todos los hospitales de Le¨®n. Nunca ha podido trabajar. "?Qu¨¦ haces cuando a los 20 a?os te das cuenta de que no te vas a poder realizar en la vida?", se pregunta.
Ahora, este hombre no tiene ingresos, vive de la indemnizaci¨®n que cobr¨® del Estado en 2001, de la que tuvo que devolver m¨¢s de la mitad por el dinero de la pensi¨®n que estuvo cobrando hasta ese momento. "La gente recibi¨® entre 100.000 y 150.000 euros y tuvimos que devolver entre 72.000 y 84.000".
En su estado de "incapacidad absoluta", como lo describe ¨¦l mismo, va viendo c¨®mo ese dinero se acaba. Por eso, desde la presidencia de la Asociaci¨®n de Afectados por el S¨ªndrome T¨®xico de Le¨®n, Fern¨¢ndez reclama una pensi¨®n para las personas -"unas 2.300 en toda Espa?a"- que no pueden trabajar como consecuencia de las secuelas del s¨ªndrome. "En 1999, el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, entonces en la oposici¨®n, present¨® una enmienda a los Presupuestos para que nos dieran esta pensi¨®n. S¨®lo queremos que ahora lo cumplan. Si somos muy poquitos y cada vez menos; s¨®lo de mi asociaci¨®n, cada a?o se mueren cuatro o cinco".
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