Belleza sosegada en el Priorat

Durante una de las excelentes cenas que prepar¨® Roser en su casa de El Molar, en el suroeste del Priorat, los hu¨¦spedes conversamos sobre la extraordinaria y discreta belleza de la comarca: monta?as que se persiguen sin tregua, la suave ondulaci¨®n del paisaje, la luz sobria de sus valles y tambi¨¦n un relieve con vi?as cultivadas en pendiente cuyo desnivel supera el 15% y hasta el 60% si se trata de las m¨¢s a?ejas.

El Priorat ocupa el centro de la provincia de Tarragona y despliega 517 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n, y es bien cierto que se trata de una comarca sorprendente y de apariencia sosegada, donde cualquier valle o villa o rinc¨®n invita a detenerse. La ermita de Sant Pau, en el t¨¦rmino de La Figuera, es el punto alto de un paisaje circular que parece medir el infinito y que alcanza tierras de Barcelona, Tarragona y Lleida, adem¨¢s de Castell¨®n y las tres provincias aragonesas. Muy cerca de esa visi¨®n inmensa est¨¢ el observatorio del ej¨¦rcito republicano en la batalla del Ebro, as¨ª que cuando el silencio se quiebra con los disparos de quienes cazan, un manto de memoria aprendida cubre el panorama, y giras y giras tratando de adivinar si es aqu¨ª o all¨ª donde se mueve el cazador, pero no aciertas a distinguir ni la procedencia del sonido ni presencia humana. S¨®lo vi?as y m¨¢s vi?as y olivos. Y tambi¨¦n minas.

Paisajes circulares de olivos y vi?as en pendiente. Visita a una mina de plomo llamada Eugenia. Leyendas de pastorcillos y reinas moras. Y un atardecer de v¨¦rtigo en Siurana.

La tierra del d¨®lar llamaban a la cuenca minera que ocupa El Molar y Bellmunt y los terrenos colindantes, porque el dinero abundaba y porque el jornal a finales de los a?os cincuenta del siglo pasado era de 60 pesetas y equival¨ªa a un d¨®lar. "La mina no hundi¨® la tierra, sino que la salv¨®", cuenta Josep Sent¨ªs, que trabaj¨® en la mina Eugenia desde 1950 hasta su cierre, en 1972. "Ten¨ªamos dinero y un horario, lo que nos permit¨ªa trabajar la tierra, y si la cosecha no iba bien, esper¨¢bamos otro a?o, pero segu¨ªamos trabaj¨¢ndola".

La mina Eugenia, en Bellmunt, est¨¢ abierta al visitante y se puede bajar hasta 35 metros y recorrer 700 metros de galer¨ªas. Para llegar hasta all¨ª desde El Molar hay que atravesar el r¨ªo Siurana y dejar a un lado la mina Regia, cuyo castillete de ladrillo se alza altivo a un lado de la carretera. Al final del trayecto, el edificio modernista de la Casa de Minas, el museo y la entrada a la mina Eugenia. Como quiera que su abuelo, Joan Alentor, no quiso volver a bajar a la mina, su nieta Mar¨ªa Teresa, con el br¨ªo de quien sabe porque ha o¨ªdo contar de primera mano, es la gu¨ªa que explica la riqueza de la cantera, muestra las vetas m¨¢gicas cayendo en cascada, y se?ala la altura y profundidad de pozos y galer¨ªas, pero no olvida recordar la dureza del trabajo en esta gran mina de plomo. Entonces nombra la luz. La luz que ahora alumbra el recorrido del visitante y que con los mineros era casi inexistente. S¨®lo dispon¨ªan de una luz de carburo que iluminaba apenas dos metros.

Cien escalones hay que bajar en la mina Eugenia, pero no se sabe cu¨¢ntos tuvo la escalera que un¨ªa el cielo y la tierra y que, seg¨²n la leyenda, vio un pastor, con ¨¢ngeles descendiendo por ella. Este sue?o dio nombre a Escaladei, en el t¨¦rmino de La Morera de Montsant. Las cr¨®nicas se?alan el a?o 1203 como la fecha de inicio de la construcci¨®n, en este valle tranquilo y muy abierto, de la cartuja de Santa Mar¨ªa, hoy ruinas (que se pueden visitar) en proceso de rehabilitaci¨®n. La cartuja es todo un s¨ªmbolo, pues fue la primera de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, y el poder jurisdiccional de su priorato dio nombre a la comarca.

Para llegar a Escaladei desde Bellmunt se puede seguir la ruta que pasa por Gratallops, Torroja del Priorat y La Vilella Alta y La Vilella Baixa, y disfrutar de la arquitectura, del silencio, de la belleza de su paisaje; pero tambi¨¦n se puede optar por seguir el camino que lleva de Falset a Porrera: una buena carretera comarcal llena de curvas que ofrece un recorrido excepcional. Quien viaja goza de la visi¨®n de cultivos envueltos en una neblina que les da aura beat¨ªfica, disfruta de lo imprevisible y persigue con la mirada la cola ondulante de la carretera que va desvelando sin estridencias valles y monta?as. S¨ª, como dijo Roser en El Molar, el paisaje "es a la vez austero y amoroso", y esa definici¨®n se hace a¨²n m¨¢s precisa ante la luz que jadea en un d¨ªa de pocas sombras. Cualquiera que sea la ruta escogida, ser¨¢ una buena elecci¨®n. Y tambi¨¦n en cualquiera de ellas, buen vino y buena comida.

Al borde del abismo

Pero si est¨¢ pr¨®ximo el crep¨²sculo, el viajero ha de estar en Siurana, la patria de los atardeceres. Ha de convivir con esa melancol¨ªa que enfr¨ªa el cuerpo y hace arder la mirada. A Siurana la embellece su inaccesibilidad; a 737 metros de altitud es posible situarse al borde mismo del abismo y observar la impresionante verticalidad de las rocas cuyas paredes son desafiadas por escaladores de todo el mundo. Adem¨¢s, en este lugar de 23 habitantes siempre hay quien pueda contar la historia del salto de la reina mora. Se llamaba Abdel¨¤iza, era de singular belleza y se sent¨ªa a salvo en este lugar impenetrable. Eran los tiempos de la Reconquista, y Siurana se resist¨ªa. Sin embargo, un traidor, siempre hay uno en cuestiones de conquista, advirti¨® a los cristianos de alg¨²n camino, as¨ª que la mora, sinti¨¦ndose vencida, tap¨® los ojos a su caballo y lo hizo despe?arse por el abismo. Antes, el animal intuy¨® el vac¨ªo y, en un intento de detener el salto, clav¨® la herradura al borde del precipicio. Huella que permanece.

Tambi¨¦n se?alan que una de las rocas muestra el perfil del rostro del traidor, que qued¨® petrificado por el da?o que hab¨ªa hecho. La viajera lo cree, y tambi¨¦n da por cierto que los ¨¢ngeles de Escaladei siguen en su traj¨ªn de subir y bajar con el fin de echar un vistazo a las sabias tierras del Priorat. Dicen que vigilan su aceite y sus buenos vinos. S¨ª, aqu¨ª en esta hermosa y sosegada comarca, todo parece posible.