Las grandes ciudades se movilizan

Superando la hist¨®rica marcha del pasado 10 de marzo y convirti¨¦ndose as¨ª en la manifestaci¨®n m¨¢s grande en la ciudad en los ¨²ltimos 20 a?os, m¨¢s de 300.000 personas, seg¨²n la polic¨ªa, reclamaron ayer en Chicago una reforma inmigratoria m¨¢s justa. Bajo el lema "S¨ª, se puede" y "Hoy marchamos, ma?ana votamos", r¨ªos de gente recorrieron las calles en tres marchas distintas para confluir en un Grant Park que a media ma?ana ya parec¨ªa haberse quedado peque?o. Banderas polacas, colombianas, ecuatorianas, y sobre todo, mexicanas y estadounidenses, daban color.

Los organizadores estaban m¨¢s que satisfechos. Salvador Pedrosa, presidente de la C¨¢mara de Comercio de Little Village, barrio donde viven 100.000 latinos (en su mayor¨ªa de origen mexicano) y que supone la segunda fuente de ingresos comerciales para la ciudad, s¨®lo por detr¨¢s de la Michigan Avenue, dec¨ªa: "El seguimiento est¨¢ siendo espectacular, es un d¨ªa hist¨®rico, qu¨¦ mejor que el d¨ªa Internacional del Trabajo para reclamar unos derechos por los que luchamos desde hace m¨¢s de 20 a?os".

En la zona, cerca de un 70% de los comercios cerraron sus puertas, mientras que otros miles de inmigrantes en el resto de la ciudad decidieron no acudir a sus puestos de trabajo pese a las posibles consecuencias. No¨¦ Mora, un mexicano que lleva 16 a?os en EE UU y no ha logrado regularizar su situaci¨®n, dice: "Trabajo en la construcci¨®n y con otros compa?eros decidimos hablar con el patr¨®n y explicarle la importancia de estar presentes. ?l entendi¨® que est¨¢bamos luchando por nuestros derechos y nos permiti¨® que lo compens¨¢semos durante la semana".

Chicago es la tercera ciudad de EE UU con mayor n¨²mero de ciudadanos latinos. Seg¨²n el ¨ªndice del Chicago Nielsen Hispanic Station, s¨®lo en el ¨¢rea metropolitana habitan 1,8 millones de hispanos, si bien esa cifra asciende a varios millones seg¨²n otras fuentes.

Fue tambi¨¦n masiva la presencia de inmigrantes ya regularizados, que no dudaron en apoyar la lucha de los que se encuentran en situaci¨®n ilegal. Carmela Vargas, mexicana con m¨¢s de 50 a?os en Chicago, no acudi¨® a su trabajo en la Universidad para "apoyar a los que ahora luchan por una situaci¨®n que yo tambi¨¦n viv¨ª". Como Marty Susmaras, de origen lituano pero nacido en Chicago: "Este es un pa¨ªs fundado por inmigrantes, todos somos inmigrantes, no importa qui¨¦n ha llegado antes".

En Nueva York, el seguimiento fue masivo. Harlem, que es junto al Bronx el barrio hispano por excelencia en la ciudad, vibraba ayer menos de lo habitual. El comercio cerr¨® sus puertas mientras due?os y empleados de origen latino un¨ªan sus manos en una cadena humana para defender sus derechos. Las cadenas de inmigrantes, discurrieron por el Bronx, Brooklyn, Queens y Manhattan, para coincidir entrada la tarde en una marcha en Union Square, a la que asistieron decenas de miles de personas de todas las edades. Las banderas estadounidenses eran las m¨¢s numerosas, junto con las mexicanas y colombianas.

El d¨ªa sin inmigrantes transcurri¨® con normalidad durante la ma?ana en la ciudad de los rascacielos. Se calcula que en Nueva York hay unos 800.000 inmigrantes hispanos, dispersos por toda la ciudad, lo que seg¨²n Sandra P¨¦rez, directora del Centro de la Comunidad Mexicana (Cecomex), dificulta la organizaci¨®n de las protestas. A¨²n as¨ª, lo considera un d¨ªa simb¨®lico para toda la comunidad latina en EE UU.

Zoila, en el metro de camino hacia la movilizaci¨®n en Harlem, explicaba que ella y su hermana trabajaron el domingo para poder participar en ayer en las movilizaciones. Nancy, por su parte, estudia para ser maestra y coment¨® que iba se saltarse la clase en muestra de apoyo, aunque se quedar¨¢ en casa con su hijo. Keyla y Genoveva optaron por ir a clase s¨®lo medio d¨ªa. "Nosotras tenemos los papeles en regla, pero alg¨²n familiar, no. Nos manifestamos para que los nuestros tengan una vida m¨¢s f¨¢cil".