La gen¨¦tica de los michelines
Los investigadores estudian si la distribuci¨®n de la grasa en el cuerpo est¨¢ determinada por los genes
Le sobran unos kilos? ?Tiene michelines? ?O m¨¢s bien la grasa se suele acumular en sus caderas y en los muslos? Quiz¨¢ pueda culpar a sus genes. Aunque ya se sab¨ªa que la obesidad tiene un componente hereditario, lo que se desconoc¨ªa hasta ahora era que la actividad de ciertos genes puede llegar a determinar d¨®nde se distribuye la grasa en el cuerpo humano. ?ste ha sido el hallazgo de un grupo de investigadores del Centro de Diabetolog¨ªa Joslin de Boston, en Estados Unidos, que observ¨® que los niveles de expresi¨®n de ciertos genes variaba mucho si la persona estudiada ten¨ªa grasa alrededor del abdomen o en la parte inferior del cuerpo.
El estudio cobra m¨¢s importancia si se tiene en cuenta que esta distribuci¨®n de la grasa no es trivial. La acumulaci¨®n de grasa en el abdomen (cuerpo en forma de manzana) ha sido relacionada con un riesgo elevado de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, las personas que suelen tener el cuerpo en forma de pera, con la grasa acumulada sobre todo en las caderas, los muslos y las nalgas, no tienen tanto riesgo.
El logro de una prueba gen¨¦tica para predecir d¨®nde se acumular¨¢ la grasa todav¨ªa est¨¢ lejos
La grasa abdominal se asocia con un mayor riesgo cardiovascular que la de las caderas
La diferencia radica en si la grasa es visceral, que se acumula dentro del abdomen, o si se acumula debajo de la piel, como suele hacerlo en otras partes del cuerpo humano. En el primer caso es mucho m¨¢s perjudicial para la salud, ya que se ha observado que esta adiposidad es m¨¢s activa metab¨®licamente y aporta m¨¢s sustancias t¨®xicas al cuerpo humano.
"Hasta ahora cre¨ªamos que aunque los dos tejidos adiposos eran distintos, ¨¦stos proven¨ªan de las mismas c¨¦lulas", explica a EL PA?S el doctor Stephane Gesta, uno de los autores del estudio. "Pero cuando observamos que los genes involucrados eran muy distintos en los ratones que estudiamos, decidimos seguir la investigaci¨®n con personas", a?ade. La diferencia se mantuvo en los humanos, especialmente la acci¨®n y niveles de expresi¨®n de tres genes en particular: Tbx15, Gpc4 y HoxA5, ya presentes en el embri¨®n y que intervienen en el normal desarrollo del cuerpo humano.
Observando los niveles de expresi¨®n de estos genes, los investigadores no s¨®lo pudieron adivinar si la persona era obesa, sino tambi¨¦n c¨®mo se distribu¨ªa la grasa en su cuerpo. "Vimos c¨®mo las personas obesas no ten¨ªan casi ning¨²n nivel de uno de estos genes en sus tejidos grasos viscerales, mientras que aquellas que no ten¨ªan sobrepeso ten¨ªan niveles muy altos del gen", incide el cient¨ªfico. "Observamos una correlaci¨®n directa entre los niveles de expresi¨®n de estos genes y el ¨ªndice de masa corporal de la persona", subraya Gesta. El estudio, en el que tambi¨¦n colaboraron investigadores de la Universidad de Leipzig (Alemania), se public¨® el pasado mes de abril en la revista cient¨ªfica Proceedings of the National Academy of Sciences.
Aunque el desarrollo de un examen gen¨¦tico que pueda predecir en un reci¨¦n nacido si tendr¨¢ con el tiempo un cuerpo en forma de pera o manzana todav¨ªa est¨¢ lejos, la investigaci¨®n del doctor Gesta sienta las bases para pensar que este futuro puede estar un poco m¨¢s cerca. "A d¨ªa de hoy no podemos predecirlo porque no sabemos si esta diferencia en los genes es una causa o una consecuencia de la obesidad", matiza.
"En estos momentos, estamos trabajando en modelos de c¨¦lulas in vitro para ver qu¨¦ ocurre si alteramos los niveles de expresi¨®n de estos genes", explica Gesta. Pero aunque los genes pueden predeterminar cu¨¢nta grasa tendr¨¢ nuestro cuerpo, no hay que olvidar que el estilo de vida (dieta, sedentarismo, etc¨¦tera) los puede modificar y alterar.
El objetivo de estos cient¨ªficos no es otro que poder predecir cuanto antes mejor d¨®nde se depositar¨¢ la grasa de una persona. "Aunque ahora podemos adivinar d¨®nde tiene acumulada la grasa una persona estudiando los genes de sus c¨¦lulas grasas, todav¨ªa no tenemos ninguna herramienta m¨¢gica para alterar este patr¨®n", afirma el profesor Ronald Kahn, presidente del Centro de Diabetolog¨ªa Joslin y principal investigador del estudio. "Pero con estos hallazgos hemos identificado los genes que habr¨ªa que modificar si alg¨²n d¨ªa podemos llegar a cambiar esta distribuci¨®n de la grasa con un f¨¢rmaco".
Lo m¨¢s importante es evitar que la grasa se acumule en el abdomen. Si hay que elegir, mejor tener forma de pera que de manzana. Pero los expertos insisten en que el objetivo es eliminar grasa de cualquier parte del cuerpo para reducir los riesgos asociados con la obesidad. De momento, la combinaci¨®n de dieta y ejercicio sigue siendo la recomendaci¨®n universal para perder peso.
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