Picasso sobrecoge rodeado de sus maestros
El Museo del Prado y el Centro de Arte Reina Sof¨ªa unen sus fuerzas en dos exposiciones hist¨®ricas
"Hist¨®rica", "excepcional", "irrepetible", "inaudita". .. los adjetivos se agotaron en la presentaci¨®n de la doble exposici¨®n Picasso. Tradici¨®n y vanguardia, que abre sus puertas el pr¨®ximo martes en el Museo del Prado y el Centro de Arte Reina Sof¨ªa de Madrid. Dos fechas -el 25? aniversario de la llegada a Espa?a del Guernica y el 125? del nacimiento de Picasso- han servido de pretexto para reunir casi un centenar de obras del pintor malague?o y enfrentarlas a las de los maestros que admir¨® y transgredi¨®. En el Prado, Las meninas de Vel¨¢zquez se encuentran con las de Picasso en un asombroso gui?o del genio. Y en el Reina Sof¨ªa, el Guernica mira de frente de forma sobrecogedora a Los fusilamientos, de Goya. Un impacto que va m¨¢s all¨¢ de la belleza.
El 'Guernica' permite ver la importancia de la victoria moral frente a la f¨ªsica
'Los fusilamientos', de Goya, s¨®lo hab¨ªan salido del Prado durante la Guerra Civil
En la galer¨ªa central del Museo del Prado se descubre c¨®mo Pablo Picasso construy¨® su identidad moderna frente a la tradici¨®n. Desde los peque?os apuntes que tom¨® de algunas obras de Vel¨¢zquez en su primera visita al museo, con 15 a?os, a sus impresiones mientras fue alumno de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
La exposici¨®n re¨²ne -en secuencia cronol¨®gica- una treintena de obras que representan los periodos azul y rosa, el cubismo o su relaci¨®n con el surrealismo: La vida (1903), cedido por el Cleveland Museum of Art; El ni?o con el caballo (1906), del MOMA; Autorretrato con paleta (1906) y Tres m¨²sicos (1921), del Philadelphia Museum of Art; La flauta de Pan (1923), del Museo Picasso de Par¨ªs; Hombre sentado con vaso, perteneciente a un coleccionista privado, o La alborada, del Pompidou, son, entre otras, las obras que se encuentran con La maja desnuda, de Goya; El caballero de la mano en el pecho, de El Greco, o Los borrachos, de Vel¨¢zquez.
En el centro de la galer¨ªa, Las meninas en blanco y negro de Picasso (cedidas por el Museo Picasso de Barcelona) se sit¨²an frente a las de Vel¨¢zquez. La serie pintada entre agosto y septiembre de 1957 muestra de manera muy expl¨ªcita el tributo a Vel¨¢zquez. "Picasso se muestra como un gran maestro cl¨¢sico y el Prado m¨¢s moderno que nunca", se?al¨® ayer el director del museo, Miguel Zugaza, para quien Picasso. Tradici¨®n y vanguardia es "una retrospectiva exigente del artista m¨¢s importante del siglo XX, un conjunto excepcional que pocas veces se ha visto y que ser¨¢ dif¨ªcil reunir en el futuro".
Zugaza present¨® la exposici¨®n junto a la directora del Reina Sof¨ªa, Ana Mart¨ªnez de Aguilar, los comisarios Francisco Calvo Serraller y Carmen Gim¨¦nez y los representantes de los patrocinadores, Jos¨¦ Garc¨ªa Velasco, presidente de la Sociedad Estatal para Conmemoraciones Culturales (SECC), y Giusepe Gamuchi, director de la Fundaci¨®n Winterthur. El lunes los Reyes inaugurar¨¢n la exposici¨®n, que se abre al d¨ªa siguiente y que se podr¨¢ visitar hasta el 3 de septiembre.
Frente a la org¨ªa visual del Prado, en el Reina Sof¨ªa el color se apaga y surge el Picasso obsesionado por los horrores de la guerra, el hombre que afirma sentirse "pose¨ªdo" por la angustia y el odio, "por el deseo de combatir esa angustia y ese odio".
Carmen Gim¨¦nez explic¨® que mientras en el Prado se celebra "la alegr¨ªa de la pintura, a trav¨¦s de la conexi¨®n de Picasso con los cl¨¢sicos", en el Reina Sof¨ªa se ha buscado intencionadamente una lectura "m¨¢s dura" en torno al Guernica. De esta manera, el visitante viaja en pocos segundos del Guernica a El 3 de mayo en Madrid. Los fusilamientos en la monta?a de Pr¨ªncipe P¨ªo, de Goya, a La ejecuci¨®n del emperador Maximiliano, de Manet, y a la Masacre en Corea, otra vez de Picasso.
Ana Mart¨ªnez de Aguilar, record¨® que Los fusilamientos del 3 de mayo s¨®lo salieron del Museo del Prado en la Guerra Civil y Zugaza explic¨® que ahora lo han hecho de manera excepcional y tras la aprobaci¨®n de los t¨¦cnicos del museo. El director del Prado se?al¨® que el valor total asegurado de esta exposici¨®n es de 2.000 millones de euros, 1.000 de los cuales se han cubierto con la garant¨ªa del Estado espa?ol.
Francisco Calvo Serraller, comisario junto a Gim¨¦nez de las exposiciones, explicaba ayer as¨ª la fuerza del ins¨®lito conjunto instalado en el Reina Sof¨ªa: "La gran contribuci¨®n de Goya con Los fusilamientos fue proclamar que las v¨ªctimas son los vencedores morales, mensaje que capta extraordinariamente Picasso en el Guernica. As¨ª no s¨®lo vemos como se fragu¨® la personalidad de Picasso sino que vemos la mayor grandeza de la historia de un pueblo, que es entender la importancia de la victoria moral frente a la f¨ªsica".
"Es insuficiente decir que se trata de una gran exposici¨®n. Es un hecho inconcebible e inaudito, un hecho hist¨®rico que trasciende al arte y marca la manera en la que en Espa?a se han reflejado las tragedias de la guerra", continu¨® Calvo Serraller, quien en el cat¨¢logo recuerda el enigma que sigue rodeando a muchos aspectos del Guernica (los diferentes simbolismos del toro, del caballo...) sobre los que Picasso nunca se pronunci¨®.
"Pero por muy hondo que pueda parecernos el mensaje ¨¦tico que encierran el Guernica y los otros cuadros ¨¦picos de Picasso", contin¨²a Calvo Serraller, "lo que realmente les ha hecho universales es su concepci¨®n art¨ªstica. Es ¨¦sta la que verdaderamente transforma una intenci¨®n en una realidad, la realidad de una obra, una realidad operativa, transformada y transformadora. Entre las abundantes cr¨ªticas negativas que el Guernica cosech¨®, a diestra y a siniestra, todas proced¨ªan no del contenido sino de la forma en que Picasso lo llev¨® a cabo. Quer¨ªan ver un manifiesto, pero se encontraron con un cuadro".
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