Mujeres en el cristianismo

En enero de 1896 el doctor alem¨¢n Carl Reinhardt compraba en el mercado de antig¨¹edades de El Cairo un libro en papiro escrito en copto a principios del siglo II, ?quiz¨¢ por una mujer?, que ha revolucionado las investigaciones sobre el cristianismo primitivo, especialmente en lo referente al protagonismo de las mujeres en las primeras comunidades; protagonismo que contrasta con la invisibilidad y la marginaci¨®n de que son objeto hoy en las iglesias cristianas. Lo deposit¨® en el Museo Egipcio de Berl¨ªn. El egipt¨®logo Carl Schmidt llev¨® a cabo la edici¨®n cr¨ªtica y la traducci¨®n alemana. Tras muchos avatares, entre ellos las dos guerras mundiales y los importantes descubrimientos de Nag Hammadi, aparec¨ªa en 1955 la primera edici¨®n en lengua alemana. Al documento le faltaban las seis primeras p¨¢ginas y cuatro m¨¢s del centro. Se trataba de El Evangelio de Mar¨ªa, del que Karen King, catedr¨¢tica en la Universidad de Harvard, ofrece una nueva traducci¨®n y un estudio riguroso, cuyo resultado es una nueva interpretaci¨®n del mensaje de Jes¨²s alternativa a la del discurso dominante.

El texto actual de El Evangelio de Mar¨ªa describe el di¨¢logo de Jes¨²s con los disc¨ªpulos despu¨¦s de la resurrecci¨®n en torno al fin del mundo, la naturaleza del pecado y la salvaci¨®n. Entre ellos Mar¨ªa de Magdala quien, tras la desaparici¨®n de Jes¨²s y ante la turbaci¨®n de sus hermanos, les presenta las ense?anzas que ella misma ha recibido del Se?or en una visi¨®n. Ante el relato de Mar¨ªa los disc¨ªpulos reaccionan de distinta forma. Pedro y Andr¨¦s niegan que haya sido interlocutora de Jes¨²s y la acusan de mentir. Lev¨ª, en cambio, la defiende y reprocha a Pedro el trato tan displicente que ha dado a Mar¨ªa: "Si el Salvador la hizo digna, ?qui¨¦n eres t¨² para rechazarla? Es un hecho que no puede dudarse que el Salvador la conoc¨ªa profundamente. Por eso la am¨® m¨¢s que a nosotros. Lo que deber¨ªa darnos verg¨¹enza". La actitud displicente de Pedro hacia Mar¨ªa viene a coincidir con el intento de Pablo de acallar a las mujeres en la asamblea cristiana (1Cor 14,34).

El texto recupera un cristianismo desconocido u olvidado, quiz¨¢s intencionadamente, y viene a quebrar el discurso dominante sobre los or¨ªgenes jer¨¢rquico-patriarcales del cristianismo, la sucesi¨®n apost¨®lica y el cristianismo uniforme. Aun contando con las elaboraciones imaginarias, este Evangelio ofrece una aproximaci¨®n hist¨®rica m¨¢s rigurosa que la del relato dominante. Desaparece la idea de Mar¨ªa de Magdala como prostituta, tan presente en el imaginario cristiano, y aparece otra imagen bien distinta, la de Mar¨ªa como maestra, disc¨ªpula ejemplar y consoladora, como l¨ªder y primera ap¨®stol en comunicaci¨®n directa con el Salvador a trav¨¦s de una pedagog¨ªa dial¨®gica. El Evangelio de Mar¨ªa pone en cuesti¨®n, m¨¢s a¨²n niega, el poder ileg¨ªtimo que se arrogan los disc¨ªpulos varones y defiende con argumentos s¨®lidos el liderazgo de las mujeres en la comunidad cristiana y su relaci¨®n directa con Jes¨²s sin la mediaci¨®n patriarcal. Supera la imagen de un cristianismo id¨ªlico y uniforme y describe un cristianismo caracterizado por las diferencias y los conflictos. Y lo m¨¢s importante, no establece discriminaci¨®n alguna por razones de g¨¦nero.