Un informe revela que el acceso a la educaci¨®n posobligatoria es menor que la media nacional
Las desigualdades sociales est¨¢n detr¨¢s de la baja participaci¨®n en esta fase de la ense?anza
Las desigualdades sociales son la causa de que en Espa?a la educaci¨®n posobligatoria tenga porcentajes de participaci¨®n menores que en la mayor¨ªa de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (UE). Un informe elaborado por el catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada y vicepresidente de la Asociaci¨®n de Econom¨ªa de la Educaci¨®n, Jorge Calero, cifra en el 50,7% la media andaluza de participaci¨®n en esta fase de la educaci¨®n, por debajo de la media espa?ola (62%) y de la UE (76,4%). El estudio advierte del "dif¨ªcil encaje en el sistema educativo de determinados grupos sociales" y de un problema de "equidad".
El estudio del catedr¨¢tico Jorge Calero, publicado el pasado 27 de abril por la editorial Laboratorio de Alternativas, sit¨²a las cifras de Espa?a muy por debajo de las de pa¨ªses como la Rep¨²blica Checa o Eslovaquia, donde se supera el 90% de alumnos matriculados en Secundaria no obligatoria.
El informe no deja bien parada a Andaluc¨ªa que, seg¨²n el estudio, es una de las comunidades con menor porcentaje de matriculados en educaci¨®n secundaria no obligatoria. Con un 50,7%, se sit¨²an por detr¨¢s de Melilla (47%), Baleares (47,9%) y Ceuta (49,1%). "La situaci¨®n es especialmente llamativa en aquellas comunidades en las que la incorporaci¨®n al mercado de trabajo es m¨¢s f¨¢cil para los j¨®venes y en las que el desarrollo de la escuela de masas es m¨¢s reciente", explica el informe. La raz¨®n, por tanto, se encuentra tanto en motivos sociales -pues el mercado laboral abierto a los j¨®venes que tienen dificultades para seguir estudiando provoca el absentismo en la etapa posobligatoria-, como en causas de tipo pol¨ªtico, puesto que la tradici¨®n de las pol¨ªticas educativas no se ha dirigido hacia la expansi¨®n de las etapas no obligatorias. "Esta inercia tardar¨¢ en corregirse. Ser¨¢ preciso entretanto poner un mayor ¨¦nfasis en las pol¨ªticas que contribuyan a eliminar las barreras sociales que transmiten los d¨¦ficits educativos", propone Calero.
El estudio tambi¨¦n revela que el abandono de las aulas a partir de los 16 o 17 a?os es algo m¨¢s propio de chicos que de chicas. La participaci¨®n de las mujeres (70%) va 14,8 puntos por delante de la de los hombres (55,2%), una superioridad num¨¦rica que seg¨²n el informe ocurre desde hace algunos a?os. "En la actualidad, el fracaso escolar y el abandono temprano son, sobre todo, fen¨®menos masculinos", afirma Jorge Calero.
Las mujeres, asimismo, tienden a elegir m¨¢s la rama acad¨¦mica (Bachillerato) que los hombres. En 2002 el 76,3% de las mujeres que estudiaban secundaria posobligatoria lo hac¨ªan en Bachillerato, mientras que este porcentaje para los hombres era del 66,3%. "Esta tendencia obedece al mejor resultado acad¨¦mico previo de las mujeres, y sit¨²a en desventaja a los hombres que, adem¨¢s de abandonar en mayor proporci¨®n el sistema educativo, cuando no lo hacen permanecen sobrerrepresentados en los CFGM (cursos de formaci¨®n profesional), nivel que proporciona un bajo rendimiento econ¨®mico posterior". Sin embargo, las chicas tienden a estudiar en ramas "con menor facilidad de inserci¨®n laboral", seg¨²n el informe.
Por otro lado, Calero apunta que existe desde hace unos a?os un nuevo factor a tener en cuenta: la inmigraci¨®n. Los hijos de inmigrantes est¨¢n aumentando a un "ritmo r¨¢pido" su presencia en los niveles obligatorios del sistema educativo espa?ol. El acceso a la educaci¨®n posobligatoria de este grupo es muy diferente con respecto al de los espa?oles (33,9% en 2001), por lo que, a juicio del catedr¨¢tico, "habr¨¢ que tener en cuenta que las trabas que han dificultado el acceso a la educaci¨®n posobligatoria a grandes franjas de la clase trabajadora seguir¨¢n actuando para grupos de inmigrantes que en la actualidad est¨¢n cursando Primaria y ESO".
Calero propone medidas como aumentar la proporci¨®n de j¨®venes que trabajan y estudian simult¨¢neamente (actualmente, del 5,9%), dignificar y mejorar las titulaciones CFGM, para obtener una mejor valoraci¨®n en el mercado laboral; introducir asignaturas aplicadas o vocacionales; dirigir las becas hacia los sectores m¨¢s necesitados, "antes que el universitario, los secundarios" y optar por medidas no financieras; acoger pol¨ªticas que reduzcan el coste de los estudios en los territorios peor afectados por el abandono de los estudios posobligatorios; reducir del fracaso escolar en ESO; y realizar una intervenci¨®n educativa temprana (de cero a tres a?os).
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