En la cocina pol¨ªtica
Ha llegado al final resoplando pero est¨¢ contento. Aunque la batalla de la reforma estatutaria no ha terminado del todo pues a¨²n le queda un refer¨¦ndum por ganar, Miquel Iceta (Barcelona, 1960) se muestra razonablemente satisfecho de su trabajo al frente de los diputados socialistas encargados de redactar el nuevo Estatuto. Considera que el resultado ha salido mucho mejor de lo que en algunos momentos de su agitada elaboraci¨®n era de temer. "Todo el mundo puso tanto c¨¢lculo t¨¢ctico en esa operaci¨®n", reflexiona ahora, "que podemos darnos por medianamente satisfechos por haber superado el envite".
No era la primera vez que Iceta afrontaba situaciones dif¨ªciles, por no decir desesperadas, desde puestos de responsabilidad. De la mano del vicepresidente Narc¨ªs Serra fue director general de An¨¢lisis de Presidencia del Gobierno entre 1991 y 1995 y subdirector del gabinete de Presidencia del Gobierno hasta el final de aquella etapa, en 1996. Fue, por tanto, uno de los llamados fontaneros de La Moncloa en los ¨²ltimos a?os del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, los duros a?os de acoso pol¨ªtico, en los que el PP agitaba contra ellos la bronca letan¨ªa del "paro, despilfarro y corrupci¨®n".
Un par de a?os antes, en el congreso del PSC celebrado en Sitges, Iceta contribuy¨® en lo que pudo a operar el cambio de equipo dirigente del partido, apeando a los obiolistas del poder. Otra operaci¨®n delicada. Iba entonces de la mano de Serra, pero tambi¨¦n de la de Josep Maria Sala, en aquel momento poderoso secretario de organizaci¨®n. En el PSOE se consideraba a los obiolistas tan o m¨¢s nacionalistas que socialistas, lo que, como ocurre ahora con Pasqual Maragall, no ha sido para ellos una buena credencial.
La conflictiva cohabitaci¨®n de estos dos conceptos ha proporcionado paradojas chocantes, de las que no ha escapado ni Miquel Iceta, a pesar de su personalidad m¨¢s bien meliflua, que procura no presentar aristas y partidario, en todos los conflictos, de que la sangre, si es posible, no llegue al r¨ªo. Iceta ingres¨® en las juventudes del PSC en 1978 procedente del Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galv¨¢n, una organizaci¨®n y una figura que desde luego no participaban para nada del nacionalismo catal¨¢n. Sin embargo, 24 a?os despu¨¦s, ¨¦l fue el encargado de anunciar, en junio de 2004, en plena vor¨¢gine de la reforma estatutaria, que el PSC iba a apoyar la definici¨®n de Catalu?a como naci¨®n en el nuevo Estatuto. Luego esta posici¨®n result¨® insostenible ante el PSOE y a Iceta le cupo participar activamente en la b¨²squeda de f¨®rmulas alternativas que pudieran ser asumidas por casi todos. "Al PSOE le gustaba lo de identidad nacional, pero a nosotros nos gusta m¨¢s realidad nacional, que es lo que ha quedado", cuenta ahora.
Para pilotar estas negociaciones y las muchas otras que ha deparado la procelosa batalla del Estatuto, le ha venido muy bien a Iceta haber pasado antes, en los a?os noventa, una etapa de cercan¨ªa con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba en el complejo de La Moncloa, siendo este ministro de Presidencia. Porque Rubalcaba ha sido quien ha negociado con los partidos catalanes, en nombre del presidente del Gobierno Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el texto del Estatuto.
Pese a su juventud, Iceta puede exhibir tan dilatada experiencia porque se lanz¨® a la pol¨ªtica cuando apenas ten¨ªa 17 a?os y lo hizo con tanta pasi¨®n, que se llev¨® por delante sus incipientes estudios universitarios de Qu¨ªmica. Pronto logr¨® hacerse con una s¨®lida posici¨®n en el PSC. Desde 1984 forma parte de su comisi¨®n ejecutiva y desde 2004 es viceprimer secretario del partido. A este r¨¢pido progreso no ha sido ajeno el hecho de que, entre 1987 y 1999, fuera concejal de Cornell¨¤ de Llobregat siendo Jos¨¦ Montilla el alcalde; el haber ejercido responsabilidades en el Gobierno de Espa?a de la mano de Narc¨ªs Serra, dos pesos pesados del socialismo catal¨¢n en la pol¨ªtica espa?ola. Y tampoco el haber sido en 1998 un entusiasta miembro del equipo de Josep Borrell cuando ¨¦ste era el aspirante del PSOE a la Presidencia del Gobierno.
Ha sido diputado en el Congreso entre 1996 y 1999, y lo es del Parlamento catal¨¢n desde que Pasqual Maragall opt¨® a la Presidencia de la Generalitat, en 1999. Durante la campa?a electoral de 1999 protagoniz¨® la primera salida del armario de un pol¨ªtico homosexual en Espa?a. Especializado en redactar borradores de discursos para sus sucesivos l¨ªderes, Iceta est¨¢ en todos los fogones donde se cuece la pol¨ªtica y a¨²n le queda tiempo para mantener viva una de las primeras webblog de un pol¨ªtico en ejercicio, desde la que cada domingo se pone en contactos con los electores.
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