Una gr¨²a derriba la puerta principal de la Casa de Campo
Un operario desmontaba un andamio de las obras de la M-30
Una gr¨²a de las obras de la M-30 arranc¨® ayer de cuajo una de las dos hojas y el dintel ornamental de la puerta del Rey, la principal de cuantas dan acceso a la Casa de Campo, que mira al Palacio Real. La puerta desgajada contaba con unos cinco metros de altura y una veintena de verjas paralelas de hierro. Fue retirada.
Desde hace meses, esta cancela se hallaba tras un andamio de igual altura que guiaba hacia las obras de un colector cercano. Aunque no hubo testigos presenciales en el acto, Juan Garc¨ªa, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n, que acudi¨® poco despu¨¦s y fue agredido por un encargado, se?ala: "Creo que un operario de Gr¨²as Sierra que desde el interior de la Casa de Campo desmontaba este andamio exterior por encima de la puerta, perdi¨® el control de su m¨¢quina por razones desconocidas y con su pluma golpe¨® contundentemente la hoja y el dintel y los hizo abatirse".
"Han bifurcado la avenida de Portugal dentro mismo de la Casa de Campo", dice Pedro Sant¨ªn, concejal del PSOE. "Lo sucedido es una consecuencia m¨¢s de esa irrupci¨®n ilegal de las obras de la M-30 en el gran parque madrile?o".
La puerta databa de 1933 y estaba rematada por uno de los escas¨ªsimos escudos republicanos que perduraron en Madrid a lo largo de 36 a?os de franquismo. "Lo que Franco no destruy¨®, lo derriba ahora la M-30", dice Luis de Vicente, historiador de la Casa de Campo. "Esta puerta se insert¨® durante la Rep¨²blica, dentro del proyecto de Juan de Villanueva, a fines del siglo XVIII, construido por su disc¨ªpulo Isidoro Gonz¨¢lez Vel¨¢zquez". El 1 de mayo de 1931, por impulso republicano, "la Casa de Campo pas¨® de cazadero regio a patrimonio del pueblo de Madrid y la puerta destruida era un vestigio ¨²nico de aquel tr¨¢nsito", se lamenta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.