El 'hip-hop' devuelve la cultura a la calle
M¨¢s de 80 grupos y MC participan este fin de semana en un festival en Madrid
El hip-hop ya es m¨¢s que una moda. Dos grandes festivales han abierto la primavera musical en Barcelona y en Madrid. Ambos dedicados al hip-hop y a la cultura urbana. La semana pasada se celebr¨® Urban Funke en la capital catalana, hoy empieza en Madrid la segunda edici¨®n de Cultura Urbana. M¨¢s de 80 actuaciones de grupos y MC (maestros de ceremonias) tan consolidados como Violadores del Verso, Frank-T y Arianna Puello, y la oportunidad de confirmar a nuevos talentos como Black Bee. El festival cuenta con un presupuesto cercano al mill¨®n de euros y se espera la presencia de 35.000 personas.
"Lo que interesa del 'rap' a los chicos es el mensaje", dice ?scar, del grupo SFDK
"Es uno de los campos donde ha habido m¨¢s experimentaci¨®n", Ricard Robles, de S¨®nar
Los sonidos y ritmos quebrados y las afiladas rimas de un MC sonar¨ªan en la banda sonora de la globalizaci¨®n. "El hip-hop es algo divertido y barato. Cualquier chaval puede salir a hacer graffitis, rimas y producir su m¨²sica con un ordenador. No se necesitan grandes sumas de dinero. S¨®lo talento", explica el sevillano Tote King, uno de los exponentes de la nueva generaci¨®n de raperos espa?oles.
La tendencia musical se ha ido instalando en diferentes zonas del mundo y adapt¨¢ndose a las caracter¨ªsticas de cada territorio: Jap¨®n, Sur¨¢frica, Cuba, Brasil, Espa?a, Francia, India... Bandas que han incorporado los dejes de su cultura, de sus problemas sociales y de los sonidos aut¨®ctonos a los patrones b¨¢sicos de una m¨²sica, que como todas las que han transgredido algo, naci¨® del impacto de la cultura negra en un mundo blanco. Una relaci¨®n consumada, inicialmente, en las calles de las principales ciudades estadounidenses, pero en la que ahora, en cada rima, puede olerse el asfalto de las ant¨ªpodas.
En Espa?a, frente al discurso agotado del pop y el rock y el saturado mercado de la m¨²sica electr¨®nica, el hip-hop ha ido tomando posiciones para su segunda eclosi¨®n. La primera, a principios de los noventa y de la mano de grupos como El Club de los Poetas Violentos del ahora afamado productor Frank-T, no cuaj¨® pero fue la semilla que germinar¨ªa a?os m¨¢s tarde. Viv¨ªan cerca de la base militar de Torrej¨®n de Ardoz y escuchaban lo que tra¨ªan los soldados norteamericanos. Por eso, quiz¨¢, en ocasiones el mensaje resultaba algo descontextualizado. "Los j¨®venes se identifican m¨¢s con la Mala Rodr¨ªguez o La Excepci¨®n que con aquel fen¨®meno inicial. No eran mensajes que se pudieran encontrar en la calle. Ahora se ha producido una renovaci¨®n del sonido y las letras se han conectado con la realidad", explica Ricard Robles, codirector y programador del festival de m¨²sica avanzada S¨®nar.
"Hablar de hip-hop hoy en d¨ªa es hablar de World Music", a?ade Robles. El festival, que se celebra en Barcelona a mediados de junio, arranc¨® dedicado a la m¨²sica electr¨®nica, pero hace un par de a?os empez¨® a abrirse al fen¨®meno de la m¨²sica rap incorporando a su cartel bandas como Gangstarr o De la Soul. "Es uno de los campos donde ha habido m¨¢s riesgo y experimentaci¨®n en los ¨²ltimos a?os y ¨¦sa es la esencia del evento". Este a?o, por el S¨®nar desfilar¨¢n representantes del g¨¦nero como DJ Shadow, DJ Krush o DJ Diplo. Este ¨²ltimo, adem¨¢s, es el mejor ejemplo de la evoluci¨®n del hip-hop y de su mestizaje. Afincado en R¨ªo de Janeiro, ha sido uno de los responsables de que el sonido baile funk de las favelas -tambi¨¦n una variante del g¨¦nero- llegase a las discotecas europeas. Para Robles, el hip-hop ya no es una moda. "Hay mucho campo todav¨ªa por recorrer", advierte.
Espa?a, adem¨¢s, cuenta en la actualidad con dos importantes festivales dedicados a la cultura de calle: Urban Funke, en Barcelona, y Cultura Urbana, en Madrid. Este ¨²ltimo, que tiene lugar hoy y ma?ana en el Matadero de Legazpi, espera reeditar el ¨¦xito de su primera versi¨®n y prev¨¦ la llegada de unos 35.000 j¨®venes venidos de toda Espa?a.
Pero el hip-hop no es s¨®lo m¨²sica. Tambi¨¦n se manifiesta a trav¨¦s del baile, con el breakdance, y del street art, con la cultura del graffiti. "El hip-hop es esto, la calle en directo", dec¨ªa Mucho Muchacho en una canci¨®n con su grupo 7 Notas, 7 Colores. Por eso, para reflejar la calle, el festival incluir¨¢ actuaciones relacionadas con todas esas formas de expresi¨®n urbana.
"Este festival es la confirmaci¨®n de que la tendencia va a m¨¢s. El hip-hop espa?ol ha madurado. Pero no nos enga?emos, el negocio no es tan grande; La Oreja de Van Gogh todav¨ªa vende m¨¢s que todos estos grupos", explica Imma Grass de la discogr¨¢fica BOA, que, junto al Ayuntamiento de Madrid y la Fundaci¨®n Autor, organiza el festival.
El hip-hop es la matriz de infinidad de nuevos estilos musicales. El trip-hop ingl¨¦s, el reggaeton latino, el baile funk de las favelas brasile?as. Estilos que muchas veces han llegado a la gente antes que el propio sonido original. "El trip-hop, a trav¨¦s de grupos como Portishead o Massive Attack, fue el puente entre la gente que escuchaba electr¨®nica y rock y el hip-hop", recuerda Robles
El MC se erige con sus rimas en una especie de cantautor posmoderno. "Lo que interesa del hip-hop a los chicos es el mensaje. Para ellos representa una v¨ªa de escape. El discurso contenido en la m¨²sica comercial no tiene ning¨²n inter¨¦s", explica ?scar, del grupo SFDK. "Trabajamos sobre los patrones del hip-hop estadounidense, pero poco a poco lo hemos ido modificando y adaptando. Francia es un ejemplo de esa asimilaci¨®n", a?ade.
El pa¨ªs galo, con grupos y raperos como MC Solaar o los marselleses IAM (que act¨²an el domingo en el festival), es, junto a Inglaterra, el territorio europeo donde el hip-hop ha sabido acomodarse mejor. La inmigraci¨®n y el mestizaje contribuyeron a la introducci¨®n del g¨¦nero en los barrios m¨¢s deprimidos. Aunque luego se extendiera, como todos los fen¨®menos underground, a los barrios de los ricos. Y tal debe ser el poder que se le atribuye al mensaje, que muchos se?alaron como la chispa que encendi¨® el polvor¨ªn de las ¨²ltimas revueltas en la banlieue parisiense. "Si el ministro Sarkozy hubiera escuchado rap, seguramente lo que ha sucedido en Francia no habr¨ªa pasado. Estaba todo escrito ah¨ª", dijo a este peri¨®dico hace unos meses Sako, conocido rapero del pa¨ªs vecino, y l¨ªder del grupo Les Chiens de Paille (Los Perros de Paja).
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