Con bultos
Abre bien los ojos y las ver¨¢s: est¨¢n por todas partes, aunque su modestia hace que se fundan con el entorno y pasen inadvertidas. Me refiero a las mujeres con bultos. Suelen tener una edad indefinida, por lo general m¨¢s bien madura, pongamos entre los cuarenta y los sesenta. Por supuesto, no saben conducir y no tienen coche, de ah¨ª lo de los bultos que siempre acarrean de un lugar a otro: baratas mochilas deportivas, bolsas de pl¨¢stico. Suelen vivir en el extrarradio de las ciudades y trabajar muy lejos de su hogar (como asistentas, o cuidadoras de ancianos, o auxiliares de cl¨ªnica en los hospitales), de manera que transportan sus bultos de ac¨¢ para all¨¢ en largos trayectos combinados de metro y autob¨²s. Otras no trabajan, es decir, no poseen un empleo ni reciben sueldo, pero se desloman igual, atravesando el mundo para cuidar a los nietos mientras la hija se marcha a la oficina, o para dar de comer a los padres viejos y limpiarles la casa. Y siempre van con las manos llenas de bolsas, porque llevan y traen ropa para lavar, y hacen la compra en un hiper lejano porque es m¨¢s barato, y transportan cosas, y hacen recados.
Deben de ser bastante pesados esos bultos, o al menos engorrosos de llevar durante largos trayectos, pero estas mujeres son briosas y resueltas, y si no son fuertes al menos son estoicas, capaces de aguantar lo que les echen. Es m¨¢s, caminan siempre apresuradas por la calle, porque tienen demasiadas cosas que hacer y no pueden perder el tiempo lament¨¢ndose. A?os de costumbre han hecho que acarreen sus bultos como si formaran parte de sus brazos. Suelen ser se?oras peque?as, algo rollizas, a veces emigrantes, mujeres vitalistas y animadas, mujeres extremadamente generosas, abnegadas cuidadoras de todo el mundo. El otro d¨ªa vi a una en un hipermercado junto con su hijo. Ella cargaba un par de bolsas en cada mano, y a su lado el gamberrillo del muchacho, de unos diecisiete espigados a?os, iba sin nada. Nadie las tiene en cuenta, pero son un poderoso motor social y de ellas dependen innumerables familias. Abre bien los ojos y m¨ªralas: siempre tan afanosas y tan silenciosamente entregadas a hacer lo que deben. Admirables y heroicas mujeres con bultos.
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