El Ayuntamiento ordena cerrar un centro comercial que lleva 20 a?os sin licencia
La junta municipal ignora c¨®mo ejecutar su propia decisi¨®n "sin poner a tanta gente en la calle"
El Centro Comercial Arenal 8, un bloque de cinco plantas que alberga 31 tiendas, una academia de inform¨¢tica y 13 apartamentos a un paso de la Puerta del Sol, est¨¢ bajo amenaza de cierre. Despu¨¦s de 21 a?os abierto sin licencia de funcionamiento y tras una d¨¦cada de advertencias por parte de Protecci¨®n Civil, el Ayuntamiento envi¨® hace dos meses la orden de clausura. Pero la Junta Municipal de Centro admite que no sabe c¨®mo ejecutar su orden sin crear "un problema mayor": el precinto afectar¨ªa al suministro de agua y luz, lo que obligar¨ªa a poner "a muchas personas en la calle". Los due?os de los locales aseguran que tienen todas las licencias en regla y amenazan con denunciar al Consistorio.
El Centro Comercial Arenal 8 obtuvo a principios de los a?os ochenta la licencia de construcci¨®n, y tambi¨¦n la de actividad, que ayer mostraban con indignaci¨®n los propietarios de varios locales. Con esos permisos abrieron sus puertas en 1985 sus 31 locales comerciales (hoy, s¨®lo una veintena siguen activos). Pero el edificio nunca obtuvo la licencia de funcionamiento, un ¨²ltimo permiso que acredita "que la actividad que se desarrolla se adecua al proyecto constructivo", seg¨²n Luis As¨²a, concejal del distrito Centro.
Los due?os de las tiendas llevan a?os solicitando que se les conceda esa licencia para legalizar plenamente la situaci¨®n del centro comercial, y el Ayuntamiento siempre se la ha denegado argumentando que sucesivos informes de Protecci¨®n Civil alertaban sobre deficiencias de seguridad en el inmueble. Aun as¨ª, nunca orden¨® el precinto.
Uno de los ¨²ltimos informes de ese departamento, fechado el 7 de noviembre de 2005, hace repaso de los avisos dados desde 1996 y -aunque se?ala que algunas deficiencias parecen haberse subsanado- vuelve a insistir en la necesidad de abrir en el edificio "adecuadas alternativas de salida" de emergencia, reformar la escalera, legalizar la construcci¨®n de un aljibe y un grupo de presi¨®n ubicados en el s¨®tano y arreglar la instalaci¨®n el¨¦ctrica.
Plazos superados
El informe concluye proponiendo de nuevo "la denegaci¨®n del acta de funcionamiento", y a?ade: "A juicio de este departamento se han superado con creces los plazos y n¨²mero de requerimientos razonables en la tramitaci¨®n del presente expediente".
Ahora, despu¨¦s de al menos una d¨¦cada conociendo el problema, el Ayuntamiento se ha decidido a actuar, y el pasado marzo envi¨® una "orden de clausura de las instalaciones generales", es decir, el agua, la luz, el ascensor y la caldera, seg¨²n ha confirmado a este peri¨®dico el concejal Luis As¨²a. "No se trata de precintar las tiendas, porque los due?os tienen licencia de actividad. Es el edificio el que no puede funcionar, por eso se precintan los servicios generales", explica.
La situaci¨®n surrealista llega cuando el propio As¨²a y los responsables jur¨ªdicos de la junta admiten que no est¨¢n seguros de que dicha orden pueda llegar a ejecutarse. "S¨ª, es verdad, ese centro comercial nunca ha tenido licencia de funcionamiento. Y eso es ilegal. Pero es que encima de las tiendas hay viviendas. ?Qu¨¦ hacemos, les dejamos sin agua, sin luz? Hay un precepto constitucional que es el de la inviolabilidad del domicilio, y ¨¦se se respeta hasta para los okupas. Yo no estoy seguro de que esta orden que hemos mandado pueda ejecutarse. Estamos d¨¢ndole vueltas a ver de qu¨¦ forma puede resolverse esto", afirma el mismo concejal que firm¨® la orden.
Fuentes de la Junta de Centro adelantaron ayer que, una vez ordenada la clausura, la normativa obliga a enviar en los pr¨®ximos d¨ªas requerimientos a todos los propietarios e inquilinos "para advertirles de que el centro va a ser precintado y darles un plazo de 15 d¨ªas para desalojarlo".
