La irrupci¨®n de un fuera de serie

Messi se dej¨® caer en agosto por el Camp Nou, Rijkaard le puso a jugar el Gamper y ya no regres¨® al Miniestadi. La actuaci¨®n del argentino fue tan rotunda que Capello, entrenador del Juventus, rival del Bar?a en el torneo, sentenci¨®: "?Por qu¨¦ no me venden a este peque?o diablo. No hab¨ªa visto en mi vida a nadie hacer lo que ha hecho a su edad [18 a?os]".

La pulga, como se le llama en el vestuario, "sorprendi¨® a la propia empresa", precis¨® Begiristain, director deportivo. "Hab¨ªamos previsto darle minutos, alg¨²n partido, pero pens¨¢bamos que no tendr¨ªa tanto protagonismo. Lleg¨® al equipo en plena forma como m¨¢ximo goleador y el mejor jugador del Mundial sub 20 y se gan¨® una plaza en el plantel".

Messi fue considerado desde el inicio un jugador desequilibrante, hasta el punto de que el Bar?a mejor¨® y actualiz¨® su contrato mientras el Alav¨¦s y el Deportivo denunciaban su "alineaci¨®n indebida" por entender que era un extranjero y no un asimilado como defend¨ªa su club, que lo incorpor¨® a los 13 a?os y coste¨® su crecimiento. La federaci¨®n espa?ola acab¨® suscribiendo el mismo dictamen que ya hab¨ªa cantado la UEFA, que posibilitaba su titularidad en la Champions, y Messi pudo disputar cualquier competici¨®n oficial desde noviembre.

El argentino fue determinante en partidos tan capitales como los jugados en el Bernab¨¦u y Stamford Bridge, debut¨® en la selecci¨®n absoluta y Maradona le coron¨® como su heredero. Frente al jogo bonito de los brasile?os, Messi ha sido un futbolista muy vertical, buen regateador, dif¨ªcil de tirar y competitivo, que ha permitido cambiar de marcha al equipo y sorprender al rival. Guardiola resumi¨® su juego en una frase: "Es m¨¢s r¨¢pido con la pelota que sin ella". Una lesi¨®n le ha impedido culminar una excepcional temporada.