Joyas de bomb¨®n
La calle de Morales, en el coraz¨®n de Les Corts, es de las pocas que existen en Barcelona con aire de pueblo. Conserva a¨²n sus casas de una planta pintadas de colores claros y con balcones llenos de macetas; los ¨¢rboles cubren toda la calle y la plazoleta del Carmen tiene una terraza de bar donde uno se puede hacer la ilusi¨®n que ha retrocedido 30 o 40 a?os. No s¨¦ si fue el destino quien los escogi¨®, o ellos, sensibles a ciertos dones que da la vida de pueblo, quienes escogieron este rinc¨®n; la cuesti¨®n es que en la misma acera, y a tan s¨®lo tres o cuatro n¨²meros, trabajan dos artistas para quitarse el sombrero: Oriol Balaguer y ?ngels Margarit: uno pastelero y la otra core¨®grafa. Uno loco por el chocolate, la otra, por la danza. Los dos en pleno trabajo creativo: ¨¦l presentando la colecci¨®n Primavera 2006, mientras que ella acaba de estrenar en el Lliure su ¨²ltimo montaje, Laradland.
?ngels y Oriol se conocieron, precisamente, en un bar de la calle de Morales, Cal Bonete, donde van a tomar caf¨¦ para darse un respiro. ?ngels hace ya muchos a?os que tiene su estudio en el centro B¨¹g¨¦, Oriol s¨®lo hace cuatro, aunque a ¨¦l ya le parece una eternidad. Como era de esperar, Oriol no se perdi¨® el estreno de Laradland y no s¨®lo esto, sino que se ofreci¨® a preparar un "c¨°ctel dol?", como lo llama ¨¦l, que es una reposter¨ªa alejada de lo convencional. Este c¨®ctel nos esperaba en la antesala del Lliure a la salida del espect¨¢culo. Y fue como ca¨ªdo del cielo.
Los estrenos de Barcelona no se distinguen demasiado por el elevado nivel gastron¨®mico, as¨ª es que ya nos esper¨¢bamos el t¨ªpico tinto que a estas horas de la noche te da una patada en el est¨®mago. Ya de lejos vimos una especie de tablero de ajedrez, pero con departamentos, lleno de bolitas de m¨²ltiples colores. ?Qu¨¦ podr¨ªan ser? Maravillados por el espect¨¢culo crom¨¢tico, preguntamos si eran comestibles. No hizo falta la respuesta porque uno ya lo ten¨ªa en la boca, tras lo cual empez¨® a pronunciar todo tipo de exclamaciones imposibles de escribir pero bien claras: aquello era divino. Y en tres segundos los suspiros, gorgoteos y dem¨¢s susurros que llegaban al cl¨ªmax invadieron la sala oval del Lliure. ?Qui¨¦n hab¨ªa elaborado esa maravilla? Encontramos unos folletos con la foto de Oriol Balaguer y la lista de pasteles con nombre propio: Frescor, Tr¨°pic, Desig, Fr¨¤gil, R¨²cula... m¨¢s los bombones, los los helados, los vasitos... Se o¨ªan comentarios como "?Qu¨¦ pasa hoy que nos regalan esta delicia?". "Es que ha venido Maragall", respondi¨® alguien. Pero el president nada ten¨ªa que ver con el "c¨°ctel dol?", sino la amistad de Oriol con ?ngels. L¨¢stima que, por esta vez, el tinto no se transformara en cava, pero parece que no pudo ser.
Oriol tiene 34 a?os y es de Calafell. Ya de muy peque?o se familiariz¨® con lo dulce porque su padre ten¨ªa una pasteler¨ªa en Segur de Calafell. Estudi¨® en la Escuela de Hosteler¨ªa de Barcelona, trabaj¨® siete a?os en El Bulli y tambi¨¦n con Mart¨ªn Berasategui y la pasteler¨ªa Foix de Sarri¨¤. En 2002 inaugur¨® el primer Estudi de Xocolata i Pastisseria de Espa?a, en la calle de Morales, abri¨® una tienda en la plaza de Sant Gregori Taumaturg y desde hace tres a?os endulza la vida de los japoneses, primero con sus bombones y ahora con una tienda. Oriol elabora cada a?o diversas colecciones de bomboner¨ªa como si se tratara de aut¨¦nticas joyas. Se inspira en la arquitectura y el dise?o y afirma que m¨¢s que un pastelero ¨¦l hace gastronom¨ªa porque su trabajo se relaciona con la cocina y los sabores, las texturas... La lista de premios impresiona, pero claro, lo mejor es saborear sus dulces.
Me acerco al estudio de la calle de Morales y paso de largo porque me esperaba un escaparate lleno de dulces y realmente es como un b¨²nker metalizado y oscuro que pasa inadvertido si uno no se fija. Dentro, 12 pasteleros est¨¢n trabajando desde las ocho de la ma?ana. Oriol prepara un inmenso pastel de boda y en este momento corta la estructura de chocolate que engancha tambi¨¦n con chocolate, pero l¨ªquido salido de una manga. Podr¨ªa parecer un carpintero o un alba?il, con su escuadra, su paleta y un tosco cepillo, pero lo que saldr¨¢ de all¨ª es un monumento para deleitar las papilas gustativas. Le pregunto algo que siempre me ha rondado por la cabeza: ?De qu¨¦ est¨¢ hecho el chocolate blanco? "Pues de manteca de cacao, az¨²car y leche en polvo". Tambi¨¦n le pregunto de d¨®nde le llega tanto chocolate. "Pues de ?frica y Am¨¦rica Central". Oriol me confiesa su pasi¨®n y obsesi¨®n por el chocolate y afirma que nunca se cansa de comerlo, aunque trabaje todo el d¨ªa con el. Veo una m¨¢quina que no deja de brotar chocolate l¨ªquido y pienso que esto es el para¨ªso, y ya que quedar¨ªa fatal que me amorrara al ca?o, cruzo los dedos para que esta noche se infiltre este para¨ªso en mis sue?os. Dice Oriol que ¨¦l pretende emocionar, sorprender y hacer sentir. ?Y qu¨¦ delicia poder hacerlo a trav¨¦s del chocolate!
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