Pero... ?esto es teatro?
Que sea un arte m¨¢s viejo que Matusal¨¦n no quiere decir que no se marque sus extravagancias de vez en cuando, porque los beb¨¦s, los perros y los amigos de lo experimental tambi¨¦n tienen derecho. Para ellos sugerimos
La cama
QU? ES ESTO: La cama es el lugar en el que pasamos lo mejor y lo peor de nuestras vidas y, precisamente por eso, es la absoluta protagonista de este montaje. Sus creadores engarzan una serie de relatos con la piltra como tel¨®n de fondo y lo envuelven todo en el juego art¨ªstico del teatro sensorial. Se trata de hablar de temas como el placer, la enfermedad, el nacimiento o la muerte y sentirlos, teatralmente, vaya, que nadie se piense que se va a poner a jadear o a ver la famosa luz al final del t¨²nel. Met¨¢foras que se huelen, que se oyen, que se tocan.
LO RARO: Cada funci¨®n admite un m¨¢ximo de 20 personas, que penetran en una gran matriz blanca, di¨¢fana y acogedora en la que van a vivir una experiencia ¨²nica. No hay que sentarse en ning¨²n sitio, hay que acostarse, ser part¨ªcipe de una org¨ªa teatral y sensorial donde los actores har¨¢n de cicerones por paisajes on¨ªricos y viajes del pasado al futuro y viceversa.
QUI?N ANDA AH?: La responsable de este atrevimiento formal es la compa?¨ªa Teatro en el Aire, que tiene en la sala La Caravana su cuartel general. La directora, Lidia Rodr¨ªguez, habla as¨ª de "su" cama: "sudario de enfermedades, tatami donde se celebran peleas a muerte, remanso de paz en el que la pereza halla su para¨ªso, acuario diminuto de los que logran escapar de sus obsesiones?"
Seis cartas al rey
QU? ES ESTO: Seis cartas al rey es el t¨ªtulo gen¨¦rico de un proyecto a medio camino entre el teatro, la acci¨®n pl¨¢stica, el arte conceptual y la locura misma. Se trata de una creaci¨®n de seis meses de duraci¨®n que se ha ido definiendo a medida que iba sucediendo. Arranc¨® en enero con El designio, la primera parte. Le han seguido luego El decreto, El orden, El tributo y Ad finitum, ¨²ltima parada de este viaje que se ha de celebrar entre el 1 y el 4 de junio. Prometen que la van a liar, y gorda.
LO RARO: Hasta Italia llegaron los ecos de la noticia: una obra de teatro? ?para perros? Pues s¨ª. Concretamente la tercera estaci¨®n de Seis cartas al rey, El orden, fue concebida, y cito textualmente, "para ti, que est¨¢s a cuatro patas". All¨ª se congregaron todos los canes de alto pedigr¨ª cultural, sin exclusi¨®n de raza ni religi¨®n. Pero no es lo ¨²nico raro de esta historia, porque tambi¨¦n se han hecho loas al gotel¨¦ y se han recolectado aplausos por la calle.
QUI?N ANDA AH?: El teatro Pradillo oferta su espacio para artistas sin residencia y aparecen ellos, Velvet & Crochet. Esta pareja, Rafael Su¨¢rez y Fran?ois Winberg, no son nuevos en esto de experimentar, pues han pertenecido al colectivo Circo Interior Bruto, que tambi¨¦n tiene lo suyo, y ahora buscan nuevas formas de expresi¨®n.
Rompiendo el cascar¨®n
QU? ES ESTO: Compa?¨ªas de Francia, Italia, Alemania y Espa?a con un inter¨¦s com¨²n: demostrar que el arte, el teatro, la danza, la m¨²sica, la proyecci¨®n de im¨¢genes y los t¨ªteres contribuyen de manera fundamental al desarrollo de la imaginaci¨®n, a la estimulaci¨®n del crecimiento interior y exterior, al despertar de la curiosidad. Eso s¨ª, lo hacen pensando en un p¨²blico especial, compuesto por seres bajitos con poco pelo que hablan un extra?o lenguaje: beb¨¦s.
LO RARO: Pues eso, que ya no hace falta esperar a que el ni?o se atiborre de aventuras disney para decidir llevarlo un d¨ªa al teatro, que con 6 meses los admiten algunas de las compa?¨ªas que participan en este ciclo; otras los quieren m¨ªnimo de 8 meses, y la mayor¨ªa a partir del a?o y medio. En cualquier caso, tendr¨¢n de ir acompa?ados de un adulto, claro, incluso de un pa?al de repuesto.
QUI?N ANDA AH?: Se trata, ni m¨¢s ni menos, que del segundo ciclo de teatro para beb¨¦s que organiza el Centro Cultural de la Villa y que se est¨¢ celebrando hasta el 18 de junio con espect¨¢culos de una duraci¨®n aproximada de media hora y con capacidad para entre 30 y 80 mocosos.
Tampoco es tan raro
Queda claro que aqu¨ª est¨¢ habiendo un replanteamiento de la funci¨®n y naturaleza del p¨²blico teatral. Hay m¨¢s ejemplos: Ang¨¦lica Liddell quiere que los espectadores lleven radiograf¨ªas, medicamentos, anal¨ªticas o historiales m¨¦dicos a su performance Boxeo para c¨¦lulas y planetas; Sol Pic¨® te hace dar una vuelta por el recinto y luego te saca a la calle para volver a entrar a ver su Paella mixta, cocinada previamente; los Hermanos Oligor te introducen en un mini circo destartalado donde caben 30 personas para hablar de Las tribulaciones de Virginia; La Fura dels Baus directamente te invita a un barco, el Naumon, pero de estos ya no nos sorprende nada; Animalario te llevaba por un recorrido guarrete en su espect¨¢culo itinerante Pornograf¨ªa barata? Y si salimos de Espa?a, tampoco faltan alteraciones parecidas: el Hau Theater de Berl¨ªn est¨¢ llevando a cabo en los ¨²ltimos meses una experiencia de integraci¨®n con los vecinos del barrio, de mayor¨ªa turca, a base de erigirlos en protagonistas de la actividad teatral, con sesiones culinarias, paseos alternativos por la ciudad o la invitaci¨®n a donar trastos viejos con los que un arquitecto ha reproducido el barrio a escala. Toda una experiencia, como la de llegar a la sala peque?a del American Place Theatre de la calle 46 neoyorkina, bajando por un montacargas en busca de eso que llaman espect¨¢culos ¨ªntimos y comprometidos en una ciudad que deja las rarezas art¨ªsticas para las cloacas de Broadway. Finalmente, el franc¨¦s Boris Charmatz plantea en H¨¨?tre-¨¦l¨¦vision un pseudo espect¨¢culo para un solo espectador, que entra en una sala donde, recostado sobre un sill¨®n como de dentista, uno se traga un v¨ªdeo de casi una hora donde los bailarines parecen atrapados en la pantalla. En fin, ?qu¨¦ dir¨ªa Lope de Vega de todo esto? Lo mismo hasta le gustaba, mira t¨².
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