"Tras el 11-S, muchos Gobiernos europeos cerraron los ojos"

El eurodiputado socialista Giovanni Claudio Fava (Catania, 1957), ponente de la comisi¨®n del Parlamento Europeo que investiga las supuestas actividades il¨ªcitas de la CIA en Europa, se ha entrevistado en Washington con responsables de la Administraci¨®n de George W. Bush y ex miembros de la CIA. Fava y el resto de la comitiva de la Euroc¨¢mara trataron de recabar informaci¨®n sobre lo que hicieron el espionaje estadounidense y el europeo despu¨¦s del 11-S.

Pregunta. En el borrador de informe de la comisi¨®n dice que ha quedado probado que la CIA secuestr¨® y traslad¨® a detenidos en Europa. Los gobiernos no han respondido a estas acusaciones tan graves. ?Por qu¨¦?

Respuesta. Son acusaciones respaldadas con hechos. En Italia hay un caso muy claro, con la confirmaci¨®n de la participaci¨®n del espionaje italiano en el secuestro de Abu Omar. En Suecia hay una investigaci¨®n del defensor del pueblo que hall¨® culpable a la polic¨ªa sueca de la entrega de dos egipcios a la CIA. En Alemania investigan el secuestro de El Masri, y el juez ya dijo que no tiene elementos para pensar que el secuestrado miente. Hay hechos, y entiendo que los gobiernos tengan dificultades para comentarlos. Hay vuelos operados por empresas de paja de la CIA con rutas bastante extra?as, entre Europa y Uzbekist¨¢n, Afganist¨¢n, Bagdad, Jordania, Egipto, Marruecos... sin que hubiera ning¨²n control sobre estos vuelos. En Alemania ha habido casi 500 vuelos operados por avionetas o aviones de la CIA con rutas sospechosas. Hay un problema de falta de transparencia por parte de muchos gobiernos europeos. Tras el 11-S, muchos gobiernos europeos cerraron los ojos.

P. EE UU justifica las rendiciones extraordinarias [secuestrar a un sospechoso de terrorismo en un pa¨ªs para trasladarlo a otro para ser interrogado] y asegura que las nuevas formas de terrorismo precisan nuevos instrumentos para combatirlo. ?Hay en Europa un debate sobre esta cuesti¨®n?

R. Han quedado claras tres cosas. Primero, que no se puede dejar a Estados Unidos la libertad de fijar los principios de la lucha contra el terrorismo. Europa se tiene que enfrentar pol¨ªticamente a EE UU. El sentido de culpa de Europa tras el 11-S hizo que la respuesta pol¨ªtica fuera muy d¨¦bil. Segundo, hay que restablecer los principios ¨¦ticos de la batalla contra el terrorismo. En Washington, el Departamento de Estado nos dijo que el pa¨ªs se siente en guerra, que asistimos a una guerra sucia en la que los enemigos no son un Estado y que, por lo tanto, no aplican las convenciones de Ginebra y que hay que modificar el concepto de tortura. Pero esto no es una guerra. Es una pelea de nuestros servicios de espionaje contra del terrorismo. No podemos bajar el nivel de garant¨ªas judiciales ni ¨¦ticas.

P. ?Cu¨¢l es el mensaje que recibieron de Washington?

R. "Fuera de nuestro jard¨ªn, por favor". El n¨²mero dos de

[la secretaria de Estado] Condoleezza Rice nos dijo que no reconoc¨ªan la autoridad de nuestra comisi¨®n. Nosotros le dijimos que no pretendemos procesar al Gobierno estadounidense, pero que queremos la verdad sobre lo que pas¨® en Europa. Hasta ahora la UE ha sido el patio trasero de EE UU, donde pueden hacer lo que quieren sin tener que dar explicaciones. Tambi¨¦n en Espa?a m¨¢s de 40 vuelos transitaron por Palma de Mallorca y nadie sabe por qu¨¦; si participaron en rendiciones; qu¨¦ quer¨ªan hacer con 60 kilos de hielo para una avioneta de 14 asientos... Lo que pas¨® en Espa?a, en Reino Unido, en Francfort... Vamos a publicar un listado de vuelos que se hicieron en estos a?os. Hay por ejemplo decenas de vuelos de la CIA entre Alemania y Tashkent (Uzbekist¨¢n) y Bak¨² (Azerbaiy¨¢n). Entre Afganist¨¢n y Guant¨¢namo, pasando por Polonia. Hay vuelos que no tienen sentido si no est¨¢n conectados con las rendiciones.