?ngel, el ap¨®stata

La bautizaron cuando naci¨®, hace 32 a?os. Tambi¨¦n hizo la primera comuni¨®n, como casi todos los ni?os. Ahora, la diputada por Valencia Isaura Navarro milita en Izquierda Unida. Hace dos a?os present¨® un escrito de apostas¨ªa en el arzobispado de Valencia. No obtuvo respuesta. En 2005, fue m¨¢s all¨¢: pidi¨®, tambi¨¦n por escrito, que le fuese aplicada la excomuni¨®n y anot¨® un listado de hechos, que, precisaba, "forman parte de mi vida e ideolog¨ªa". "He votado en el Congreso de los Diputados a favor del matrimonio gay; no soy creyente, soy atea, no comulgo con nada de lo que defienden", dec¨ªa. Tambi¨¦n a?adi¨® dos observaciones sobre su vida sexual: "Uso preservativos y dem¨¢s anticonceptivos. Tengo relaciones sexuales extramatrimoniales".

"?C¨®mo va a estar el Concordato por encima de mis derechos constitucionales?"

IU ha presentado una proposici¨®n parlamentaria para que se facilite la renuncia

Hace 10 meses que espera respuesta. Desconoce si la Iglesia ha borrado sus datos.

Lo que s¨ª sabe seguro la diputada Navarro es que en los primeros d¨ªas de junio, la Comisi¨®n de Justicia del Congreso debatir¨¢ la proposici¨®n no de ley que ella present¨® en marzo. En el texto se insta al Gobierno a estudiar las reformas legales necesarias y acordar con las confesiones que se cause baja de las religiones de forma r¨¢pida y con garant¨ªas. Tambi¨¦n se pide que se haga "la inscripci¨®n expresa en sus asientos de la baja y la supresi¨®n de los datos personales que obren en sus registros".

Cat¨®licos se declaran ocho de cada 10 espa?oles, un 77% de la poblaci¨®n, seg¨²n el bar¨®metro de enero de 2006 del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS), mientras que bautizados est¨¢n pr¨¢cticamente todos (un 94%), seg¨²n datos de la Conferencia Episcopal.

La mayor¨ªa de los consultados en este reportaje, ciudadanos que han querido abandonar la Iglesia, cuentan una historia similar a la de Isaura: han acudido al arzobispado, han presentado un papel en el que piden causar baja, les han entregado un resguardo o se han llevado una fotocopia de su solicitud. O no han recibido contestaci¨®n, o les dicen que sus datos no pueden ser borrados.

A Carmen, una periodista de 28 a?os que vive en Madrid, le lleg¨® devuelta, sin abrir, la carta de renuncia dirigida al arzobispado de M¨¢laga. "No lo he intentado de nuevo", dice, "s¨ª que deseo apostatar, pero no quiero irme a M¨¢laga, perder mi tiempo. Ellos no ayudan de ninguna manera".

Mientras la Conferencia Episcopal proporciona el n¨²mero de cat¨®licos, asegura desconocer el de ap¨®statas, "eso depende de cada di¨®cesis", alega una portavoz de la Conferencia Episcopal. Desde el arzobispado de Sevilla, por ejemplo, indican que cuando alguien reniega formalmente de su fe, se hace una anotaci¨®n marginal en su partida de bautismo. "Pero no se puede destruir el documento", aseguran, "porque en la misma hoja del libro constan otros cristianados".

"Yo apostat¨¦ como ciudadana, no como pol¨ªtica", dice la diputada Navarro. "Estamos afiliados a una organizaci¨®n que obtiene m¨¢s dinero y privilegios por contarnos entre ellos". La Iglesia niega este extremo: "Los datos sobre el n¨²mero de bautizados, comuniones, confirmaciones o bodas que se producen cada a?o se utilizan con fines estad¨ªsticos", responde una portavoz de la Conferencia Episcopal, "en ning¨²n caso la financiaci¨®n de la Iglesia depende del n¨²mero de bautizados". Para sostener las 20.000 parroquias que hay en Espa?a y los 20.000 sacerdotes (datos de 2003) los contribuyentes entregaron 128 millones de euros poniendo una cruz en la casilla correspondiente, para ceder el 0,52% en su ¨²ltima declaraci¨®n de la Renta. El Estado puso 12 millones m¨¢s.

