La isla de los espectros
Cada vez que una tecnolog¨ªa de ¨²ltima hora se incorpora al teatro, los fan¨¢ticos de lo nuevo la saludan como un salto cualitativo. En realidad, en la historia teatral ha habido m¨¢s giros que avances. Los cambios de rumbo llevaron a veces a v¨ªa muerta y obligaron a hacer el camino de vuelta. El teatro de pista, donde actor y espectador se miran de t¨² a t¨², fue desplazado por la caja m¨¢gica, para acabar regresando a hombros de Grotowski y de Brook. Hoy la senda se bifurca. Un ramal lleva al espacio vac¨ªo. El otro, al territorio de la ilusi¨®n. Los escenarios acumulan dispositivos tecnol¨®gicos. El actor tiene que ajustar su interpretaci¨®n, viva y cambiante, al tiempo implacable marcado por sus antagonistas virtuales. En Pol, de Marcel.li Ant¨²nez, los int¨¦rpretes disparan numerosos gadgets esc¨¦nicos pulsando sensores que llevan en la mu?eca. El actor que dispara im¨¢genes pregrabadas es al teatro lo que el dj a la m¨²sica.
Canad¨¢, especialmente su ¨¢rea franc¨®fona, se ha convertido en punta de lanza de la investigaci¨®n tecnol¨®gica aplicada a la escena. En Elsinor, adaptaci¨®n de Hamlet, Robert Lepage muestra hasta d¨®nde se puede alambicar un dispositivo esc¨¦nico puesto al servicio del int¨¦rprete. En Los ciegos, el espectador no se percata de que Denis Marleau ha eliminado a los actores. Ve sus rostros suspensos en el aire, con volumen, gesticulantes, cambiantes, conversando en medio de sucesos terribles... Pero ah¨ª no hay nadie. Lo descubre al final, cuando nadie sale a recoger sus aplausos. Contamos con detalle el truco empleado por Marleau cuando este montaje se estren¨® en Sevilla, Granada y Valencia el a?o pasado. Ahora acaba de llegar a Salamanca otro montaje quebequ¨¦s construido sobre par¨¢metros tecnol¨®gicos muy diferentes. La tempestad, de la compa?¨ªa 4D Art, dirigida por Michel Lemieux, Victor Pilon y Denise Guilbault, abre el segundo Festival Internacional de las Artes de Castilla y Le¨®n.
Esta versi¨®n, reducida, como es costumbre, ilustra cuanto Shakespeare acota en su ¨²ltima obra. En el espect¨¢culo se desata una tempestad virtual, Ariel aparece como por ensalmo entre r¨¢fagas fosforescentes y las ilusiones creadas por Pr¨®spero se hacen palpables. Hay cuatro actores reales en escena y seis virtuales, es decir, filmados y proyectados. Tienen volumen, como los bailarines hologr¨¢ficos de Just for Show, espect¨¢culo de DV-8 Physical Theatre representado en el ¨²ltimo Festival de Oto?o. Pero el tr¨ªo Lemieux-Pilon-Guilbault lleva este efecto mucho m¨¢s all¨¢. Las hojas virtuales del libro de Pr¨®spero vuelan en torbellino, los actores se materializan en cualquier tama?o: doblan, triplican o quintuplican la altura de sus antagonistas. A veces son seres macroc¨¦falos. Su cabeza ocupa el escenario entero. En La tempestad, la escenograf¨ªa da paso a la ciencia-ficci¨®n.
Con este tratamiento, el universo isabelino converge con el de los tebeos del Capit¨¢n Marvel: rodeada de oscuridad, habitada por hologramas luminescentes, la isla de Pr¨®spero parece el planeta Umo. Shakespeare y Tolkien se avecindan. Al lado de 4D Art, la t¨¦cnica de La Linterna M¨¢gica resulta deliciosamente ingenua. El efecto que produce esta compa?¨ªa es bueno, pero no es nuevo. Desde que existen los espejos y las lentes de aumento, espiritistas de pega han proyectado im¨¢genes espectrales en la columna de humo de un brasero encendido. El descubrimiento de la linterna m¨¢gica fue aprovechado por ilusionistas como Etienne Gaspar Robertson para materializar ectoplasmas en pantallas transparentes bajadas desde el telar en la oscuridad. En el siglo XIX, Dircks, un ingeniero brit¨¢nico, y Pepper, especialista en f¨ªsica recreativa, llevaron esta t¨¦cnica a la perfecci¨®n. Colocaron en la boca del escenario una pantalla transparente, que pasaba inadvertida. En el foso, situaron a un actor iluminado por un reflector. Un espejo proyectaba su imagen en movimiento sobre la pantalla invisible. El resultado sobrecoge, aunque presenta problemas: como el resto de los int¨¦rpretes no ven al fantasma, tienen que sincronizar su actuaci¨®n de memoria e ir a la marca. El Pepper Ghost se utiliz¨® en representaciones de Cuento de Navidad, de Dickens; para recrear las apariciones del padre de Hamlet, y en el hit Uncle Tom's Cabin.
La tempestad. Centro de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica. Salamanca. 3 de junio.
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