El Segura, de Ja¨¦n a Murcia

El r¨ªo Segura da nombre a una de las comarcas m¨¢s bellas de Andaluc¨ªa, la que representa dos tercios del mayor parque natural de Espa?a, el de Cazorla, Segura y Las Villas (Ja¨¦n). El Segura, que nace en la peque?a localidad serrana de Pontones, a 1.400 metros de altitud, aporta identidad hist¨®rica y geogr¨¢fica a estos parajes casi id¨ªlicos, pero su influencia en el desarrollo de los pueblos andaluces de su cabecera es casi nula. Tanto es as¨ª que vecinos y responsables p¨²blicos de la cuna del Segura reclaman que reviertan a su territorio los beneficios derivados de los recursos h¨ªdricos y no ser meros convidados de piedra en la gesti¨®n de un r¨ªo que s¨®lo sienten como propio en el nombre de su comarca, la Sierra de Segura, la m¨¢s oriental de Ja¨¦n.

Muchas pedan¨ªas serranas han dispuesto de luz el¨¦ctrica hace bien poco

La gesti¨®n de la cuenca pertenece a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Segura, que basa la mayor parte de sus recursos en la comunidad de Murcia. El Gobierno murciano ha anunciado un recurso de inconstitucionalidad contra el articulado de la reforma del Estatuto andaluz que prev¨¦ asumir las competencias de la cuenca del Guadalquivir, donde Murcia s¨®lo participa con un 0,2%. El r¨ªo Segura, al que los romanos llamaron Tader, los ¨¢rabes Guadalabiad (el r¨ªo blanco) para acabar acu?ando su nombre actual gracias al municipio de Segura de la Sierra, recorre 1.783 kil¨®metros cuadrados en Andaluc¨ªa, distribuidos en Almer¨ªa (1.130), Ja¨¦n (530) y Granada (58), lo que supone el 9,48% de toda la cuenca. El Segura o alguno de sus afluentes recorre 17 municipios andaluces, con una poblaci¨®n de poco m¨¢s de 25.000 habitantes.

La relaci¨®n entre el Segura y su cabecera jiennense ha sido una historia de amor y odio. Amor porque el r¨ªo ha contribuido a crear profundos y majestuosos valles en medio de una zona monta?osa con gran riqueza medioambiental. Y de odio porque, hist¨®ricamente, el r¨ªo ha servido para expoliar la riqueza forestal de estas sierras (empez¨® en el siglo XVIII con la Provincia Mar¨ªtima de Segura que cre¨® Fernando VI, cuando las maderas se transportaban aguas abajo en direcci¨®n a Murcia) y, en la actualidad, sigue siendo un r¨ªo lleno de contrariedades. Paradojas como el hecho de que los dos ¨²nicos pantanos dedicados en exclusiva al aprovechamiento hidroel¨¦ctrico de la cuenca se encuentren en Ja¨¦n, los de La Novia, en el r¨ªo Zumeta (afluente del Segura) y el de Las Anchuricas, ambos en el municipio de Santiago-Pontones, pero muchas pedan¨ªas serranas no han dispuesto de luz el¨¦ctrica hasta hace bien poco, y no precisamente gracias a la central hidroel¨¦ctrica que Iberdrola gestiona (con una potencia de 16,93 megawatios) en Las Juntas, en el v¨¦rtice de las provincias de Ja¨¦n, Albacete y Murcia. "No es justo que en nuestro t¨¦rmino haya una central tan rentable para generar energ¨ªa hacia el Levante y nosotros no recibamos ning¨²n canon", se lamenta el alcalde de Santiago-Pontones, el socialista Pascual Gonz¨¢lez. A su juicio, los principales recursos h¨ªdricos de la cuenca se localizan en la cabecera, por lo que "lo l¨®gico es que se reinviertan esos beneficios con un componente socioecon¨®mico". Proyectos como la adecuaci¨®n de un sendero medioambiental, la limpieza de los m¨¢rgenes o la construcci¨®n de peque?as infraestructuras se encuentran paralizados por la Confederaci¨®n del Segura, seg¨²n Gonz¨¢lez.

"El Segura nace aqu¨ª y cada uno debe gestionar sus recursos; por tanto lo l¨®gico es que podamos participar en la gesti¨®n de la cuenca del Segura", se?ala el presidente de la asociaci¨®n La Esparte?a de la Sierra de Segura, Jos¨¦ Laso, que alerta sobre el "estado de abandono" del r¨ªo a su paso por Ja¨¦n, con ausencia de contenedores de basura y de depuradoras en las zonas de mayor concentraci¨®n tur¨ªstica. Nada comparable, en todo caso, a la contaminaci¨®n que el Segura presenta a su paso por la regi¨®n murciana.

Muchos segure?os sostienen que la riqueza h¨ªdrica de estos parajes podr¨ªa servir para mantener la poblaci¨®n en una de las comarcas con mayor emigraci¨®n de Andaluc¨ªa. Laso plantea, por ejemplo, la puesta en marcha de una embotelladora de agua gestionada con fines sociales. Adem¨¢s, los dos pantanos del Segura en Ja¨¦n han quedado excluidos del plan de aprovechamiento tur¨ªstico y recreativo de la cuenca, as¨ª como del plan de actuaciones forestales. Las ¨²nicas inversiones que aparecen en el Plan Hidrol¨®gico que la Confederaci¨®n del Segura tiene publicado en su p¨¢gina web son dos millones de euros en la depuraci¨®n de aguas residuales en las comarcas almerienses de Mar¨ªa y V¨¦lez Rubio, con la construcci¨®n de cuatro depuradoras.