Primero, una 'caipirinha', y luego, bife a la parrilla

Se puede especular sobre el sabor de sus carnes o el desajuste de algunos detalles, pero lo que resulta incuestionable es que ha abierto sus puertas con una fant¨¢stica puesta en escena. En el mismo local donde anta?o se encontraba el balneario y la tienda gourmet del desaparecido Cabo Mayor, los propietarios de la famosa ganader¨ªa argentina Caba?a de las Lilas, de origen espa?ol, acaban de inaugurar en Madrid este restaurante siguiendo las pautas del que poseen en la ciudad de S?o Paulo.

Un macrorrestaurante di¨¢fano y bien decorado que, a pesar de sus dimensiones, est¨¢ bien insonorizado, modelo que deber¨ªan seguir no pocos establecimientos espa?oles. De puro simple, su f¨®rmula de explotaci¨®n est¨¢ destinada a emularse en otros lugares.

Tomatitos con 'mozarella'

Nada m¨¢s tomar acomodo se obsequia a los clientes con una fuente de peque?os aperitivos: berenjenas y pimientos rojos asados, tomatitos con queso mozarella, cecina de Le¨®n y, acaso, una pasta untable. Y para acompa?arlo todo, una gigantesca rega?¨¢ de estilo andaluz, almohadilla de pan crujiente sin levadura. Mientras se escoge la carne, el jefe de sala indica que los entrantes corren por cuenta de la casa. Enseguida comienza un desfile de tapas entresacadas de la carta.

Primero, tacos de chorizo y morcilla a la parrilla de sabor mediocre, y, quiz¨¢, mollejas a la parrilla (eventualmente saladas). Luego, un ins¨®lito carpaccio de pies de hongos, la parte menos valorada. A continuaci¨®n, un plato de alcachofas con lascas de jam¨®n m¨¢s que aceptable, y, finalmente, una empanadilla de carne estilo criollo contundente aunque agradable.

Entretenimientos aparentes que sirven de antesala a las carnes, la raz¨®n de ser de este nuevo restaurante. Cortes que llegan desde Argentina o Brasil, refrigerados y envasados al vac¨ªo, y que incluyen la pica?a, el bife de chorizo, el solomillo, el master beef o la brocheta de solomillo, carnes de origen ultramarino seg¨²n el estilo de aquellos pa¨ªses. Y tambi¨¦n, dos cortes de vacuno espa?ol, el chulet¨®n y el asado de tira, que, por contener hueso, no pueden importarse.

Los resultados son los esperables. Se trata de carnes r¨²sticas, con escasa infiltraci¨®n grasa, cuyos sabores se encuentran en un nivel medio: nunca desagradan, pero tampoco entusiasman. Lo mejor es el chulet¨®n de vacuno gallego, jugoso, ferruginoso y de gusto reconfortante.