Una alianza para el futuro

Imaginen el potencial de una asociaci¨®n formada por 58 Estados soberanos, con una poblaci¨®n de m¨¢s de mil millones de habitantes, que representan m¨¢s del 25% del PIB mundial. La relaci¨®n estrat¨¦gica entre la UE, Am¨¦rica Latina y el Caribe dispone de ese potencial y en la pr¨®xima Cumbre de Jefes de Estado que se celebrar¨¢ en Viena tendremos la oportunidad de poder definir el futuro de esa din¨¢mica Asociaci¨®n.

Desde que, en 1999, se inici¨® en R¨ªo de Janeiro el proceso de nuestras cumbres regionales, la asociaci¨®n ha experimentado un progreso constante e intensificado la cooperaci¨®n en una amplia gama de ¨¢mbitos tanto comerciales como pol¨ªticos. La UE es el segundo socio comercial m¨¢s importante, la mayor fuente de inversi¨®n extranjera directa y la principal fuente de asistencia a la cooperaci¨®n y al desarrollo en la regi¨®n.

No obstante, dado el potencial a largo plazo de esta asociaci¨®n, queda a¨²n mucho por hacer para aprovechar plenamente los beneficios de tan valiosa alianza. Pocas regiones hay en el mundo que sean por s¨ª mismas unos socios tan pr¨®ximos e indiscutibles de la UE. No s¨®lo comparten una historia com¨²n, sino que, adem¨¢s, existe una importante interacci¨®n cultural entre Europa, Am¨¦rica Latina y el Caribe y una convergencia creciente en lo que respecta a los valores fundamentales. Debemos partir de la actual asociaci¨®n que tanto nos ha costado construir; asociaci¨®n gracias a la cual podremos entablar en Viena conversaciones sobre una gran variedad de temas que abarcan desde la energ¨ªa y el medio ambiente hasta la democracia y los derechos humanos.

Con esta oportunidad como perspectiva, la Comisi¨®n Europea adopt¨® en diciembre y en marzo nuevas estrategias para Am¨¦rica Latina y para el Caribe, respectivamente, con el objetivo de reforzar y acelerar nuestra alianza birregional. El alcance de nuestras propuestas refuerza el inter¨¦s espec¨ªfico de la UE en la regi¨®n y pone de manifiesto nuestro convencimiento de que la asociaci¨®n UE-LAC es vital para los intereses de ambas regiones. Las estrategias mencionadas se centran en tres objetivos tem¨¢ticos, a saber, la lucha contra la exclusi¨®n social, el deseo de apoyar la integraci¨®n regional y la cooperaci¨®n multilateral.

En la cumbre, ambas partes abogar¨¢n por un compromiso constante en pro de esos objetivos, recurriendo para ello a un di¨¢logo estructurado y a la acci¨®n conjunta. Recientemente, uno de los resultados concretos de esta cooperaci¨®n fue la puesta en marcha del programa EUROsociAL en marzo de 2005, con el objetivo de reducir las desigualdades sociales compartiendo las buenas pr¨¢cticas en ¨¢mbitos como la sanidad, la educaci¨®n, las pol¨ªticas fiscales y la justicia. La contribuci¨®n de los Gobiernos de la UE ha sido vital para el ¨¦xito de este proyecto.

Entre los actores mundiales, la UE es la ¨²nica comprometida a ayudar a la regi¨®n de Am¨¦rica Latina y del Caribe a obtener una mayor influencia merced a los procesos de integraci¨®n regional y subregional. En este contexto, la Cumbre de Viena representa una oportunidad clave para hacer avanzar la negociaci¨®n de los acuerdos de asociaci¨®n. Si bien no garantiza de ning¨²n modo el progreso en este ¨¢mbito, esperamos que la cumbre contribuya al avance de las negociaciones de un acuerdo pionero de regi¨®n a regi¨®n con el Mercosur y la posible apertura de negociaciones con Centroam¨¦rica y la Comunidad Andina.

La Cumbre de Viena se celebra en un momento de cambios significativos en el panorama pol¨ªtico y econ¨®mico de Am¨¦rica Latina. La atenci¨®n se ha centrado, sobre todo, en la emergencia de un nuevo estilo de enfoque pol¨ªtico en la regi¨®n que algunos consideran supone un reto evidente para las estructuras pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales tradicionales. Antes que percibir este fen¨®meno como algo negativo, habr¨ªa que situarlo en el contexto de una amplia evoluci¨®n necesaria hacia sociedades m¨¢s integradoras. Por tanto, lo importante es que esta transici¨®n se canalice a trav¨¦s de instituciones democr¨¢ticas existentes y dignas de cr¨¦dito.

Am¨¦rica Latina y el Caribe siguen desarroll¨¢ndose en t¨¦rminos de crecimiento econ¨®mico y democratizaci¨®n. Habida cuenta del nivel de madurez pol¨ªtica a lo largo y ancho de la regi¨®n, nos encontramos en una fase en la que ambas partes necesitan articular una visi¨®n clara con vistas al futuro de la asociaci¨®n.

En la Cumbre de Viena, tenemos la esperanza y la ambici¨®n de que los l¨ªderes de Am¨¦rica Latina y del Caribe acepten la mano tendida de la amistad y del compromiso de la UE. Como dijo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en su discurso de aceptaci¨®n del Premio Nobel en 1982: "Am¨¦rica Latina no quiere ni tiene por qu¨¦ ser un alfil sin albedr¨ªo". Estamos convencidos de que Am¨¦rica Latina y el Caribe pueden encontrar, en el marco de sus relaciones con la UE, los medios para convertirse en verdaderos actores mundiales.

Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso es presidente de la Comisi¨®n Europea, y Wolfgang Sch¨¹ssel es canciller federal de Austria, que ocupa la presidencia semestral de la UE.