?'Y' vasca o 'Zzzz'?
"Euskadi es tan peque?o...", cant¨¢bamos en las noches de viento, cuando a¨²n vest¨ªamos calzas y empin¨¢bamos el codo en primavera como locos. Cuando al pan, le llam¨¢bamos pan. Pero, luego, nos hemos empe?ado tercamente en hacerlo grande (me refiero a Euskadi), verdaderamente grande. Hemos puesto en ello un esfuerzo en ocasiones risible, otras, arrebatado. Con poco m¨¢s de dos millones de habitantes, pretendemos tener tres ciudades y pico, dos capitales -una pol¨ªtica y otra econ¨®mica- (y una tercera tur¨ªstico-cultural), tres equipos de balompi¨¦ en Primera (o ninguno), un sin fin de pinacotecas internacionales, una vuelta ciclista y varias cl¨¢sicas, y dos grandes puertos de mar, que es, quiz¨¢, lo ¨²nico que tenemos.
Y, a lo que ahora estoy, siendo m¨¢s peque?o que C¨¢ceres y aun que Ja¨¦n (me refiero a Euskadi, claro), hacemos lo imposible por hacerlo extenso, por dilatarlo -con ¨¦xito, por cierto-: Vitoria-Bilbao, una hora de autob¨²s (mejor olvidar el tren); Bilbao-Donostia, m¨¢s de dos horas en Euskotren; y Andoain-?ibar, una locura. Somos los campeones del coche particular. Bueno, tambi¨¦n nos ayudan: estamos lejos de cualquier otro lugar, nos han dilatado la geograf¨ªa. Madrid, a m¨¢s de cinco horas en ferrocarril. Y a m¨¢s de nueve, Par¨ªs. ?Camiones? Todos. Pr¨¢cticamente toda la mercanc¨ªa que se transporta por y en la comunidad aut¨®noma se hace por carretera. Grandes y contaminantes.
Parece que, ahora que salimos de esta monta?a rusa en que hemos montado -o eso se repet¨ªa con un optimismo incontrolado este 1? de Mayo- en el que nos mare¨¢bamos bien para bajar siempre en el mismo punto, vamos a tener una Y ferroviaria. El pasado 24 de abril lo firmaban en Madrid. Y, ausentes y mareados como hemos estado entre "el conflicto" y su "resoluci¨®n", y aunque el inspirado Elorriaga (ELA) nos amenace con m¨¢s de lo mism¨ªsimo, empezamos a dar o¨ªdos a estas cosas m¨¢s terrenales.
Y descubrimos, sobrecogidos, que aquello de lo que habl¨¢bamos en los ochenta, la Y, sigue ah¨ª tal cual. El presidente de Confebask, la Autoridad Portuaria de Pasajes, las C¨¢maras o el rector de la UPV-EHU, apremiaban en febrero su realizaci¨®n. Sin embargo, existen informes t¨¦cnicos serios (a uno se lo parece el del ingeniero de la UPV-EHU Roberto Bermejo) y colectivos sociales que desaconsejan seriamente su realizaci¨®n.
A decir verdad, uno no sabe a qu¨¦ carta quedarse. Ya no es cosa de objetar un proyecto que lleva esperando tanto tiempo. Tampoco le gusta a uno ciertas compa?¨ªas negacionistas, siempre a la contra. Pero descubre un sinn¨²mero de asuntos en los que la informaci¨®n apenas si ha saltado del terreno del especialista. ?Puede la alta velocidad absorber el transporte de mercanc¨ªas que hoy se hace por carretera? Si un porcentaje alt¨ªsimo de los pasajeros (sobre todo de potenciales) reclama un transporte de cercan¨ªas, alto Deba, Goiherri-San Sebasti¨¢n, Vitoria-Bilbao y viceversa, ?qu¨¦ sentido tiene un TAV que pasa como una exhalaci¨®n por todas esas comarcas? ?Cabe una planificaci¨®n que contemple tambi¨¦n esa realidad del transporte interno y de proximidad? ?C¨®mo se resuelve el problema de la ubicaci¨®n de las terminales, las estaciones intermodales y las conexiones con aeropuertos y otras estaciones? ?D¨®nde queda la posible conexi¨®n con capitales pr¨®ximas (Pamplona, Santander, Logro?o)? Y otros interrogantes.
Muchos apost¨¢bamos por una gran conurbaci¨®n vasca. No una ciudad vasca, imposible dada la acusada personalidad de cada capital; pero s¨ª una cultura urbana compartida, un crecimiento en red, una coordinaci¨®n municipal para los equipamientos y un poderoso flujo cotidiano de personas. Para ello es indispensable un transporte de personas r¨¢pido y barato que recoja en un gran n¨²mero de n¨²cleos de poblaci¨®n. ?Hace la Y ferroviaria algo por ello? Finalmente, ?posibilitar¨¢ Francia la conexi¨®n con Europa pasando por un territorio tan poco poblado hasta Par¨ªs? Apenas si hay informaci¨®n institucional que aclare estas y otras cuestiones. Tampoco est¨¢ en la esfera p¨²blica el debate.
Veinte a?os, y ahora esto. Si es cierto que se va a dejar de marear la perdiz -de lo que uno duda-, ser¨ªa bueno que nos repusi¨¦ramos del mareo y dedic¨¢ramos tiempo de alta velocidad a estas cuestiones menores.
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