Benedicto XVI llega a Polonia tras las huellas de su antecesor
El Papa conf¨ªa en que del horror del campo de Auschwitz surja un "nuevo humanismo"
Benedicto XVI inici¨® ayer en Varsovia una visita de cuatro d¨ªas a Polonia que defini¨® como "una peregrinaci¨®n tras las huellas de Juan Pablo II", su antecesor en el trono de Pedro. El viaje incluye visitas a lugares estrechamente ligados a Karol Wojtyla, como Wadowice, su pueblo natal, o Cracovia la ciudad de la que fue arzobispo. Pero tambi¨¦n a escenarios que mantienen vivo el recuerdo de los horrores de la II Guerra Mundial, que Polonia sufri¨® intensamente, como el campo de concentraci¨®n nazi de Auschwitz.
El Pont¨ªfice se refiri¨® al tr¨¢gico simbolismo de Auschwitz, del que dijo, "obliga a pensar en c¨®mo el hombre puede caer tan bajo y perder su dignidad pisoteando a los otros hombres", en conversaci¨®n con los periodistas del vuelo papal.
La primera visita del Papa alem¨¢n a Polonia, la naci¨®n invadida y aplastada por el Tercer Reich, ha provocado considerable expectaci¨®n desde su anuncio. Especialmente porque Joseph Ratzinger, de 79 a?os, lleg¨® a vestir el uniforme de la Wehrmacht en los ¨²ltimos a?os de la contienda y porque el programa incluye la visita a los campos de concentraci¨®n de Auschwitz y Birkenau. Ratzinger ya los visit¨® como cardenal, pero ahora su presencia all¨ª tendr¨¢ otro significado. El Papa se lo toma con naturalidad. Y a las preguntas de los periodistas respondi¨® abiertamente que ir¨¢ "pensando en los muchos muertos que hubo", pero tambi¨¦n animado por la esperanza "de que all¨ª nazca un nuevo sentido de humanismo y una visi¨®n del hombre a imagen de Dios", para que "en el futuro no puedan ocurrir cosas similares". Preguntado por sus sentimientos como alem¨¢n ante esta visita, el Papa aclar¨® que viaja antes como cat¨®lico que como alem¨¢n.
M¨¢s all¨¢ del morbo de su nacionalidad, Benedicto XVI est¨¢ lejos de ser un desconocido en Polonia, pa¨ªs en el que ha estado en ocho ocasiones durante sus a?os de cardenal, y que ayer le dispens¨® una acogida calurosa en su primera visita como Pont¨ªfice. Parte del ¨¦xito hay que atribu¨ªrselo a la cuidada organizaci¨®n del viaje que se plante¨® desde un principio como un homenaje a Wojtyla, el gran h¨¦roe de la Polonia contempor¨¢nea. En todos los discursos, desde el de bienvenida, pronunciado por el presidente polaco, Lech Kaczynski, hasta los tres que ley¨® el Pont¨ªfice, hubo constantes referencias al Papa polaco. Lejos de competir con la omnipresente imagen de su antecesor, Ratzinger no se cans¨® de invocarla, aunque dej¨® claro tambi¨¦n que no se ha embarcado ¨²nicamente en un viaje sentimental, "sino en un itinerario de fe, inscrito en la misi¨®n que me ha confiado el Se?or en la persona del Ap¨®stol Pedro", dijo en el aeropuerto de Varsovia.
La primera jornada en Polonia tuvo dos momentos fundamentales: la reuni¨®n con el clero polaco y el encuentro ecum¨¦nico con los representantes de otras religiones. Antes de este ¨²ltimo, el Pont¨ªfice visit¨® el palacio presidencial donde salud¨® a la familia del presidente Kaczynski -su esposa, su madre y su hija, adem¨¢s de su hermano gemelo Jaroslaw Kaczynski, presidente del gobernante partido de Ley y Justicia- y recibi¨® el homenaje del cuerpo diplom¨¢tico.
Benedicto XVI cumpli¨® con todos con la profesionalidad y la sobriedad que le caracterizan. Inici¨® sus discursos en polaco y salud¨® sonriente a los miles de personas que le recibieron en el aeropuerto Federico Chopin, y a los que esperaban en las calles el paso del papam¨®vil. Atento al protocolo y a la liturgia, luci¨® durante el traslado en coche una muceta de terciopelo carmes¨ª rematada en armi?o bajo la que asomaba el encaje exquisito de la sobrepelliz y, en las ceremonias con el clero, una lujosa estola, s¨ªmbolo de su condici¨®n de pastor supremo de la grey cat¨®lica.
En sus discursos, el Papa se ci?¨® a las cuestiones estrictamente religiosas que le preocupan. El fortalecimiento de la fe del pueblo polaco, que hace tiempo que flaquea -el lema de esta visita es Ser fuertes en la Fe- y la necesidad de desarrollar el magisterio de su antecesor. M¨¢s dura fue su intervenci¨®n ante el clero cat¨®lico, en la catedral -varias veces destruida y vuelta a edificar- de San Juan Evangelista. Ratzinger hizo un llamamiento a los sacerdotes polacos -la mitad de los cuales tienen menos de 40 a?os- para que sean "especialistas en promover el encuentro del hombre con Dios". "Al sacerdote", continu¨®, "no se le pide que sea experto en econom¨ªa, en construcci¨®n o en pol¨ªtica. Se espera que sea experto en la vida espiritual". Se refiri¨® tambi¨¦n al riesgo de "hipocres¨ªa" que puede haber generado en el clero el haber vivido bajo el totalitarismo. "Cristo", dijo, "necesita sacerdotes maduros, viriles, capaces de cultivar una aut¨¦ntica paternidad espiritual". Una frase que no deja dudas sobre la orientaci¨®n tradicional de su pontificado.
Benedicto XVI se despide hoy de Varsovia con una misa en la plaza de la Victoria (Pilsudski), lugar de grandes concentraciones presididas por Wojtyla, antes de partir a Czestochowka
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.