El lujo de ir al cine

Domingo tarde. Agotamiento cr¨®nico por la semana ya pasada y depresi¨®n traum¨¢tica por la inminente llegada del lunes. ?Soluci¨®n? Ir al cine. Eso era lo que, hasta hace no mucho, nos alegraba el d¨ªa. Pero parece que los grandes magnates y empresarios que monopolizan todas las salas de cine no son suficientemente ricos y piden desorbitantes precios por una entrada de cine. Ni m¨¢s ni menos que siete euros. ?Siete euros! Para aquellos que creemos que el cine no es un lujo y nuestro nivel de renta es m¨¢s bien tirando a bajo, pensamos, inocentemente, que merecemos alg¨²n tipo de rebaja. Yo, como estudiante, fui el pasado domingo toda confiada con mi carn¨¦ joven al cine, pero cu¨¢l fue mi sorpresa cuando descubr¨ª que los fines de semana no merecemos descuento. ?Qu¨¦ pasa? ?Que s¨®lo tenemos derecho de ir entre semana o qu¨¦? ?Pero no se supone que precisamente para eso est¨¢n los fines de semana, para ocuparlos al ocio: ir al cine, teatro, etc¨¦tera? Despu¨¦s se quejar¨¢n de nuestras actividades nocturnas, ?pero es que nos dejan otra alternativa.