Jordano resiste en la nueva Cajasur
El ex diputado del PP es el principal ejecutivo de la etapa de Castillejo que sigue en la c¨²pula de la entidad cordobesa
Los cambios que ha experimentado Cajasur desde su retorno a la tutela de la Junta de Andaluc¨ªa han pasado de refil¨®n sobre una figura clave en la caja en los ¨²ltimos cinco a?os. Diego Jordano, abogado de 55 a?os y ex diputado del PP, ha capeado el temporal de los cambios y conserva un puesto clave en la entidad fundada por la Iglesia cat¨®lica: director general de los Servicios Jur¨ªdicos y Relaciones Institucionales.
Fuera de la caja el anterior presidente, el sacerdote Miguel Castillejo, y descabalgado como director general Francisco Jurado, Jordano es el ¨²nico miembro que ha resistido de la troika que llevaba las riendas de Cajasur cuando la caja mantuvo una feroz batalla contra el Gobierno de Manuel Chaves. Fiel a Castillejo desde 2000 hasta 2004, ha sabido ganarse la confianza del obispo de C¨®rdoba, Juan Jos¨¦ Asenjo, para continuar en la c¨²pula de la entidad en la actual fase. Y eso que al o¨ªdo del obispo han llegado reiteradas advertencias sobre la actuaci¨®n de Diego Jordano cuando Castillejo hac¨ªa y deshac¨ªa en Cajasur.
Seg¨²n algunos, sus relaciones con el presidente actual no son muy fluidas
El directivo ha sabido ganarse la confianza del obispo de C¨®rdoba para continuar en la caja
Jordano, miembro de una familia de raigambre cordobesa, entr¨® en Cajasur como letrado de a pie en 1978. Ocho a?os despu¨¦s, en 1986, pidi¨® una excedencia para acudir en las listas electorales del PP al Congreso por C¨®rdoba. Ese mismo a?o fue elegido presidente provincial de este partido, puesto en el que estuvo hasta 1993. Fue una etapa del PP, seg¨²n un compa?ero de partido, "convulsa", en la que hab¨ªa conflictos internos cada dos por tres. Representante del ala m¨¢s conservadora, Jordano asumi¨® en 1990 la secretar¨ªa general de PP andaluz, con Gabino Puche como presidente. En aquella ¨¦poca, la derecha andaluza ten¨ªa una representaci¨®n casi testimonial en el mapa pol¨ªtico auton¨®mico.
En 1993, Jordano perdi¨® los dos puestos org¨¢nicos, coincidiendo con la llegada a la presidencia del PP andaluz de Javier Arenas, cuya primera misi¨®n fue hacer una limpia de la vieja guardia con el objetivo de centrar el partido. De ah¨ª, seg¨²n fuentes del PP, que la relaci¨®n de Arenas y Jordano haya sido distante a lo largo de estos a?os. Jordano niega estas tensiones y asegura que su relaci¨®n con el l¨ªder del PP es "bastante buena".
Volcado desde 1993 en la pol¨ªtica nacional como diputado en el Congreso, Diego Jordano fue ponente de la Ley de Extranjer¨ªa, que en 1999 enfrent¨® a los entonces ministros del PP Manuel Pimentel (Trabajo) y Jaime Mayor Oreja (Interior). Jordano se aline¨® con Manuel Pimentel, quien, curiosamente, hab¨ªa sido su sucesor en la secretar¨ªa general del PP andaluz.
En esa legislatura, Jordano decide abandonar la pol¨ªtica activa (sigue siendo militante del PP) y pide su reincorporaci¨®n a Cajasur, lo que se materializ¨® en enero en enero de 2000. A partir de este momento empieza a labrarse una mete¨®rica carrera en la caja que tuvo un reconocimiento casi inmediato: en mayo de 2001 Castillejo le pone al frente de los servicios jur¨ªdicos de la entidad.
En uno de sus primeros consejos de administraci¨®n, en junio de ese a?o, se aprueba, con su visto bueno como jurista, la pol¨¦mica p¨®liza de 2,9 millones que Cajasur suscribi¨® a favor de Castillejo para que ¨¦ste cobrase una renta vitalicia el d¨ªa de su jubilaci¨®n. Esta p¨®liza se encuentra en los tribunales ya que el Gobierno andaluz, que nunca ha dejado de recelar de Jordano, consider¨® que se trata de una indemnizaci¨®n encubierta, prohibida por la normativa auton¨®mica.
Antip¨¢tico y autoritario, seg¨²n sus detractores, Jordano tiene en esta ¨¦poca una ascendencia decisiva sobre Castillejo. Es entonces cuando en su horizonte empieza a perfilarse la posibilidad de ser director general de la caja, es decir, el n¨²mero dos de la entidad, algo que, de momento, no ha conseguido.
