Guzm¨¢n defiende a los mapuches
El juez que proces¨® a Pinochet asume la protecci¨®n de los abor¨ªgenes de Chile
La comunidad ind¨ªgena mapuche, la m¨¢s importante de Chile, formada por m¨¢s de 600.000 personas ha encargado al ex magistrado Juan Guzm¨¢n, el juez que proces¨® al dictador Augusto Pinochet, la defensa de su causa. La primera misi¨®n de este jurista ha sido llevar al Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en Ginebra una carta del caudillo mapuche Aucan Huilcaman.
La comunidad ind¨ªgena mapuche, la m¨¢s importante de Chile, formada por m¨¢s de 600.000 personas -casi un 4% de la poblaci¨®n total- ha encargado al ex magistrado Juan Guzm¨¢n, el juez que proces¨® al dictador Augusto Pinochet, la defensa de su causa. La primera misi¨®n de este jurista ha sido llevar al Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en Ginebra una carta del caudillo mapuche Aucan Huilcaman, en la que ¨¦ste enumera las agresiones de que es v¨ªctima su pueblo y pide la intervenci¨®n y protecci¨®n de la instituci¨®n internacional.
Juan Guzm¨¢n, que abandon¨® su carrera judicial hace exactamente un a?o, se ha convertido con esta gesti¨®n en un activista en pro de los derechos humanos. Desde la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Santiago de Chile compagina las clases de derecho procesal con sus gestiones en defensa del movimiento ind¨ªgena mapuche, que desde hace siglos sufre la opresi¨®n y la represi¨®n de la Administraci¨®n central, pero que ahora amenaza con hacer estragos.
"El movimiento mapuche, que trata por todos los medios pac¨ªficos de recuperar sus tierras, de las que fueron expoliados en la regi¨®n sur de Chile, es una vez m¨¢s el blanco de una represi¨®n policial feroz", asegura el jurista, quien se encuentra en Barcelona por unos d¨ªas en una escala de su viaje de regreso a Santiago de Chile tras haber cumplido su misi¨®n ante las autoridades humanitarias de la ONU en Ginebra.
Guzm¨¢n afirma que en los ¨²ltimos a?os numerosos dirigentes mapuches han sido procesados y condenados a penas de hasta 10 a?os de prisi¨®n por las ocupaciones simb¨®licas y pac¨ªficas de sus antiguos territorios. Lo que supone, en su opini¨®n, una aplicaci¨®n abusiva y exagerada de las leyes, por cuanto estas transgresiones deber¨ªan ser contempladas como faltas y sancionadas con multas o arrestos.
"La actuaci¨®n de la polic¨ªa es brutal. Irrumpe peri¨®dicamente en las aldeas mapuches, con la excusa de buscar armas. Allana las casas y se lleva sus pertenencias. En el mejor de los casos consigue decomisar, como ¨²nica prueba, un cuchillo afilado, un machete, instrumentos utilizados por los campesinos para sobrevivir en la zona. ?sta es, en muchas ocasiones, la excusa para detenerlos y aplicarles leyes de corte antiterrorista", a?ade.
Juan Guzm¨¢n se ha convertido a sus 66 a?os en un activista de los derechos humanos, en un firme defensor del pueblo mapuche. Pero, sobre todo, en el portavoz de su caudillo, Aucan Huilcaman, el m¨¢s prestigioso de los l¨ªderes ind¨ªgenas del sur de Chile. En las pasadas elecciones intent¨® presentarse como candidato a presidente de la rep¨²blica. El jefe ind¨ªgena, sin embargo, no pudo culminar el proceso electoral por falta de medios econ¨®micos. Se qued¨® al principio del camino, al no poder pagar la minuta de los notarios que deb¨ªan levantar acta de cada uno de los firmantes que avalaban su candidatura.
Guzm¨¢n es la ¨²ltima esperanza del movimiento mapuche. Juntos han empezado a dise?ar las l¨ªneas generales de una estrategia que podr¨ªa desembocar dentro de unos meses ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica, la instancia internacional m¨¢s importante de la zona.
La nueva singladura vital del art¨ªfice del procesamiento del dictador Pinochet no ha hecho m¨¢s que empezar. Sobre la mesa de su despacho de decano de la Facultad de Derecho han empezado a llover las peticiones y quejas. Estos d¨ªas, aprovechando su estancia en Espa?a, se dedicar¨¢ tambi¨¦n a buscar fondos con los que levantar el Parque del Recuerdo, un museo virtual que se ha empezado a erigir en la Villa Grimaldi, antiguo centro de detenci¨®n y tortura, convertido ya en una pieza fundamental de la "memoria hist¨®rica" de la represi¨®n chilena.
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