?ngel Rubio ha llegado m¨¢s lejos en su empe?o de renegar. Es m¨²sico, tiene 50 a?os y despu¨¦s de estudiar psicolog¨ªa, se especializ¨® en sectas. Considera que la Iglesia Cat¨®lica es una secta m¨¢s. Recuerda haber pasado muchas noches en blanco, cuando era ni?o, obsesionado por el infierno, el mal, el castigo que llegar¨ªa en cualquier momento. "A los 40 a?os segu¨ªa quit¨¢ndome de encima peque?os miedos psicol¨®gicos", dice, "que arrastraba de la crueldad de la educaci¨®n cat¨®lica". Hace dos a?os, se propuso renunciar sin entrar en sus creencias, sino pidiendo que desaparecieran sus datos.

La primera vez que fue al arzobispado de Madrid le atendi¨® un conserje. Apenas le dio informaci¨®n. La segunda acudi¨® con dos militantes del colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de Madrid (Cogam). Rellen¨® un formulario y se march¨® con la fotocopia. Contestaron seis meses m¨¢s tarde: "Alegaban que no pod¨ªan hacer desaparecer un hecho hist¨®rico como es el bautismo. No lo entiendo. De joven me detuvieron por manifestarme y esos antecedentes han sido borrados".

Cogam ya ten¨ªa una campa?a en marcha en 2004. "Presentamos 1.500 escritos en Madrid", dice Fernando Garc¨ªa Pall¨¢s. "Los aceptaron, pero nos dieron la callada por respuesta".

Al a?o siguiente, al colectivo se sumaron, para recoger formularios de cancelaci¨®n de datos, Izquierda Republicana, Europa Laica, la Asamblea Feminista de Madrid y la agrupaci¨®n ciudadana 13M

. D¨ªas despu¨¦s de la manifestaci¨®n contra el matrimonio gay, en la que salieron los obispos a la calle, presentaron 1.800 escritos. Juan Gamba, de 29 a?os, de 13M, estuvo all¨ª. Su solicitud, como el de los otros 1.799, no entraba en las creencias, sino en los datos: "Revoco mi consentimiento para que este arzobispado (...) posea, conserve y use o trate cualquier dato referido a mi persona, y en particular los que puedan figurar en los libros de bautismo". El arzobispado no recogi¨® los documentos. "Dijeron que ten¨ªa que ir uno por uno a hacerlo, y en la parroquia en la que hab¨ªas sido bautizado. Y s¨¦ de gente que ha ido a la parroquia y les han mandado al arzobispado", recuerda Juan.

Poco despu¨¦s de aquel intento colectivo, ?ngel, con el apoyo jur¨ªdico del Cogam y de Izquierda Republicana, present¨® una reclamaci¨®n ante la Agencia de Protecci¨®n de Datos, por no tutelar sus derechos. "El arzobispado aleg¨® que, seg¨²n el Concordato de 1979, los archivos de la Iglesia son inviolables", relata Gerardo Vizmanos, el abogado. "?C¨®mo va a estar un Concordato por encima de mis derechos constitucionales y de una ley org¨¢nica que protege mis datos?", se pregunta ?ngel.

La Agencia contest¨®, finalmente, que hay derecho de cancelaci¨®n de datos, pero como anotaci¨®n marginal en el documento de bautismo. "O sea, que no s¨®lo sigue constando que eres cat¨®lico, sino que encima se anota que eres un renegado", protesta Vizmanos, que ha presentado un recurso contra el organismo ante la Audiencia Nacional: un expediente de 26 p¨¢ginas en el que argumenta que los registros de bautismo son ficheros, no expedientes de hechos hist¨®ricos, y que, pese a la inviolabilidad de los archivos eclesi¨¢sticos, el ciudadano puede cancelar los datos.

Tambi¨¦n pide una multa para el arzobispado de Madrid de al menos 60.000 euros. El tribunal resolver¨¢.