La paciente de Senderowicz muri¨® por una dosis t¨®xica de anest¨¦sico

D¨¦bora Catal¨¢n, bisnieta del pensador Ram¨®n M¨¦ndez Pidal, muri¨® el 25 de enero de 2002 tras recibir una dosis t¨®xica de compuesto anest¨¦sico formado por lidoca¨ªna y mepivaca¨ªna. La falta de medios de la cl¨ªnica del cirujano Gerardo Ra¨²l Senderowicz propici¨® que la paciente pereciera en cuesti¨®n de minutos. Los peritos destacaron ayer, en la tercera sesi¨®n del juicio, que el especialista iba a practicarle una intervenci¨®n de liposucci¨®n (reducci¨®n del tejido adiposo mediante la destrucci¨®n de grasa, que precisa anestesia).

Un total de 12 peritos, entre forenses y m¨¦dicos especialistas, participaron en la tercera jornada de la vista oral. Su intervenci¨®n dur¨® unas cinco horas. Los facultativos destacaron que la sangre de D¨¦bora Catal¨¢n conten¨ªa restos de una dosis t¨®xica de mepivaca¨ªna (16,2 miligramos por mililitro de sangre) y lidoca¨ªna (4,9). Ambos anest¨¦sicos tiene efectos similares, pero se potencian en caso de ser inyectados en el cuerpo humano conjuntamente.

"Esta mezcla afecta al sistema nervioso central y provoca convulsiones, risa inmotivada hasta llegar a la parada cardiorrespiratoria, lo que ocurri¨® en este caso", se?al¨® uno de los forenses.

El doctor Garc¨ªa Anar, forense encargado de la autopsia de D¨¦bora Catal¨¢n, destac¨® que el propio Senderowicz pregunt¨® a su compa?era, la doctora Victoria Bonn¨¦, tambi¨¦n inculpada, la composici¨®n del anest¨¦sico, durante el levantamiento del cad¨¢ver. "A fecha de hoy, a¨²n no sabemos la composici¨®n exacta del preparado que le inyect¨® el acusado a la paciente", a?adi¨® otro especialista.

Los peritos judiciales no se pusieron de acuerdo de la forma en que esa combinaci¨®n t¨®xica de anest¨¦sico lleg¨® a la sangre de la paciente. Barajaron varias posibilidades: un pinchazo accidental del anest¨¦sico en una vena, excesiva rapidez en aplicar la anestesia a la paciente por parte de Senderowicz, o bien una sobredosis.

Los especialistas en cirug¨ªa pl¨¢stica explicaron que la intervenci¨®n de Senderowicz era una liposucci¨®n. El cirujano de origen argentino declar¨® en la primera jornada del juicio que su intenci¨®n era hacer una mesoterapia (tratamiento contra la celulitis mediante inyecciones intrad¨¦rmicas). El cirujano pl¨¢stico Javier Enrique de Salamanca destac¨® que en la mesoterapia no se utiliza anestesia porque los pinchazos se hacen con agujas muy finas. "Las marcas que ten¨ªa la paciente en los muslos son la que pintan muchos colegas para hacer una liposucci¨®n", a?adi¨® Enrique de Salamanca. Catal¨¢n tambi¨¦n presentaba marcas en la ingle como si le hubieran intentado aplicar un liposuctor (aparato para hacer la liposucci¨®n).

Los especialistas destacaron la palpable falta de medios que hab¨ªa en la cl¨ªnica de Senderowicz para realizar las maniobras de reanimaci¨®n de la paciente. Algunos forenses destacaron que las operaciones de cirug¨ªa pl¨¢stica se realizan en quir¨®fanos en los que interviene un anestesia-reanimador. En estos lugares se cuenta con los medios necesarios para afrontar cualquier eventualidad, como la que ocurri¨® en el caso de D¨¦bora Catal¨¢n.

Mala pr¨¢ctica m¨¦dica

El doctor Corralero, especializado en anestesia y reanimaci¨®n, explic¨® que la paciente deber¨ªa de haber estado conectada a un electrocardiograma y un pulsiox¨ªmetro. Adem¨¢s, deber¨ªa haber tenido una v¨ªa venosa lista para inyectarle los medicamentos que hubieran sido necesarios. Senderowicz tambi¨¦n deber¨ªa de haber tenido listo una serie de medicamentos, como tranquilizantes, para frenar las convulsiones. "Esto no deber¨ªa de haber ocurrido. Desde luego, se ha incumplido la buena pr¨¢ctica m¨¦dica. Si la paciente no es tratada en tiempo y forma, hay una muerte segura", critic¨® el anestesista.

"Esto no se puede hacer en un piso. Es necesario un conocimiento necesario, la ayuda de un anestesista y una infraestructura m¨ªnima suficiente para afrontar todos los problemas que pudieran sobrevenir", a?adi¨® Corralero. ?ste coment¨® que el alquiler de un quir¨®fano en 2002 supon¨ªa un desembolso de unos 480 euros.

Los forenses descartaron que la muerte se debiera a un shock anafil¨¢ctico, ya que la mepivaca¨ªna y la lidoca¨ªna no suelen generar estas reacciones en los pacientes. Comprobaron que no se hab¨ªa producido el edema de glotis (hinchaz¨®n en la garganta), un s¨ªntoma claro de que se ha producido el citado shock.