El que puede hace negocio

Si Leonardo da Vinci pudiera caminar por Nueva York y observar los escaparates y los interiores de las librer¨ªas o los anuncios que cubren desde andamios hasta edificios enteros, pensar¨ªa que los habitantes del siglo XXI se han vuelto completamente locos. Su nombre est¨¢ en todas partes. La culpa es de Dan Brown, autor de El c¨®digo Da Vinci. La pel¨ªcula hom¨®nima -con el gancho del siempre comercial Tom Hanks como protagonista- tambi¨¦n est¨¢ contribuyendo a engrandecerlo.

No s¨®lo se espera que sea la m¨¢s taquillera de la temporada. Despu¨¦s de que el libro, que ha vendido 45 millones de ejemplares en todo el mundo, provocara las iras de las Iglesias cat¨®lica, protestante y ortodoxa por el retrato de un Jes¨²s humanizado que procrea con Mar¨ªa Magdalena y donde la Iglesia conspira para ocultarlo, las protestas frente al estreno del filme se est¨¢n multiplicando. Y no s¨®lo afectan a Estados Unidos sino a todo el planeta, ya que el p¨²blico potencial de la pel¨ªcula supera en varios cientos de millones al de cualquier libro.

El pasado mi¨¦rcoles, centenares de personas, incluidas varias decenas de monjas, se concentraron en un convento en la India para protestar contra el estreno y amenazaron con ponerse en huelga de hambre si llegaba a los cines. En Filipinas, el principal asesor del presidente se uni¨® a las voces que clamaban por la prohibici¨®n del filme. Hace dos semanas, el arzobispo italiano Angelo d'Amato solicit¨® el boicot internacional de los cat¨®licos a la pel¨ªcula por incluir "ofensas calumniosas". En Estados Unidos, donde tras las pol¨¦micas La Pasi¨®n de Cristo o Fahrenheit 9/11, el boicot cinematogr¨¢fico empieza a convertirse en una ciencia, grupos cristianos como Act One (que agrupa a profesionales cristianos de la industria de Hollywood) han llamado al othercott: acudir al estreno de Over the hedge, la principal rival de El c¨®digo Da Vinci, para evitar que ¨¦sta se convierta en la m¨¢s vista en el fin de semana de su estreno, considerado el m¨¢s lucrativo para cualquier pel¨ªcula.

"Pero yo creo que lo sorprendente no es la controversia sino el negocio que se ha construido alrededor del libro. S¨®lo Harry Potter es comparable y aun as¨ª creo que esto lo superar¨¢", explica en entrevista telef¨®nica Robert Thompson, director del Centro de Cultura Popular de la Universidad de Syracuse. "Desde operadores tur¨ªsticos que han creado paquetes de viaje centrados en los lugares que menciona el libro hasta decenas de documentales en televisi¨®n o Internet que analizan la figura de Cristo y la historia de la Iglesia, todo el que puede est¨¢ intentando capitalizar 'el momento Da Vinci", afirma este profesor. Y no se equivoca. Hay hasta un panadero de Maine, Stephen Lanzalotta, que se arruin¨® por culpa de la dieta Atkins (que elimina los carbohidratos del men¨² diario) y que ha publicado The diet code, que promete adelgazamiento y salud bas¨¢ndose en un men¨² con mucho pan supuestamente basado en el c¨®digo del que habla Brown. The diet code aparece en primer plano en las m¨²ltiples estanter¨ªas que las grandes librer¨ªas estadounidenses le dedican a El c¨®digo Da Vinci junto a juegos de mesa como The authentic Da Vinci dilemma, que se vende a 35 d¨®lares, o un puzle en forma de esfera con el rostro de la Mona Lisa que brilla en la oscuridad (20 d¨®lares).

No falta el hom¨®nimo video-juego, que sale a la venta esta semana, o quienes han aprovechado el fil¨®n para mofarse del fen¨®meno. El director espa?ol ?lex de la Iglesia present¨® hace unos meses un cortometraje, El C¨®digo, en el que entrevistaba al mism¨ªsimo Leonardo (interpretado por Manuel Tafall¨¦) y en el que desvelaba con mucho humor negro los secretos mejor guardados del artista. Otro cineasta, Mike Standish, estren¨® en Internet otro corto de animaci¨®n titulado The DiCaprio code, donde unos falsos Tom Cruise y Catherine Zeta-Jones descubren una conspiraci¨®n made in Hollywood. La Red est¨¢ plagada de blogs en torno al libro y hasta las iglesias que aparecen en la historia han aprovechado el efecto Da Vinci.

Seg¨²n desvelaba Le Monde, la catedral de Winchester en el Reino Unido, donde se filmaron escenas de la pel¨ªcula, utilizar¨¢ el dinero que le cobr¨® a Columbia Pictures para organizar exposiciones y conferencias en torno al tema. Y en Francia, la iglesia de Saint-Michel abrir¨¢ sus puertas el pr¨®ximo fin de semana a todos aquellos fieles que en lugar de ir a ver la pel¨ªcula quieran ir a la iglesia para hablar sobre las dudas que Brown ha provocado entre creyentes y esc¨¦pticos.