El consejero de los PAI

Rafael Blasco (Alzira 1945) es el centro de la remodelaci¨®n anunciada ayer por el presidente Francisco Camps, que no solo cont¨® con ¨¦l en 2003, nada m¨¢s acceder a lo m¨¢s alto de la Generalitat, sino que le confi¨® una de las macrocarteras de su gabinete: la suma del urbanismo, la vivienda y el medio ambiente. El balance, tres a?os despu¨¦s, es agridulce.

En este tiempo, Blasco, considerado un pol¨ªtico de largo recorrido, un gestor incombustible, se ha caracterizado por su prol¨ªfica actividad legislativa -ha aprobado m¨¢s de cuatro nuevas leyes, tres de ellas con el ¨²nico aval del PP, que gobierna la Generalitat con mayor¨ªa absoluta-, pero tambi¨¦n -y eso parece haber pesado en la remodelaci¨®n- por la condena que el urbanismo valenciano ha recibido de las instituciones europeas. Y por la gran contestaci¨®n social que han tenido sus pol¨ªticas de puertas adentro. El pr¨®ximo s¨¢bado se enfrentaba, de hecho, a otra manifestaci¨®n convocada por la plataforma Comprom¨ªs pel Territori en contra de su concepci¨®n de ordenaci¨®n del territorio y en demanda de una moratoria. Es el consejero de los PAI -Programas de Actuaci¨®n Integrada-, del Manhattan de Cullera, de las sociedades mixtas del Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA).

Polemista por excelencia, ha tenido roces pol¨ªticos con la oposici¨®n pero tambi¨¦n alg¨²n que otro rifirrafe con alguno de sus compa?eros de gobierno. Son conocidas sus grandes controversias con las ministras socialistas de Vivienda, Mar¨ªa Antonia Trujillo, y con la de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Pero tambi¨¦n han trascendido sendas enganchadas con la consejera de Cooperaci¨®n, la zaplanista Gema Amor, y con el titular de Infraestructuras y Transportes, Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa Ant¨®n, a prop¨®sito del proyecto del Plan de Acci¨®n Territorial del Litoral, donde Blasco introdujo importantes cambios en la planificaci¨®n de infraestructuras -es el caso del acceso norte al puerto de Valencia- sin haberlo discutido previamente con Garc¨ªa Ant¨®n.

Blasco no es un hombre que tema los cambios. As¨ª lo refleja su curr¨ªculo, donde llama la atenci¨®n que sea uno de los pocos pol¨ªticos que ha desempe?ado la cartera de Obras P¨²blicas con un gobierno del PSOE y m¨¢s tarde con otro del PP. Tras un periplo judicial, en 1995, ya separado del partido socialista, acompa?¨® al emergente Eduardo Zaplana hasta la presidencia de la Generalitat. Con ¨¦l ocup¨® la Secretar¨ªa de Planificaci¨®n de Presidencia, luego la Consejer¨ªa de Empleo y la de Bienestar Social.

Blasco se enfrenta ahora en la cartera de Sanidad a la construcci¨®n del nuevo hospital La Fe en Valencia, que se prev¨¦ que entre en funcionamiento en diciembre de 2009 y cuyas obras est¨¢n por delante de los plazos previstos, seg¨²n la consejer¨ªa. M¨¢s a medio plazo, queda la puesta en marcha de los diferentes hospitales de gesti¨®n privada que siguen la estela del hospital de Alzira a los que Rambla dio un importante impulso. El primero ser¨¢ el centro de Torrevieja, que se pondr¨¢ en marcha en meses. Recientemente comenzaron las obras en D¨¦nia y m¨¢s lejos en el calendario se construir¨¢n los de Manises y Elche, tambi¨¦n de control privado. Paralelamente, est¨¢ previsto un hospital en Gandia, otro en Ll¨ªria y un centro auxiliar en La Vall d'Uix¨®, todos ellos p¨²blicos.

Blasco heredar¨¢ un gabinete hecho a la medida de Rambla, que se deshizo de los altos cargos heredados, y una consejer¨ªa tranquila, sin sobresaltos y con buena parte de los proyectos funcionando, como la carrera profesional, la informatizaci¨®n de la sanidad -pese a los fallos del mes pasado- o la nueva gesti¨®n de los departamentos de salud por objetivos. Est¨¢ prevista la inauguraci¨®n del centro de Torrevieja en meses.