La siguiente batalla jur¨ªdica contra la Junta en la que Cajasur se embarc¨® fue como consecuencia de una ley que impuls¨® el Gobierno del PP para que la caja huyese de la tutela de la Junta y se pusiese bajo el paraguas del Ministerio de Econom¨ªa en virtud su fundaci¨®n eclesi¨¢stica.
En esta batalla legal, y en las otras emprendidas, Jordano ha contado siempre con la asesor¨ªa externa de algunas de las firmas de abogados m¨¢s prestigiosas de Espa?a (Clavero Ar¨¦valo, Olivencia o Garrigues).
Todo el escenario dise?ado cambia con motivo de las elecciones de marzo de 2004. La coincidencia de gobiernos del PSOE en Madrid y Sevilla aceler¨® el proceso de retorno de Cajasur al control de la Junta, una promesa que Manuel Chaves hab¨ªa realizado.
En lugar de emplear la v¨ªa legal, que pod¨ªa durar varios a?os si el asunto embarrancaba en los tribunales, el consejero de Econom¨ªa y Hacienda, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, y el obispo de C¨®rdoba, Juan Jos¨¦ Asenjo, optaron por la negociaci¨®n y el retorno voluntario de la caja.
El obispo, seg¨²n Jordano, le encarg¨® esta negociaci¨®n, que fructific¨® en diciembre de 2004 con un acuerdo suscrito entre Gri?¨¢n y Asenjo. Castillejo, seg¨²n fuentes de Cajasur, interpret¨® la actuaci¨®n de Jordano como una "traici¨®n" en toda regla. El acuerdo, entre otras cuestiones, establec¨ªa la salida de Castillejo de la caja. Las fuentes consultadas a?aden que el enojo de Castillejo fue tal que estuvo a punto de destituir a Jordano. ?ste, no obstante, sostiene que sus relaciones con el ex presidente de Cajasur son normales y que hablan peri¨®dicamente.
En ese proceso de negociaci¨®n con la Junta, Jordano se gan¨® la confianza del obispo de C¨®rdoba, quien le ha mantenido en la c¨²pula de la caja contra viento y marea y pese a las pegas que unos y otros han reiterado al obispo. Fuentes de Cajasur minimizan el papel de Jordano en este proceso de negociaci¨®n con la Administraci¨®n auton¨®mica. "Es inflexible y un mal negociador", aseguran estas fuentes.
Tras el retorno de Cajasur a la tutela de la Administraci¨®n auton¨®mica, empez¨® otra dura y tensa negociaci¨®n entre la Iglesia, la Junta y los partidos para configurar el nuevo organigrama de la caja. El Gobierno andaluz y las formaciones pol¨ªticas quer¨ªan introducir cambios profundos en la antigua estructura vinculada a Castillejo, y en m¨¢s de un borrador del organigrama, Jordano estuvo fuera de los puestos destacados de la caja.
Finalmente, el empe?o del obispo hizo que su hombre de confianza se quedase como director general de los Servicios Jur¨ªdicos. Jordano, tras muchas presiones, s¨®lo tuvo que renunciar a la secretar¨ªa t¨¦cnica de los ¨®rganos de gobierno de Cajasur. Tras conocerse esta semana que el Banco de Espa?a ha impuesto una multa a todo el anterior consejo de administraci¨®n por un trasvase de fondos que hac¨ªa Cajasur dos veces al a?o, m¨¢s de uno ha censurado la actitud de Jordano como secretario t¨¦cnico de los ¨®rganos de gobierno. Seg¨²n los cr¨ªticos, Jordano deb¨ªa haber advertido a los miembros del consejo de que se hac¨ªa ese traspaso de fondos, una infracci¨®n que el Banco de Espa?a considera que obedec¨ªa a una "consigna o instrucci¨®n" de las m¨¢s altas esferas de la caja bajo el mandato de Castillejo. "Todo lo que ha pasado es imposible si ¨¦l hubiera cumplido con su obligaci¨®n", aseguran fuentes de la caja.
Las fuentes consultadas se?alan que las relaciones de Jordano con el actual presidente, el sacerdote Juan Moreno, no son especialmente fluidas. Todo lo contrario ocurre con la persona a la que todas las quinielas apuntan como el sucesor de Moreno en la presidencia de Cajasur el pr¨®ximo a?o, y que en la actualidad ocupa una vicepresidencia de la entidad: se trata de Fernando Cruz-Conde.
Jordano y Cruz-Conde, sacerdote y tambi¨¦n miembro de una tradicional familia cordobesa, coinciden en su forma de ver el futuro de Cajasur, es decir, una entidad en la que la Iglesia siga teniendo, sin margen para la duda, la voz de mando.
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