Eto'o consigue el ¨²ltimo t¨ªtulo
El p¨²blico abuchea a la directiva del Athletic que remonta a un Bar?a de circunstancias con el camerun¨¦s como Pichichi
Antes de empezar, el presidente del Athletic, Fernando Lamikiz, se trag¨® un sapo. ?l y su Junta Directiva recibieron la reprobaci¨®n del p¨²blico. A los 35 minutos Eto'o se coron¨® de gloria. Ven¨ªa de ser elegido el mejor jugador de la final de Par¨ªs y en ese instante consegu¨ªa el t¨ªtulo de Pichichi de la Liga en solitario superando al valencianista Villa. Probablemente no hab¨ªa m¨¢s partido en juego que ese duelo personal, uno en el campo, otro en la grada, y ambos amenizados por la m¨²sica de viento. En ambos gan¨® Eto'o. Se llev¨® el trofeo y coleccion¨® m¨¢s silbidos. El problema es que al presidente le chillaban los suyos y a Eto'o los rivales (por aquello del escupitajo en el Camp Nou a Exp¨®sito).
ATHLETIC 3 - BARCELONA 1
Athletic: Lafuente; Lacruz, Prieto, Ustaritz, Casas; Iraola, Orbaiz, Murillo (Felipe, m.51), Tiko (Etxeberria, m.57); Llorente (Julen Guerrero, m. 57) y Urzaiz.
Barcelona: Jorquera; Belletti, Oleguer, Olmo, Orlandi (Martos, m.73); Ludovic (Ramon, m.81), Motta, Ezquerro; Giuly (Pitu, m.61), Maxi y Eto'o.
Goles: 0-1. M. 34. Ludovic asiste a Eto'o y el camerun¨¦s engancha un remate cruzado con la derecha desde fuera del ¨¢rea. 1-1. M. 57. Iraola coloca una dejada de Llorente en el ¨¢rea tras un centro desde la derecha. 2-1. M.79. Felipe engancha con la derecha un rechace desde fuera del ¨¢rea. 3-1. M. 81. Oleguer centra desde la izquierda y Oleguer marca en su propia porter¨ªa.
?rbitro: Fern¨¢ndez Borbol¨¢n. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Olmo.
San Mam¨¦s. Lleno. Los jugadores del Athletic agradecieron a la hinchada su apoyo y recibieron al Bar?a con el pasillo de honor. Los aficionados recriminaron con pa?uelos la gesti¨®n del presidente Fernando Lamikiz.
Si no fuera por la fortaleza de la fe rojiblanca, costar¨ªa trabajo saber por qu¨¦ se llen¨® San Mam¨¦s para ver un partido intrascendente lleno de suplentes, chavalillos, homenajes, despedidas, aplausos y abucheos. El peor trago era para el presidente del Athletic que por su gusto, bien se hubiera ahorrado el encuentro para evitar la pa?olada que le dedic¨® San Mam¨¦s culp¨¢ndole de la mala temporada del equipo a dos d¨ªas de su comparecencia p¨²blica para valorar un a?o horrible. Los jugadores fueron m¨¢s listos. Antes de hacer el pasillo al campe¨®n de Liga y Champions, saltaron al campo con una pancarta de agradecimiento a la afici¨®n: Eskerrik asko [Muchas gracias, en euskera], se pod¨ªa leer. Y la gente aplaudi¨®. Y se olvid¨® de Javier Clemente. Y cuando se iba a iniciar el encuentro se volvi¨® contra el palco, sac¨® los pa?uelos e infl¨® los mofletes para silbar a la Junta Directiva, junto a algunos carteles de Lamikiz kanpora [Lamikiz, fuera]. No fue un esc¨¢ndalo, s¨®lo una reprobaci¨®n o el manifiesto de un malestar.
Porque el partido era un asunto menor. La verdad es que cuesta trabajo imaginar con que ¨¢nimo puede jugar un partido insustancial, fuera de tiempo, sin valor puntual, un equipo que viene de ganar la Liga de Campeones (y su celebraci¨®n consiguiente), por m¨¢s que se apele a los chicos del filial para que se exhiban y a los suplentes para que disfruten. Y cuesta trabajo imaginar qu¨¦ sensaci¨®n le produce al Athletic jugar ese partido intrascendente, el segundo de toda la temporada. El primero fue el de la primera jornada contra la Real Sociedad; el segundo, el de ayer, con el pescado vendido.
Ten¨ªa, eso s¨ª, el asunto Eto'o de por medio. Al camerun¨¦s no le perdon¨® San Mam¨¦s su escupitajo a Exp¨®sito en el partido de ida, pero no parece un tipo que se desplome en la adversidad.Lo intent¨® dos veces contra Lafuente, sin ¨¦xito, perdi¨® una de Maxi, que no le busc¨® y dispar¨® al poste, pero a la tercera aprovech¨® un desastre colectivo de la defensa del Athletic (resbal¨®n incluido de Ustaritz) para meter el bal¨®n entre el hierro y la red con un disparo seco. Para el Bar?a misi¨®n cumplida. Los titulares, salvo Eto'o, cumpl¨ªan su papel: Giuly a medio gas, Belletti a un cuarto de gas, Motta trabajador, los chicos j¨®venes a lo suyo, con algunos detalles del franc¨¦s Ludovic. En el Athletic s¨®lo se adivinaba la voluntad de Urzaiz como gran rematador y la t¨¦cnica de Iraola como gran habilidoso. El resto, en el papel habitual de los partidos amistosos.
Costaba trabajo, tambi¨¦n, ver al Bar?a errar tantos pases, pero la explicaci¨®n era tan obvia como poco criticable. Muchos de los futbolistas de ayer nunca jugar¨¢n en el Bar?a (por la ley del f¨²tbol) y otros quiz¨¢s se vayan. En el Athletic el meritoriaje es menor: no hay tantos futbolistas como para que unos hagan sombra a otros.
As¨ª que el asunto se enred¨® en asuntos emocionales. En el gol de Eto'o, en la despedida de Felipe Gur¨¦ndez (un futbolista silencioso al que alabaron todos sus entrenadores aunque casi nunca le pusieron), en el empate de Iraola que premiaba su calidad y su temple, tras una dejada de Llorente. Pero hab¨ªa un regalo escondido. En el minuto 80, Felipe recibi¨® un rechace en el ¨¢rea grande y marc¨®. Desde 1994, cuando dej¨® los juveniles, s¨®lo hab¨ªa metido dos goles. Y ayer se fue como los goleadores. Pero el ¨²ltimo gol de la Liga le correspondi¨® a Oleguer, eso s¨ª, en la porter¨ªa equivocada.
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