"S¨®lo quiero salvar la vida de mi hija"

"En cuanto pueda me quedo embarazada". Mercedes, de 35 a?os, es la madre de Paula, a quien a los dos meses de vida le diagnosticaron una anemia de Diamond-Blackfan. Desde entonces, lleva esperando que se le permita someterse a un proceso de selecci¨®n gen¨¦tica para tener otro hijo que cure a Paula, que tiene ya dos a?os y medio. Y es que ni su hermana Andrea, de cinco a?os y portadora de la enfermedad, ni sus padres pueden hacerlo al no ser histocompatibles. Ayer estaba encantada al saber que ya no hay obst¨¢culos legales. "Me da igual que sea alto o bajo, rubio o moreno, guapo o feo, ni?o o ni?a; s¨®lo quiero salvar la vida de mi hija", coment¨® ayer a este diario desde su casa de Utiel (Valencia).

A Rosa y Luis, ambos de 35 a?os, la decisi¨®n del Congreso les ha cogido "con las maletas preparadas". Ante la imposibilidad de seguir el tratamiento en Espa?a, estaban pensando en desplazarse a la Universidad Libre de Bruselas -12.000 euros por intento-, ya que la otra opci¨®n, el Instituto Gen¨¦tico de Reproducci¨®n de Chicago -48.000 euros-, es sensiblemente m¨¢s caro. De hecho, esta pareja de Valencia comenz¨® en octubre los an¨¢lisis previos al proceso, que consisten en un estudio para localizar la mutaci¨®n de su hija del que a¨²n est¨¢n esperando los resultados. "Si hubieran llegado ya, probablemente nos hubi¨¦ramos ido", apunta Rosa.

Pese a haber querido siempre tener dos hijos, no se han atrevido a dar el paso ante el riesgo -un 25% de probabilidades- de que tambi¨¦n naciera con anemia de Fanconi. Ahora, lo tendr¨¢n sano "y el d¨ªa de ma?ana, cuando cure a su hermano, podr¨¢ tener el orgullo de haber salvado su vida; ojal¨¢ yo pudiera hacer lo mismo", comenta.