La OTAN enviar¨¢ en julio 3.000 soldados m¨¢s a Afganist¨¢n

Tres civiles y un atacante suicida murieron ayer en Kandahar, al sur de Pakist¨¢n, en el asalto con coche bomba a una caravana de militares canadienses, ¨²ltimo ataque de una cadena de incidentes que aumentan conforme se acerca el traspaso del control de la regi¨®n desde la operaci¨®n antiterrorista Libertad Duradera a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), liderada por la OTAN. Los aliados atribuyen este recrudecimiento de la violencia a dos causas: el inminente traspaso (finales de julio) del control del sur a ISAF, que supondr¨¢ la llegada de unos 3.000 soldados occidentales m¨¢s a la regi¨®n, lo que reducir¨¢ la capacidad de actuaci¨®n de los talibanes que aprovechan ahora para hacer manifestaciones de fuerza, y la presi¨®n de los integristas sobre la poblaci¨®n, a la que quieren disuadir de colaborar con los aliados.

La inestabilidad en Afganist¨¢n ser¨¢ uno de los principales asuntos que el jueves discutir¨¢ en Bruselas el ministro afgano de Defensa, Abdul Rahim Wardak, con sus colegas de ISAF. La estrategia inmediata aliada pasa por potenciar la reconstrucci¨®n del pa¨ªs (escuelas, hospitales, carreteras, agua) e incentivar el abandono de las fuerzas integristas.

Los canadienses fueron atacados en el centro de la capital del sur de Afganist¨¢n, no lejos de la residencia del gobernador y de la sede de la polic¨ªa. Un todoterreno consigui¨® colocarse entre dos de los veh¨ªculos de la caravana militar e inmediatamente salt¨® por los aires. Tres transe¨²ntes y el conductor perecieron en el acto, mientras que una decena de personas resultaban heridas de diversa gravedad. S¨®lo uno de los canadienses recibi¨® ligeras lesiones.

40 atacantes suicidas

"Esto muestra que los talibanes y quienes quieren atacarnos no nos causan da?o a nosotros, sino que tienen un efecto terrible sobre la poblaci¨®n", coment¨® un portavoz aliado, Scott Lundy. ?sa es, precisamente, parte de la estrategia de los talibanes, uno de cuyos portavoces en Pakist¨¢n indic¨® ayer a Reuters: "Tengo al menos 40 atacantes suicidas preparados".

Fuentes diplom¨¢ticas aliadas reconocen que "la situaci¨®n en Afganist¨¢n es grave, pero ser¨ªa exagerado compararla con Irak". En lo que va de a?o han muerto cerca de un millar de personas, casi la mitad de ellas en mayo.

Un factor adicional de complejidad es la frustraci¨®n de la poblaci¨®n con un prometido cambio que no termina de dar resultados tangibles. El general David Richards, comandante de ISAF, insisti¨® ayer en Kabul en que sus fuerzas se van a batir no s¨®lo contra los talibanes, sino que tratar¨¢n de responder a las necesidades b¨¢sicas de la poblaci¨®n. "Para el pr¨®ximo a?o, o incluso desde finales de verano, las cosas van a ser mucho m¨¢s dif¨ªciles para ellos tanto en lo militar como por el acento que se va a poner en la realizaci¨®n de lo que la gente de esta regi¨®n quiere: carreteras, m¨¢s construcci¨®n, creaci¨®n de empleo, riego, etc¨¦tera", dijo el general.