China tensa las riendas
Pek¨ªn opta por enfriar el crecimiento econ¨®mico aunque el nuevo ritmo no debe impedir la creaci¨®n de empleo
Los pilotos de coches utilizan una t¨¦cnica conocida como punta tac¨®n para cambiar de marcha, en la que con un pie pisan el embrague mientras con el otro accionan al mismo tiempo el freno y el acelerador. China ha decidido hacer lo mismo. Si, por un lado, est¨¢ tomando medidas para enfriar una econom¨ªa en la que algunos sectores est¨¢n recalentados, por otro, debe mantener un ritmo de crecimiento que le permita dar empleo a los millones de despedidos por la reestructuraci¨®n de las empresas estatales.
El objetivo del Gobierno es un desarrollo m¨¢s sostenible dando prioridad a las zonas rurales y a la conservaci¨®n de los recursos naturales
China, en paralelo, quiere impulsar el consumo privado para disminuir la dependencia de las exportaciones y la inversi¨®n extranjera. El desarrollo a cualquier precio ya no vale en un pa¨ªs en el que las desigualdades sociales, los problemas medioambientales y la carencia de recursos energ¨¦ticos se han convertido en una fuente de inestabilidad y una amenaza para el progreso.
"La econom¨ªa est¨¢ un poco caliente, as¨ª que estamos haciendo algunos ajustes". Con esta explicaci¨®n justific¨® el viernes de la semana pasada Zhou Xiaochuan, gobernador del banco central chino, el alza de los tipos de inter¨¦s efectuada el d¨ªa anterior para ralentizar el auge de los cr¨¦ditos bancarios y la inversi¨®n, responsables del fuerte crecimiento registrado por la econom¨ªa en el primer trimestre (un 10,2%).
Se trata de la primera subida realizada desde octubre de 2004, y, aunque, seg¨²n los analistas, tendr¨¢ un impacto limitado en la inversi¨®n en activos fijos, que ha ascendido un 27,7% hasta marzo, presagia nuevas medidas de control.
As¨ª lo ha asegurado el Centro de Investigaci¨®n Econ¨®mica de la prestigiosa universidad pequinesa de Qinghua, que prev¨¦ que se produzcan nuevos ajustes estructurales en sectores sobrecalentados como el acero, los materiales de construcci¨®n o el inmobiliario. Y as¨ª lo ha dicho tambi¨¦n el m¨¢ximo ¨®rgano de planificaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs -la Comisi¨®n Nacional de Reforma y Desarrollo-, que ha anunciado planes para frenar la marea de proyectos inmobiliarios. Adem¨¢s, las autoridades podr¨ªan decretar otra subida de tipos, ordenar a los bancos que incrementen el ratio de sus reservas -hoy del 7,5%- y restringir el uso de suelo para la construcci¨®n de f¨¢bricas e inmuebles.
El Gobierno impuso en abril de 2004 limitaciones a la actividad crediticia, despu¨¦s de que la inversi¨®n en activos fijos se disparara un 50% en febrero de ese a?o. La tasa de crecimiento cay¨® a la mitad en febrero de 2005, pero volvi¨® a rebotar a medida que se relajaban los controles. En el primer trimestre de 2006 ha subido un 29,8% en las zonas urbanas, a pesar de que Pek¨ªn se ha fijado un objetivo del 18% para el conjunto del ejercicio.
Reto pol¨ªtico
Una aceleraci¨®n de los pr¨¦stamos bancarios y de las inversiones incrementa el peligro de un baj¨®n repentino de la actividad, seg¨²n ha advertido el Banco Mundial. China ha crecido a una media anual de m¨¢s del 9% en el ¨²ltimo cuarto de siglo, y el a?o pasado se convirti¨® en la cuarta econom¨ªa mundial, tras subir el PIB un 9,9%. Una sacudida de su econom¨ªa, cada vez m¨¢s globalizada, tendr¨ªa una fuerte repercusi¨®n fuera de sus fronteras.
El reto para el presidente, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, es retener las ansias prestamistas de los bancos sin herir el consumo. Pek¨ªn est¨¢ modificando su modelo y quiere que la demanda privada se erija en el nuevo motor del desarrollo, al tiempo que impulsa la contribuci¨®n de los servicios al PIB. Esto permitir¨ªa disminuir la dependencia de las exportaciones y la inversi¨®n, y, de paso, reducir¨ªa las tensiones comerciales que han generado, especialmente en Estados Unidos, las ansias exportadoras chinas.
El Gobierno afirma que su objetivo es tener un desarrollo "m¨¢s sostenible", en el que no se buscar¨¢ el crecimiento a toda costa, sino que se dar¨¢ prioridad a las zonas rurales y a la conservaci¨®n de los recursos y la protecci¨®n del medio ambiente. China calcula que su econom¨ªa crecer¨¢ un 8% este a?o, y una media del 7,5% anual hasta 2010. En los ¨²ltimos a?os, las previsiones oficiales se han visto siempre superadas.
Desde 1980, el consumo dom¨¦stico ha ca¨ªdo 10 puntos porcentuales, hasta alrededor del 40% del PIB. Entre otras razones porque la desaparici¨®n, con las reformas, de la estructura protectora del Estado ha obligado a las familias a mantener fuertes tasas de ahorro para hacer frente a la falta de sistema de pensiones durante la vejez, y al coste de la educaci¨®n y la sanidad, ambos de pago.
El FMI ha asegurado esta semana que la demanda de bienes por parte de los particulares podr¨ªa ser impulsada mediante una mayor flexibilidad del cambio de la divisa -el yuan o renminbi- y un incremento de los presupuestos dedicados a programas sociales. Tambi¨¦n contribuir¨¢, asegura, a la reforma del sector bancario, gracias al incremento del acceso a los cr¨¦ditos personales. Pero todo esto requerir¨¢ cambios de la pol¨ªtica macroecon¨®mica china, y reformas estructurales, que eliminen las distorsiones del mercado.
El FMI ha calificado de "movimiento apropiado" la revisi¨®n de los tipos de inter¨¦s efectuada por Pek¨ªn, pero ha dicho que deber¨ªa profundizar en esta v¨ªa. El Fondo ha mostrado su preocupaci¨®n por la emergencia de nuevos cr¨¦ditos no recuperables, ya que, seg¨²n ha se?alado Wanda Tseng, subdirectora del departamento Asia Pac¨ªfico, "hay demasiada liquidez en el sistema bancario, y la liquidez puede incrementar los pr¨¦stamos". La consultora Ernst & Young ha cifrado el valor de los cr¨¦ditos impagados en China en 900.000 millones de d¨®lares. De ellos, 358.000 millones corresponden a los cuatro grandes bancos estatales, m¨¢s del doble de la estimaci¨®n oficial. El FMI ha rechazado una revaluaci¨®n del 20% al 50% del renminbi como pide Estados Unidos, pero ha solicitado mayor flexibilidad al sistema de cambio.
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