Estos responsables no precisaron, sin embargo, cu¨¢ndo ocurrir¨¢ eso, y abundaron en el argumento esgrimido por As¨²a: "La clausura es legalmente obligada. Pero hay que valorar las consecuencias de estas cosas: estamos condenando a un mont¨®n de gente a irse a la calle, y no todos son responsables de que el edificio no cumpla las normas. Podr¨ªamos no llegar a ejecutar la orden".
"Yo no me voy"
Mientras el Ayuntamiento decide qu¨¦ hacer, los propietarios e inquilinos de los locales de Arenal 8 amenazan con denunciar ellos al Consistorio si precinta los servicios generales. "Yo, desde luego, de aqu¨ª no me voy. Estoy harto de esta historia. Tengo mi licencia de actividad desde 1993 y cada vez que Protecci¨®n Civil ha dicho que hab¨ªa que hacer una obra se ha hecho. Si hay que hacer m¨¢s, pues que lo digan", afirma con mal tono M¨¢ximo Bartolom¨¦, due?o de una tienda de relojes y vicepresidente de la comunidad de propietarios de Arenal 8.
"Esto es rid¨ªculo. ?C¨®mo que cortan la luz pero nos dejan abrir las tiendas? ?Pues pondremos un generador! Y, desde luego, si despu¨¦s de a?os pagando derramas para hacer obras de todo tipo resulta que nada ha sido suficiente, a lo mejor debemos ir a los tribunales para que nos devuelvan ese dinero", protesta otro comerciante.
Fuentes municipales confirman que muchas deficiencias s¨ª han sido subsanadas en estos a?os, pero replican que, efectivamente, no ha sido suficiente: Protecci¨®n Civil sigue concluyendo que el edificio no merece licencia de funcionamiento.
El desalojo de Ratoncito P¨¦rez
El 5 de enero de 2003, v¨ªspera de Reyes, el entonces alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano (PP), presidi¨® en el n¨²mero 8 de la calle de Arenal el acto de colocaci¨®n de una placa y una peque?a estatua de bronce en homenaje a Rat¨®n P¨¦rez, que, seg¨²n la tradici¨®n, vivi¨® all¨ª, en el s¨®tano de una confiter¨ªa, dentro de una caja de galletas.
El Ayuntamiento ya sab¨ªa por aquel entonces que el centro comercial carec¨ªa de licencia de funcionamiento. Hoy, el cuerpecito en bronce del personaje infantil creado por el jesuita Luis Coloma sigue all¨ª, y si la Junta de Centro ejecuta su orden de clausura ser¨¢ uno de los primeros desalojados del centro comercial.
Entre los inquilinos de carne y hueso del edificio cund¨ªa ayer el desconcierto. "Hace d¨ªas vinieron dos polic¨ªas a entregar un papel. Luego pas¨® un funcionario del Ayuntamiento pidiendo las licencias de actividad, que por supuesto tenemos. Pero nadie nos explica nada. No ser¨¢ verdad que nos desalojan, ?no? Llevamos cinco a?os escuchando eso", contaba una dependienta de la planta baja.
Un piso m¨¢s arriba, tras el mostrador de la tienda de videojuegos Chollogames, sus due?os confirmaban el estupor general. "Pero ?alguien puede creerse que nos vamos a arriesgar a que nos echen por no arreglar una escalera? Claro que hemos arreglado todo lo que nos han dicho. ?Llevamos a?os haciendo obras! Y si falta una licencia pues ser¨¢ culpa del Ayuntamiento, que no ha hecho nada en 20 a?os, no nuestra", protestaban.
M¨¢s satisfechos se muestran Petra y Tom¨¢s, due?os de una cafeter¨ªa en la planta baja, que est¨¢n alquilados (y en pleitos con su casero) y llevan a?os denunciando la inoperancia municipal. "Las salidas de emergencia est¨¢n bloqueadas porque no hay cuartos de basuras y ah¨ª deja todo el mundo las bolsas. No hay salidas de humos, ni cuartos de ba?o abiertos al p¨²blico. Si nos echan, que nos echen. Pero nos vamos todos juntos", afirma Petra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.