Un perro con r¨¦gimen de visitas

Los tribunales est¨¢n muy habituados a resolver recursos de parejas separadas sobre el r¨¦gimen de visitas a los hijos, pero nunca, hasta ahora, se les hab¨ªa pedido que se pronunciasen sobre el derecho de visitar a un perro en lugar de a un ni?o. Ya hay una primera vez. La Audiencia de Barcelona desestim¨® ayer la pretensi¨®n de un ex marido de visitar a su perro si no acuerda previamente con su ex esposa c¨®mo, cuando y d¨®nde.

En el convenio regulador de la separaci¨®n la pareja incluy¨® a Yako, un ejemplar de la preciada raza golden retriever. La propiedad del perro se atribuy¨® a la mujer, Elisabeth G., y para el hombre, Jos¨¦ Luis G., se pact¨® que lo podr¨ªa visitar "siempre que quiera, previo acuerdo" con ella. De la lectura del auto judicial dictado por la Secci¨®n Doce de la Audiencia de Barcelona, que trata ¨²nicamente temas de familia, se deduce que el hombre vulner¨® el pacto y acud¨ªa a visitar al perro sin avisar. Hasta que la ex mujer se cans¨® y lo impidi¨®.

El fallo apela al sentido com¨²n para que se evite pleitear por derechos relacionados con animales

El ex marido acudi¨® entonces a los tribunales y el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 1 de Granollers le dio la raz¨®n el 6 de junio del pasado a?o y acord¨® la ejecuci¨®n del convenio, por lo que reconoc¨ªa el derecho de visitas. Esa decisi¨®n fue recurrida entonces por la ex esposa y ahora el tribunal le ha dado la raz¨®n y ha zanjado la discusi¨®n advirtiendo que ella no tiene ninguna obligaci¨®n legal de permitir las visitas al perro.

El magistrado ponente, Pascual Ortu?o Mu?oz, admite sin reparos en la resoluci¨®n que "la primera duda que surge es si cabe un efectivo derecho de visitas a un animal" y si, en todo caso, las controversias que eso genera se han de ventilar en un proceso judicial de familia. Tambi¨¦n razona el juez que la manera en que ha planteado el pleito la pareja "conduce a la inmediata equiparaci¨®n de los afectos hacia estos seres con los que los padres y madres mantienen hacia los hijos".

El juez dedica tres p¨¢ginas a recordar la importancia de los animales en la sociedad y se refiere al enorme valor econ¨®mico de esa raza. Tambi¨¦n resalta el "inestimable aprecio que generan a sus poseedores", por sus cualidades de lazarillo, de acompa?ante de personas que viven solas, de auxiliador en cat¨¢strofes y de colaborador en la caza. Recuerda tambi¨¦n el juez el cari?o que despiertan los animales en los ni?os, de forma que en algunos convenios reguladores de separaci¨®n se incluyen ya "acuerdos minuciosos sobre animales de compa?¨ªa" para evitar que el perro, gato, tortuga o lagarto afectado vaya de casa en casa con los menores, dependiendo de si est¨¢n con pap¨¢ o con mam¨¢. Con todo, el juez acaba concluyendo que "el sentido com¨²n y la medida de lo que resulta razonable" aconsejar¨ªa que las personas no pleiteasen por los derechos de los animales, como aqu¨ª ha ocurrido.

Por ello, la Audiencia de Barcelona reprocha al juez de primera instancia que admitiera la pretensi¨®n del marido y considera "una entelequia en s¨ª mismo" el pacto de los c¨®nyuges. "El derecho de visitas a un animal es una formulaci¨®n ins¨®lita", a?ade el tribunal, y recuerda que eso incluye la vigilancia por parte del due?o y excluye el paseo del animal, "pues ello conllevar¨ªa una relaci¨®n de confianza entre el visitador y el propietario que no es usual entre ex esposos".

Una juez de Alicante ya acord¨® en 2002 la guardia y custodia compartida de un perro en una separaci¨®n. Ahora se ha resuelto por primera vez un pleito por el r¨¦gimen de visitas para un can. ?Sobre qu¨¦ m¨¢s tendr¨¢n que pronunciarse los jueces en el futuro?