La nueva regulaci¨®n catalana sobre la presidencia de las cajas excluye cualquier funci¨®n ejecutiva

Los "retoques" en la ley de cajas catalana, que previsiblemente ser¨¢n aprobados por la Generalitat el pr¨®ximo martes, regulan por primera vez las funciones del presidente de estas entidades. El nuevo art¨ªculo que se introduce con este fin deja claro que el poder ejecutivo permanecer¨¢, al menos sobre el papel, en manos del director general. Novedades como que el cargo de presidente pueda ser remunerado "en funci¨®n de la dedicaci¨®n" o como que los estatutos de la entidad deban "prever un r¨¦gimen de incompatibilidades" del presidente hab¨ªan sembrado reticencias en algunas cajas, por la posibilidad de que la figura del presidente se implicara de forma activa en la gesti¨®n y se desvirtuara as¨ª el modelo catal¨¢n de cajas.

En la normativa catalana de cajas -que entre otros cambios ya conocidos alargar¨¢ los mandatos de cuatro a seis a?os- el cargo de presidente se ventilaba en apenas un p¨¢rrafo. El nuevo art¨ªculo (33bis) regular¨¢ ahora sus funciones. El texto le atribuye siete, m¨¢s all¨¢ de las que los estatutos de cada entidad o el consejo de administraci¨®n de ¨¦sta dictamine. Ninguna funci¨®n es ejecutiva.

Las tareas consistir¨¢n en representar a la instituci¨®n y a las entidades que dependan de ella, en convocar y presidir las asambleas y las reuniones del consejo de administraci¨®n, en actuar como representante de la entidad ante los organismos corporativos del sector y ante los ¨®rganos reguladores, en firmar contratos y convenios con las administraciones p¨²blicas y en velar para que se cumplan las normas que conciernan a las cajas.

"La responsabilidad ejecutiva de las cajas recae en sus directores generales. As¨ª es y as¨ª ser¨¢", insisti¨® ayer al respecto el consejero de Econom¨ªa, Antoni Castells, partidario de reformas "ponderadas, sensatas y puntuales" para "garantizar que el modelo catal¨¢n de cajas funcione".

Pese a su defensa del "equilibrio muy ajustado" entre el presidente y el director general -distinto de otros modelos vigentes en otras autonom¨ªas-, y consciente de las reticencias de algunos de los cambios introducidos, el consejero defendi¨® la necesidad de ir aplicando reformas "para que las cosas funcionen" y llam¨® al sector a no caer en "actitudes conservadoras".

Fuentes de Econom¨ªa insistieron en la "autorregulaci¨®n" que se propone al sector, y en particular cuando se deja en manos de cada caja si decide que su presidente pueda cobrar. La filosof¨ªa del Gobierno catal¨¢n considera "mejor que ¨¦ste cobre de la entidad que no de otra parte, sobre todo en entidades de mayor tama?o que requieren mayor dedicaci¨®n". Hoy, los presidentes no perciben m¨¢s que dietas, y compensan su remuneraci¨®n en los consejos de empresas, de la caja o no, y en otras instituciones.

La decisi¨®n de alargar los mandatos de cuatro a seis a?os, igual que dicta la normativa estatal, ha sido bien recibida por el sector, como se?al de estabilidad. Pero, cuando se aplique la medida, una veintena de consejeros se encontrar¨¢n con que su permanencia les har¨¢ superar el tope legal de 12 a?os permitidos para permanecer en el puesto. Con "car¨¢cter excepcional", la Generalitat permitir¨¢ que se supere este tope, de modo que los afectados podr¨¢n seguir como consejeros, seg¨²n los casos, hasta 2009 o 2012.