El ef¨ªmero 'pasado espa?ol' de los indios mowachath
El actual jefe de la tribu llega a Madrid para hablar sobre los viajes cient¨ªficos de Malaspina
![Ram¨®n Lobo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F12940c80-6f03-48a7-bb70-f642eaefea15.png?auth=5044ccb4584723a2e07d68faf216fe275ff200fb9ea8f4bc60b49349b3964acf&width=100&height=100&smart=true)
La Espa?a de la Ilustraci¨®n dej¨® huella en el oeste de Canad¨¢. La tribu de los mowachath / muchalat de la bah¨ªa de Nutka, en la isla de Vancouver, recuerda 232 a?os despu¨¦s las expediciones que, como la cient¨ªfica de Alejandro Malaspina en agosto de 1791, les pusieron en contacto con el hombre blanco. El actual jefe de la tribu, Mike Macquinna, de 46 a?os, descendiente de los jefes que comerciaron con los espa?oles entre 1774 y 1796, se encuentra en Madrid para participar en el Istituto Italiano di Cultura (hoy y ma?ana, a las 19.30) en unas jornadas sobre Malaspina y su bot¨¢nico Tadeo Haenke. "Los relatos orales de los ancianos nos dicen que la llegada de los espa?oles provoc¨® miedo al principio, pues nadie hab¨ªa visto unos barcos con velas tan grandes, pero despu¨¦s se establecieron lazos de amistad. No buscaban la conquista ni el conflicto. Sus viajes eran producto de la curiosidad", asegura el jefe Macquinna. Ese ef¨ªmero pasado espa?ol es una parte de un ayer que no desean olvidar. "Es dif¨ªcil mantener una cultura peque?a en un mundo globalizado, pero nuestros j¨®venes muestran inter¨¦s en las canciones y en las danzas tradicionales, y desde hace tres a?os se ense?a nuestra lengua en las escuelas".
Sin la pesca tradicional (la caza de la ballena), ¨¦ste y otros pueblos de la isla de Vancouver se han convertido al turismo, que es hoy su principal fuente de riqueza. Fue precisamente una orca, como las que cazaban anta?o, llamada Tsuxiit (que significa el primero que lanza el arp¨®n) en homenaje del padre de Mike Macquinna, reci¨¦n fallecido, la que sirvi¨® para unir al pueblo mowachath / muchalat en la defensa de sus tradiciones. Los ancianos dictaminaron que el esp¨ªritu del jefe muerto se hab¨ªa introducido en la ballena y fue ese convencimiento espiritual el que les empuj¨® a luchar contra las autoridades durante casi cinco a?os por el derecho a conservar a la orca en sus aguas y evitar su traslado a otras en teor¨ªa m¨¢s seguras.
Hace un a?o, cuando hab¨ªan ganado la batalla legal, una tormenta oblig¨® a un barco a buscar refugio en la bah¨ªa. La rapidez de los acontecimientos les impidi¨® tomar medidas y las gigantescas h¨¦lices mataron a la orca. Con ella se fue el esp¨ªritu del jefe Tsuxiit y la posibilidad de procrear una familia de orcas cerca de las costas, como era el sue?o mayoritario. Un nuevo esp¨ªritu les llega ahora para darles fuerza, los viajes cient¨ªficos de Malaspina, el hombre que naveg¨® seis a?os por las principales colonias espa?olas de Am¨¦rica y Asia impulsado por el sue?o, el de la raz¨®n que valora como un tesoro el descubrimiento y la comprensi¨®n del otro.-
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