Villepin contraataca y afirma que no abandonar¨¢ el poder

El primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, lanz¨® ayer un contraataque en toda regla y asegur¨® que no dimitir¨¢. Calific¨® de "p¨®lvora mojada" las revelaciones del caso Clearstream, por el que habr¨ªa ordenado a los servicios secretos franceses que involucraran falsamente a su rival, el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, en una trama de corrupci¨®n. Villepin denunci¨® una campa?a "innoble de calumnias y mentiras" en su contra.

El general de los servicios de espionaje Philippe Rondot neg¨® ayer que Villepin le hubiera pedido "interesarse por pol¨ªticos", y atribuy¨® esa confesi¨®n a los jueces que llevan el caso a la tensi¨®n del interrogatorio.

Sarkozy, por su parte, sigue decidido a "llegar hasta el final" para conocer "la verdad" sobre el intento de desacreditarle en 2004, cuando se preparaba para acceder a la presidencia del partido gubernamental, la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP). Su nombre apareci¨® -junto con el de otros pol¨ªticos y empresarios- en los falsos listados de cuentas corrientes de la sociedad luxemburguesa Clearstream, supuestamente destinadas a recibir comisiones ilegales. Sarkozy puntualiz¨®, sin embargo, que no pretende "desatar una crisis pol¨ªtica".

El ministro del Interior, que ayer present¨® en la Asamblea Nacional su proyecto de ley de inmigraci¨®n, hizo estas declaraciones a media ma?ana ante un numeroso grupo de diputados de la UMP, reunido para escuchar los argumentos del primer ministro, pero una vez que ¨¦ste abandon¨® la sala. Villepin ya se hab¨ªa defendido a primera hora de la ma?ana en una entrevista radiof¨®nica en la que asegur¨® que no pensaba dimitir, y que estaba siendo v¨ªctima de una "campa?a de calumnias".

A primera hora de la tarde, en la sesi¨®n de control del Gobierno en la Asamblea Nacional, el primer ministro tuvo que hacer frente a un duro ataque de la oposici¨®n, encabezada por el primer secretario del Partido Socialista, Fran?ois Hollande, que le pidi¨® que "asumiera las consecuencias". "No a¨²lle con los lobos", le respondi¨® Villepin. "Esto ya es demasiado. No se puede aceptar que en este pa¨ªs uno sea puesto en la picota por informaciones falsas".

El jefe del Gobierno se amparaba as¨ª en las declaraciones del general Rondot a Le Figaro, en las que aseguraba: "Jam¨¢s Villepin me pidi¨® que me interesara en pol¨ªticos", refiri¨¦ndose a la ya famosa reuni¨®n celebrada en el Quai d'Orsay, en enero de 2004, en la que el general fue llamado por el entonces titular de Exteriores y en la que tambi¨¦n se encontraba el empresario Jean Louis Gergorin, otro personaje muy vinculado a los servicios secretos, para hablar de las supuestas listas de Clearstream que involucraban a Sarkozy y que resultaron ser falsas.

Rondot culpa ahora a Gergorin de ser el principal urdidor del caso Clearstream, y atribuye su declaraci¨®n a los jueces Jean-Marie d'Huy y Henri Pons, en el sentido de que Villepin, siguiendo ¨®rdenes del presidente, Jacques Chirac, le dio instrucciones para involucrar a Sarkozy, a la "tensi¨®n" del largo interrogatorio al que le sometieron los magistrados, que hab¨ªan registrado su despacho y encontrado una nota manuscrita del propio general en este sentido. Ayer, Le Monde reproduc¨ªa otros elementos del caso y varios informes de Rondot -algunos incluso contradictorios- que muestran hasta qu¨¦ punto el caso Clearstream, que no era m¨¢s que un montaje, atrajo la atenci¨®n de los servicios de inteligencia.