Trabajar sin miedo
En su justa medida ayuda a ser prudentes, pero el miedo en el desarrollo de la actividad laboral suele acarrear pobres resultados empresariales. Ha sido el m¨¦todo tradicional impuesto a los trabajadores por jefes que ocultan con ¨¦l sus propias inseguridades. Un libro invita a desterrar el temor como 'modus operandi'. Por ?lex Rovira Celma.
El miedo es una familia de emociones que van desde el p¨¢nico, el estr¨¦s o la ansiedad hasta el malestar temeroso. Todos sentimos el miedo, en alguna de sus variedades, cuando nos enfrentamos a un cambio o a determinadas situaciones laborales. Sin embargo, su sola menci¨®n en las empresas se considera tab¨². Aunque, en general, s¨®lo los mensajes atractivos tienen cabida en los discursos empresariales, entre bastidores est¨¢ la cruda realidad: presi¨®n por los resultados, luchas de poder, riesgo de despidos y, por supuesto, el miedo.
En su libro NoMiedo. En la empresa y en la vida, de Alienta Editorial, Pilar Jeric¨® explora a fondo los or¨ªgenes y causas del miedo, y adem¨¢s nos propone dos interesantes desaf¨ªos. El primero consiste en liberarnos de la gran cadena del miedo: desarrollar todo nuestro potencial, a menudo encorsetado por nuestras propias inseguridades. El segundo, en evitar la gesti¨®n empresarial basada en el miedo y optar por otra alternativa mucho m¨¢s rentable: aquella que atiende en mayor medida al talento, el cambio y la innovaci¨®n.
"El miedo ha sido el modelo cl¨¢sico de gesti¨®n", apunta Pilar. Sin embargo, los ¨¦xitos del pasado no garantizan los del futuro. Y la autora a?ade: "El futuro pertenece a quien sea capaz de crearlo, ya sea una empresa o una persona, siempre y cuando se atreva a romper las reglas de juego y a crecer sobre s¨ª mismo". Vamos a hacer un breve repaso a algunas de las ideas de este interesante libro, que, por primera vez, aborda el miedo como una variable explicativa de los pobres resultados empresariales.
Miedo equilibrante y miedo t¨®xico. La autora sostiene que todos necesitamos el miedo, en la medida en que nos ayuda a ser prudentes. Este tipo de miedo tiene su base biol¨®gica y nos ha ayudado a llegar aqu¨ª como especie. Ha equilibrado ciertos comportamientos, como asomarnos en exceso a una ventana o ser demasiado sinceros con nuestro jefe. Sin embargo, ese miedo puede deformarse y asesinar nuestro potencial. Es entonces cuando se convierte en miedo t¨®xico, el cual da?a nuestras capacidades y nos deja vac¨ªos de futuro. El miedo equilibrante y el t¨®xico est¨¢n ¨ªntimamente relacionados, ya que ambos nacen de la misma emoci¨®n, pero el t¨®xico es una deformaci¨®n del equilibrante. Por ejemplo, tememos perder el afecto de nuestros seres queridos (miedo equilibrante), pero condicionar nuestro comportamiento d¨ªa tras d¨ªa para obtener la aprobaci¨®n de quienes nos rodean es miedo t¨®xico.
Consecuencias del miedo t¨®xico. Tal y como expresa Pilar Jeric¨®, cuando una empresa emplea el miedo como f¨®rmula de gesti¨®n de personas, convierte el miedo equilibrante en t¨®xico y da?a nuestro talento, nuestra creatividad, nuestra capacidad de innovaci¨®n, de adaptarnos a los cambios y nuestra visi¨®n de futuro. Y, por supuesto, dispara contra nuestra felicidad. La presi¨®n competitiva y la globalizaci¨®n han obligado a las empresas a orientarse hacia las personas m¨¢s que nunca; sin embargo, al mismo tiempo nos empujan a tener mayores niveles de estr¨¦s y de ansiedad que los que hemos vivido en el pasado. A pesar de ello, existen todav¨ªa empresas que emplean el miedo como f¨®rmula de gesti¨®n.
En un estudio que ella misma llev¨® a cabo entre 181 altos directivos, el 51% reconoc¨ªa que era el m¨¦todo preferido para lograr los objetivos, posiblemente por tres motivos: ha sido el m¨¦todo tradicional y cuesta cambiar ciertos h¨¢bitos; ha funcionado mientras los mercados fueron estables, y la utilizaci¨®n del miedo encubre las inseguridades de quien lo emplea. Aunque, por supuesto, nunca lo dir¨¢ p¨²blicamente.
