El presidente iran¨ª escribe una carta a Bush para ofrecerle "nuevas soluciones"
EE UU sospecha que Ahmadineyad trata de evitar las sanciones en el Consejo de Seguridad
Ir¨¢n ha anunciado que el presidente Mahmud Ahmadineyad ha escrito una carta a George W. Bush -la primera oficial de Teher¨¢n a Washington en 27 a?os- en la que asegura que est¨¢ dispuesto a valorar "nuevas soluciones" para superar "los problemas internacionales". La carta de Ahmadineyad coincide con el debate en la ONU sobre la posibilidad de sancionar a Ir¨¢n si no frena el enriquecimiento de uranio. Para John Negroponte, responsable de Inteligencia de EE UU, el momento elegido tiene como probable objetivo "tratar de influir en el debate del Consejo de Seguridad".
Ni Negroponte ni otros altos funcionarios conoc¨ªan ayer por la ma?ana la carta, entregada en la misi¨®n diplom¨¢tica suiza en Teher¨¢n. Pero su importancia no estar¨¢ en el texto, sino en el gesto y en la preocupaci¨®n de Ir¨¢n de que se ponga en marcha un proceso de sanciones que tenga repercusiones econ¨®micas y desemboque eventualmente en acciones militares.
Gholam Hossein Elham, portavoz del Gobierno, dijo a los periodistas en la capital iran¨ª que la carta "va m¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n nuclear" y "analiza la situaci¨®n mundial y la ra¨ªz de los problemas". Ahmadineyad, que ha lanzado recientemente incendiarias pr¨¦dicas contra Israel y EE UU, propone "nuevas v¨ªas para salir de la vulnerable situaci¨®n en la que vive hoy el mundo". En Washington, Stephen Hadley, consejero de Seguridad del presidente Bush, declar¨® a la NBC: "La comunidad internacional le ha dicho muy claramente a Ir¨¢n que tiene que volver a la situaci¨®n de suspender sus actividades nucleares para que se abra la puerta de una resoluci¨®n diplom¨¢tica".
?Es la carta la se?al que anticipa la posibilidad de negociaciones directas entre Teher¨¢n y Washington? Elham no quiso meterse en l¨ªos ni dar m¨¢s detalles: "Por ahora, se trata simplemente de una carta, y no es una carta abierta". Ali Larijani, negociador nuclear iran¨ª, declar¨® a la televisi¨®n turca que la iniciativa "podr¨ªa llevar a una nueva posibilidad diplom¨¢tica", pero a?adi¨® que la posici¨®n de su pa¨ªs no ha cambiado.
Entre los dos Gobiernos, que rompieron relaciones en 1980, tras los 444 d¨ªas en los que 52 estadounidenses fueron retenidos en la Embajada norteamericana en Teher¨¢n, no hay comunicaci¨®n directa.
Reanudar las relaciones
Reanudarla es una posibilidad que defienden republicanos como Richard Lugar, presidente del Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado, y dem¨®cratas como Sandy Berger, ex consejero de Seguridad de Clinton, que escribi¨® ayer en The Wall Street Journal que la opci¨®n militar -"que no habr¨ªa que descartar como ¨²ltimo recurso"- plantea tantos inconvenientes que "habr¨ªa que negociar directamente con Ir¨¢n", con el apoyo de la UE, Rusia y China, sobre la cuesti¨®n nuclear, pero tambi¨¦n sobre su apoyo a grupos que practican el terrorismo, su pol¨ªtica en Oriente Pr¨®ximo e Irak.
La Casa Blanca no descarta ninguna opci¨®n. El Gobierno ha autorizado al embajador en Irak, Zalmay Khalilzad, a mantener conversaciones con representantes iran¨ªes sobre asuntos relacionados con la situaci¨®n iraqu¨ª. Si esos encuentros tuvieran lugar -y a Teher¨¢n no se le escapa el inter¨¦s de EE UU en la estabilidad de Irak- se abrir¨ªa una v¨ªa de negociaciones que podr¨ªa ampliarse a otros problemas. La distensi¨®n ser¨ªa beneficiosa para enfriar otro frente de repercusiones pol¨ªticas serias en EE UU como es el de la escalada en los precios del petr¨®leo. Tras el anuncio de la carta, el barril de crudo retrocedi¨® a 69 d¨®lares.
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