En este sentido, el libro abunda en interesantes datos, como los que proporciona un estudio realizado sobre 60 organizaciones punteras estadounidenses para analizar el estilo de direcci¨®n y sus resultados financieros. Las empresas dirigidas por "directores generales que inspiran respeto, lealtad e incluso cari?o, m¨¢s que miedo", seg¨²n los autores, hab¨ªan incrementado sus resultados en los ¨²ltimos 10 a?os un 758%, frente al 128% experimentado por las principales 500 empresas estadounidenses.
Motivaciones y miedos. Existen multitud de teor¨ªas que intentan explicar la motivaci¨®n en el trabajo. Una de las m¨¢s aceptadas es la propuesta por David McClelland. Seg¨²n este profesor de la Universidad de Harvard, disponemos de tres tipos de motivos que explican nuestro comportamiento en el entorno laboral: logro, afiliaci¨®n y poder o influencia. Pero los motivos anteriores son s¨®lo una cara de la moneda. En la otra cara se oculta nuestro miedo. Alguien muy orientado al logro probablemente huir¨¢ del fracaso; quien necesite sentirse integrado en el grupo temer¨¢ el rechazo o la soledad; para quien le motive influir, la p¨¦rdida de poder ser¨¢ su peor pesadilla. Por supuesto, son casos extremos.
A los miedos anteriores les tenemos que a?adir otros dos igual de importantes: a la no supervivencia (no llegar a fin de mes) y al cambio. "Probablemente, en el mundo empresarial el m¨¢s acentuado es el miedo al fracaso, y entre los directivos, el miedo a la p¨¦rdida de poder", argumenta a partir de sus investigaciones Pilar Jeric¨®.
'NoMiedo' en la empresa. Obviamente, existe otro modo de dirigir personas: creyendo en ellas y apostando por el talento, el cambio y la innovaci¨®n. La autora ha bautizado este modelo como "NoMiedo", no porque pueda desaparecer el miedo de nuestro d¨ªa a d¨ªa (lo necesitamos para vivir), sino porque no se emplee como m¨¦todo para lograr los objetivos. Existen empresas y personas que lo est¨¢n poniendo en pr¨¢ctica. Y para ello tenemos, entre otras, dos claves importantes: la comunicaci¨®n y el liderazgo. La ausencia de comunicaci¨®n nos genera profundas inseguridades. Un jefe que sepa comunicar, una organizaci¨®n que se preocupe por la transparencia, generar¨¢ menos miedos que si la informaci¨®n se oculta por tener m¨¢s control.
Liderazgo 'NoMiedo'. "?Cu¨¢l es el desaf¨ªo del l¨ªder?", se pregunta Pilar. "Ser valiente", responde, y a?ade: "La valent¨ªa no s¨®lo est¨¢ en adentrarse en terrenos v¨ªrgenes como hacen emprendedores, innovadores o aventureros (que tambi¨¦n, por supuesto), sino en explorar un terreno a¨²n m¨¢s dif¨ªcil y exclusivo: el de los propios miedos".
S¨®lo se puede liberar el potencial de los dem¨¢s si previamente lo hemos hecho en nosotros. E insiste en la idea: "Es una cuesti¨®n de dinero [y de felicidad]". El l¨ªder NoMiedo tiene un gran reto personal por delante: no controlar a sus colaboradores, dejarles hacer. Los jefes no est¨¢n para ser los m¨¢s sabios o los que m¨¢s vigilan, sino para marcar direcciones y dar alas a sus colaboradores. Y a?ade: "Los mejores l¨ªderes tienen un punto en com¨²n, profundidad al cubo: tienen un profundo conocimiento de la persona, un profundo conocimiento de sus puntos d¨¦biles y fuertes, e inspiran una profunda confianza. Y los colaboradores quieren seguirlos no s¨®lo por una decisi¨®n racional, sino tambi¨¦n emocional".
Los ricos tambi¨¦n lloran
En cincuenta a?os hemos multiplicado nuestra capacidad adquisitiva, pero nuestros ¨ªndices de felicidad declarada permanecen igual. Y, lo que es peor, las depresiones se han multiplicado por 10 en los pa¨ªses desarrollados. Nuestra felicidad est¨¢ en la sala de urgencias: dos de los medicamentos m¨¢s vendidos en el mundo son los de modalidad antiulcerosa y antidepresivos.
Seg¨²n el Instituto Americano del Estr¨¦s, se calcula que, en Estados Unidos, el 43% de los profesionales sufre estr¨¦s. Parece que ser¨¢ la enfermedad estrella del siglo XXI.
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